#Claves de la semana

"No vamos a esperar a tener cáncer para dejar de fumar", replican mariscadores a las mineras en la polémica de San Fins

Los berberechos de Noia dejan más de 7 millones cada año solo en facturación directa. Una riqueza que puede estar en peligro por la reapertura de una mina de wolframio por parte de un grupo de Australia. Trabajadores del mar y patronal minera se enfrentan en un conflicto que ya ha provocado la imputación de cargos de la Xunta de Galicia.


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Protesta contra la mina de San Fins en una foto de Rogelio Santos
Protesta contra la mina de San Fins en una foto de Rogelio Santos

 

 

La Cámara Oficial Minera miente sobre los efectos de la Mina de San Fins sobre la producción marisquera y pesquera en la Ría de Noia. Así pueden resumirse las acusaciones lanzadas la plataforma comarcal contra los vertidos de la mina de San Finx y la Cofradía de Noia.

 

LA PATRONAL APOYA A LA XUNTA

Trabajadores y activistas responden así a las declaraciones de la patronal, que salió en defensa de la Xunta y de la reactivación de la explotación de wolframio. Hay que recordar que la directora de Augas de Galicia ha sido llamada a declarar como investigada por los permisos concedidos para la reapertura.

 

La Cámara denunció la "persecución a la que se ven sometidas administraciones y funcionarios supone una injerencia en el proyecto con el afán de paralizarlo". Los empresarios denuncian que los activistas  difunden "información imprecisa, sin ningún valor científico".

 

"Nosotros sí que tenemos informes científicos y la ciencia es la que dice que los metales pesados  se acumulan en los moluscos bivalvos", rebate Rogelio Santos Queiruga, portavoz de la plataforma local.

 

 "Nunca hubo problemas con la calidad de las aguas ni del marisco", aduce la Cámara. El activista contraataca diciendo que "sus informes y sus técnicos a lo mejor sí que no son independientes". 

 

 

¿QUÉ DICE LA CIENCIA SOBRE LOS METALES PESADOS Y LOS BIVALVOS

Los estudios científicos han demostrado que los moluscos bivalvos -como almejas, berberechos o mejillones- tienen la capacidad de acumular metales pesados en sus tejidos debido a su función de filtración de agua y su interacción con el ambiente acuático. La acumulación de metales como mercurio, plomo, cadmio y arsénico en estos organismos puede ocurrir a través de la ingestión de partículas suspendidas en el agua, así como por la absorción a través de sus branquias y otros tejidos.

 

Esta acumulación puede ser influenciada por diversos factores ambientales, como la concentración de metales en el agua, la duración de la exposición y las características de los sedimentos. De hecho, dada la capacidad de los bivalvos para concentrar metales pesados, su uso como bioindicadores de la calidad del agua y la contaminación ambiental se ha convertido en una herramienta importante para la monitorización y evaluación de la salud de los ecosistemas acuáticos.

 

El berberecho (Cerastoderma edule) es clave para la economía de la comarca. Playas como O Testal son de las más productivas de Galicia en este apreciado manjar, que ha llegado a venderse a más de 26 euros el kilo en lonja. Los mariscadores temen que la reapertura de la mina acabe mermando la producción o que no hipotética ruptura de las balsas provoque el colapso de su actividad.

 

VACIADO DE GALERÍAS INUNDADAS ESTE MES

El conflicto lleva vivo años. Con todo, ahora se encuentra en un momento clave. Las mina lleva décadas sin ser explotada. Para ponerla en marcha, la empresa australiana que la compró,  Rafaella Resources -a través de sus filiales Pivotal Minerals y Galicia Tin & Tungsten,- prevé vaciar las galerías, ahora inundadas.

 

Los mariscadores y los ecologistas temen una contaminación masiva.  "El vertido de casi 1.000 millones de litros anuales podría comenzar a partir del 12 de agosto, inyectando metales pesados a la ría de Muros e Noia, donde miles de familias dependen de la calidad de las aguas y de los bancos de marisqueo para su sustento", alerta Ecoloxistas en Acción.

