Los 3.059 días del Celta lejos de Europa: del fallo de Guidetti en Old Trafford al viaje a Stuttgart

Habrá todavía aficionados celtiñas que se despierten empapados en sudor y todos con la misma imagen prístina en las retinas: un balón colgado, un barullo de en área, un pase atrás de Beauvue y John Guidetti incapaz de enviar el balón al fondo de la red con la portería vacía. 3.058 días, y ni uno menos, nos separan de esa noche en Old Trafford donde el Celta de Vigo fue mejor a todo un Manchester United y perdió la oportunidad de jugar una gran final europea. A los celestes no se los ha visto más por Europa, hasta mañana, cuando se cumplirán los 3.059 días de penitencia y el balón eche a rodar en Stuttgart, donde regresa el EuroCelta y el contador se pone de nuevo a cero. 

UN AÑO PARA EL RECUERDO

Ya nos queda muy lejos aquella Europa League de la temporada 2016/17, un año en el que el Celta del 'Toto' Berizzo se clasificó al torneo continental tras acabar en sexta posición el año anterior, el mejor registro desde que a principios de los 2000 el Celta fuese un habitual de Europa, probando incluso las mieles de la Champions. 

En aquella temporada, los olívicos cuajaron una sensacional temporada llegando hasta semifinales, dejando en la cuneta a Standard Lieja y Panathinaikos en una fase de grupos donde quedaron solo por detrás del Ajax (a la postre finalista contra el United) y superar a Shaktar Donetsk, Krasnodar y Genk. 

Solo Iago Aspas e Iván Villar quedan como supervivientes de aquella plantilla que vivió esa noche aciaga en Mánchester. Algunos como Sergio Álvarez, Fontás, Orellana o el 'Tucu' Hernández ya están retirados, mientras otros como Wass o 'Chelo' Díaz apuran sus últimos días de fútbol.

FÚTBOL HASTA ENERO

Ahora, el Celta de Vigo se asegura jugar en Europa, al menos hasta enero, en un formato nuevo para los vigueses, obligados a quedarse entre los 24 mejores si quieren sobrevivir y entre los ocho punteros para evitar los dieciseisavos y pasar directamente a octavos de final. 

La primera piedra en el camino es el Stuttgart, campeón del Copa de Alemania y uno de los rivales más temibles para un Celta que ya se las vio con los franjirrojos en pretemporada. La pólvora del bosnio Demirovic, la magia de Bilal El Khannouss, la clarividencia de Stiller o la fortaleza de la dupla que forman Jeltsch y Chabot son las grandes amenazas de los germanos. 

El siguiente reto, y el debut del EuroCelta en Balaídos, será la semana que viene, el 2 de octubre, ante el PAOK. Visita del Niza el 23 de octubre, viaje a Zagreb el 6 de noviembre y visita a la ciudad húngara de Razgrad el 27 de noviembre para medirse al Ludogorets son los compromisos que le quedan a los celestes en Europa antes de cerrar el año contra el Bolonia, en casa, el 11 de diciembre.

Ya para enero queda recibir al Lille en Vigo el 22 de enero y visitar el pequeño Maracaná de Belgrado para conocer el infierno en la tierra ante el Estrella Roja el día 29 del primer mes del año. Esas son las fechas en rojo en el calendario del Celta, al que solo le queda una hoja que quitar para su retorno a Europa. Más de 3.000 días esperando. Se ha hecho largo pero ya está aquí.