Adrián Ben es el octavo hombre más rápido del mundo en su estreno en 1.500

Pasar de 800 a 1.500 metros es algo más que una cuestión de números. Hay que aprender y desaprender muchas cosas, pues va más allá de la velocidad punta y esos 700 metros de más no están hechos para todos los velocistas. Adrián Ben ha caído de pie en esta prueba, a donde ha dado el salto y donde se ha metido entre la élite del atletismo mundial en estos Campeonatos del Mundo de Tokio, donde ha llegado hasta una finalisima donde el mariñano ha dado la cara.

SORPRESA LUSA

Con 27 años, Ben es ya un veterano en esto de las finales, pues es la tercera en su haber en un mundial, aunque las anteriores habían sido en las dos vueltas a la pista, donde también fue finalista olímpico. En este nuevo formato, a Ben se le vio explosivo y seguro, capaz de sorprender a propios y extraños con un concurso más que solido hasta llegar a la prueba final de este miércoles.

En Japón ha dado muestras de que 'La bala de Viveiro' está para lo que le echen, algo que ya había constatado en los Mundiales de Pista Cubierta, con una sexta posición. Entonces hizo 3:39:96, un tiempo que ha pulverizado en Tokio con 3:35:38, un crono que, sin embargo, le lleva dos posiciones más atrás en esta ocasión.

Y es que Ben, que progresa adecuadamente, todavía no tiene las tablas para codearse con el portugués Isaac Nader, que en ausencia de la bestia negra de esta distancia, Jakob Ingebrigtsen, conquistó el oro con un final impecable adelantando a cuatro competidores en los últimos metros, dejando el minutero en 3:34.10.