 

Esta primavera, un juzgado de Noia abre diligencias penales contra la minera de San Finx por supuesto delito contra el medio ambiente a raíz de una denuncia de la confradía. 

 

Los trabajadores del mar remitieron a los juzgados resultados de análisis destinados a evidenciar la existencia de metales pesados en el río, provenientes supuestamente de descargas ilegales atribuidas a la empresa minera. Además, adjuntaron videos y fotografías que muestran supuestamente de manera nítida el punto exacto donde las descargas son introducidas en el curso del agua. 

 

Algo de peso debió ver la Justicia en esas denuncias, pues el mes pasado la fiscala de Medio Ambiente en A Coruña instó a que se tome declaración en calidad de investigados a Teresa Gutiérrez y otros cargos de Augas de Galicia  para determinar si procede exigir algún tipo de responsabilidad penal. 

 

Una decisión que no gustó nada a la Cámara Oficial Minera, que protestó ante "la judicialización del trabajo de técnicos y funcionarios" mediante informes que dicen pecan de "un sesgo ideológico anti-minería" y que ocultan "otros intereses", que no desvelan.

 

No vamos a esperar a que aparezcan los peces muertos, como en el Mar Menor, o que los lodos tóxicos cubran la red Natura y la Ría, como ha hecho Aznalcóllar con Andalucía y Doñana, para actuar

 

"No vamos a esperar a tener cáncer para dejar de fumar. No vamos a esperar a que aparezcan los peces muertos, como en el Mar Menor, oa que los lodos tóxicos cubran la red Natura y la Ría, como ha hecho Aznalcóllar con Andalucía y Doñana, para actuar", responde Rogelio Santos Queiruga.

 

 

UNA EXPLOTACIÓN MILENARIA

La mina de San Finx, ubicada en Lousame, en el inicio de la Península de O Barbaza, tiene una historia rica y compleja que abarca varios siglos. Originalmente explotada en tiempos romanos por su riqueza en estaño y wolframio, la mina experimentó un renacimiento en el siglo XIX debido a la demanda creciente de estos metales en la Revolución Industrial.

 

Durante el siglo XX, la mina experimentó diversas etapas de auge y declive, enfrentando cierres temporales y reactivaciones en respuesta a fluctuaciones en los precios de los metales y cambios en la tecnología minera. Sin embargo, las operaciones en la mina de San Finx cesaron definitivamente en la década de 1980 debido a razones económicas y ambientales, dejando un legado de impactos en la comunidad local y el medio ambiente.

 

Hace unos años su propietario, la filial Varoliza del grupo constructor madrileño Sacyr, la vendió a Rafaella Resources, que también trabaja en la reapertura de otra vieja gran mina de wolframio, la de Varilongo, en Santa Comba. 

 

Es en la tramitación de los permisos de reapertura de la explotación de Lousame donde la Fiscalía detectó indicios penales suficientes para llamar a declarar como imputada a la directora de Augas de Galicia, lo que evidentemente supone un duro revés para el bando pro-mina y es el origen del reciente cruce de acusaciones.

 

¿CUÁNTA RIQUEZA GENERA EL BERBERECHO EN NOIA?

 

 

 

Las cifras oficiales de la Consellería do Mar demuestran la importancia del  marisqueo para la zona. En los últimos 22 años la facturación en lonja de berberecho en Esteiro, Muros y Noia ha superado los 158 millones de euros. 

 

Es decir, en la Ría más de 7,1 millones de euros de facturación al año, a la que habría que añadir lo facturado por almejas, mejillones, etc.

 

Balsas mineras en San Fins
Balsas mineras en San Fins

 

Con todo, es la producción de berberecho en el fondo de la Ría la más potencialmente amenazada. Los bancos berberecheiros se encuentran muy cerca de la desembocadura del Río de Vilacoba, uno de cuyos afluentes pasa por la mina, donde hay varias balsas mineras.

 

Solo en la cofradía de Noia hay unos 400 permisos de marisqueo a a pie.
 

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