Vecinos de poblaciones ourensanas afectados por riadas destacan "no haber visto nada igual en 50 años"

En Infesta, "zona cero de la catástrofe", dicen haber pasado "mucho miedo cuando el agua llegaba a las primeras escaleras de las viviendas"

El día después de las intensas lluvias que este lunes inundaron varias zonas de las comarcas ourensanas de Verín y Valdeorras vecinos han destacado que "en cincuenta años" no recuerdan "una tormenta así", y no habían "visto nada igual".

En la población de Albarellos del Ayuntamiento de Verín que este lunes ha dejado imágenes de agentes de la Guardia Civil llevando a hombros a la gente, todavía quedan este martes los restos de "la desgracia". Una vecina ha señalado la finca anexa al patio de su casa y ha contado como "la fuerza del agua arrancó todas las patatas".

Además, esta mujer ha explicado que ella y su marido, que padece Alzheimer, se tuvieron que quedar en casa mientras pasaban "mucho miedo". En su caso, fue todo un susto y el agua no llegó a entrar a la vivienda y "se detuvo en el segundo escalón" de la entrada. Sin embargo, los habitantes de una vivienda próxima "se tuvieron que subir a lo alto del muro porque su casa es de planta baja y entró el agua".

A ambos lados de los caminos se repite la misma imagen: bajos con las persianas abiertas en los que puede observarse restos agua. Los tractores trabajan este martes en "las tareas de limpieza" de las vías de comunicación repletas de bloques, ladrillos, grandes piedras y troncos, arrastrados por las lluvias.

"PENSÉ QUE SE CAÍA UNA CASA"
En la población de Infesta, la "zona cero de la catástrofe", una mujer ha comentado que "todo comenzó con la tormenta". "Hubo un trueno tan grande que pensé que se cayera una casa", ha afirmado.

"El agua bajó toda desde lo alto, más arriba de la fuente", han comentado vecinos. Uno de ellos ha estado dando una vuelta por los alrededores desde primera hora de la mañana y cuenta que "los campos están todos arrasados y los cultivos destrozados".

Han coincidido en señalar que creen que "no hubo grandes incidencias", pero han apuntado a desperfectos. La panadera dice que le entró el agua a la cocina y que "se pasó la mañana achicándola".

"EL AGUA TIRÓ CIERRES DE CASAS"
A pesar de que llevan toda la mañana de este martes trabajando en "las tareas de limpieza", todavía quedan restos de muros caídos y escombros. "La zona más cercana al río quedó deshecha. El agua tiró cierres de casa", ha señalado un vecino.

Uno de los vecinos le echa la culpa a un cúmulo de circunstancias. "El estado de los montes, sumado a los ríos que no están limpios y a que no hay animales, todo suma", ha considerado. Lo que tiene claro es que, a pesar de "haber visto grandes tormentas, como la de ayer nunca en la vida".

UN "INCREÍBLE" RUGIDO
La propietaria de una de las viviendas situada en la entrada de Infesta ha relatado que en el momento en que observó el agua "rodear el cierre por delante y por detrás" llamó al 112. Estaba "asustada", ha admitido, porque vive con su madre, una señora mayor, y temía que no pudiesen salir.

Hasta el lugar no pudieron llegar los bomberos y se tuvieron que quedar en el interior de la casa. Desde la ventana veían como el agua "arrastraba contenedores de la basura", han recordado. "Hasta hemos visto pasar un sofá", han explicado en relación al "increíble" rugido del agua.

Finalmente, el agua no alcanzó el interior de esta vivienda pero sí afectó a uno de los vehículos que poseen. "La subida del agua fue en cuestión de cinco o diez minutos", ha relatado uno de los afectados, mientras analiza los "desperfectos descomunales" y explica que toda la basura que se puede ver en su jardín "fue traída por la riada".

Para dar cuenta de cómo el nivel del agua invadió toda la calzada y terrenos colindantes han señalado que tenían una pasarela encima del río que cruzaban a pie para ir a recoger el pan y que en la mañana de este martes la han encontrado "muchos metros más allá, junto al invernadero".