Lugo también subirá el IBI de las viviendas vacías y limitará los pisos turísticos

El Ayuntamiento de Lugo ha presentado un ambicioso Plan Municipal de Vivienda que marca un punto de inflexión en la política urbanística de la ciudad. Con una estrategia articulada en tres ejes fundamentales, el plan persigue rehabilitar el parque inmobiliario existente, movilizar viviendas vacías y facilitar el acceso a una vivienda digna y asequible para todos los lucenses.

El alcalde, Miguel Fernández, acompañado por el concejal de Urbanismo, Jorge Bustos, y el director general del área, Hipólito Pérez, dio a conocer los detalles de esta hoja de ruta que aún se está ultimando, pero que ya se perfila como una de las actuaciones más relevantes del actual mandato. "El Ayuntamiento de Lugo asume su responsabilidad ante la falta de vivienda pública. Aunque no sea una competencia exclusiva municipal, no podemos mirar hacia otro lado", señaló el mandatario local, quien insistió en que este plan supone “una apuesta por una ciudad más justa, habitable y con más oportunidades”.

Actualmente, Lugo dispone de más de 62.000 viviendas, muchas de las cuales superan las varias décadas de antigüedad, motivo por el que el primer eje del plan se centra en la rehabilitación y conservación. Para ello, el Ayuntamiento reforzará el Servicio de Arquitectura, con el objetivo de agilizar licencias y reducir los tiempos administrativos. Además, antes de que finalice 2025, se aprobará la nueva Ordenanza de Conservación y Rehabilitación, que permitirá intervenir en edificios en mal estado, aplicando incluso medidas de expropiación o venta forzosa en los casos más graves.

El consistorio también prevé crear un inventario de inmuebles deteriorados y promover nuevas líneas de ayuda a la rehabilitación, especialmente en el Casco Histórico, donde en la última convocatoria se invirtieron 850.000 euros. Fernández lamentó la falta de apoyo de la Xunta, a la que acusó de no convocar nuevas subvenciones para los Entornos Residenciales de Rehabilitación Programada, lo que, según dijo, está bloqueando inversiones esenciales para barrios como A Milagrosa o Feijóo.

El segundo eje de este plan estratégico se centra en la movilización de las viviendas vacías, que actualmente ascienden a más de 10.700 inmuebles, el 17% del total en la ciudad. Para revertir esta situación, el Ayuntamiento aplicará un recargo de hasta el 150% en el IBI a los grandes propietarios de pisos desocupados, con el fin de incentivar que salgan al mercado de alquiler.

De forma paralela, se pondrá en marcha una Bolsa Municipal de Alquiler Asequible, gestionada por la empresa pública Evislusa, que permitirá a los propietarios ceder sus viviendas al Ayuntamiento con una retribución garantizada y con cobertura frente a impagos o desperfectos. Los participantes en esta iniciativa recibirán una bonificación del 95% en el IBI, mientras que el Concello se compromete a destinar los inmuebles a alquileres por debajo del precio de mercado.

El tercer eje de actuación busca incrementar el parque de vivienda disponible, tanto público como privado, siguiendo criterios de sostenibilidad y eficiencia. Se prevé revisar las normas urbanísticas del PXOM y las ordenanzas municipales, para facilitar el cambio de uso de inmuebles y mejorar las condiciones de habitabilidad de las edificaciones existentes. La aprobación definitiva de estas modificaciones está prevista para el segundo semestre de 2026.

Otro de los puntos clave del plan es la limitación de las viviendas de uso turístico, que solo podrán autorizarse en edificios de uso exclusivo o en las plantas bajas y primeras, una medida que busca proteger el parque residencial y evitar la expulsión de vecinos de los barrios más céntricos.

Asimismo, el proyecto contempla el desarrollo de más de 300.000 metros cuadrados de nuevo suelo urbanizable, con la reserva de al menos un 40% para vivienda protegida. Esta medida será esencial para impulsar la oferta de vivienda asequible y responder a las necesidades de distintos perfiles, desde jóvenes hasta familias en procesos de reubicación.

En este contexto, el alcalde recordó el convenio firmado con el Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS) el pasado mes de mayo, que permitirá construir 1.200 nuevas viviendas en el barrio del Sagrado Corazón, además de nuevas actuaciones en otros puntos de la ciudad. Fernández subrayó que la colaboración institucional con el IGVS es imprescindible para garantizar los objetivos del plan y aseguró que Lugo mantendrá una relación fluida y constructiva con el Gobierno autonómico.

El dirigente local quiso recalcar que este Plan Municipal de Vivienda no es solo un documento técnico, sino “un compromiso político y social con el derecho a la vivienda y la calidad de vida de los vecinos”. Destacó además que el equipo que lidera el proyecto ha trabajado con criterios de transparencia, planificación y participación, implicando a técnicos, asociaciones vecinales, expertos del sector y representantes públicos.

"Queremos que la vivienda sea un derecho real, no un privilegio. Que los jóvenes puedan quedarse en Lugo y construir aquí su proyecto de vida", afirmó Miguel Fernández, quien agradeció expresamente la implicación de Jorge Bustos, Hipólito Pérez y Benigno Jáuregui, gerente de Evislusa.

El plan, que será sometido a exposición pública en las próximas semanas, contempla también la creación de una Oficina Municipal de Vivienda, que centralizará la información y los trámites, prestando asesoramiento a propietarios, inquilinos y promotores. El objetivo es simplificar los procedimientos y coordinar todas las acciones en materia de vivienda, desde ayudas hasta licencias o inspecciones de conservación.

Fernández concluyó su presentación destacando que con este plan “Lugo planifica su futuro y pone a las personas en el centro de sus políticas públicas”, reafirmando que la mejor forma de construir ciudad es garantizar que todos tengan un hogar digno donde vivir.