​Fernando Vázquez: el hombre que corre e incendia la banda de Riazor

Con un registro de tres victorias en tres partidos de liga, Fernando Vázquez ya está al mismo nivel del último entrenador que logró eso en el Deportivo de La Coruña: Fernando Vázquez.

Fernando Vázquez ha devuelto la alegría a Riazor

Brazos en alto, sonrisa de oreja a oreja y pulmones para hacerse la pista de atletismo cinco veces, si esta siguiera formando parte del paisaje propio de Riazor. Así quedará grabada para siempre la figura de Fernando Vázquez en la retina de los aficionados de la SD Compostela y, ahora, en las de los blanquiazules que, de la mano del de Castrofeito, vuelven a ver la luz después de navegar en un mar de tinieblas del que, no olvidemos, todavía no ha salido. Sin embargo, con nueve puntos de nueve posibles y con un ligero lavado de cara, en A Coruña ya miran a lo que queda de campeonato con optimismo y enarbolando la bandera del 'Sí se puede'.

VOLVER A SONREIR

El aficionado deportivista volvió ayer a Riazor, que ofreció de nuevo una gran entrada (lejos del pobre aspecto que dejaban ver las gradas antes de la llegada del técnico gallego), y disfrutó de la victoria de su equipo, la tercera seguida en Liga, algo que no ocurría desde la temporada 2013-14, con Fernando Vázquez en la banqueta del coliseo herculino. En aquellos años, entre el 5 de abril y el 20 del mismo mes de 2014, el Dépor ganó al Real Madrid Castilla, Recreativo de Huelva y Mallorca por 0-2, 2-0 y 0-3. En este último triunfo en Son Moix Ibrahima Sissoko, Luisinho y Borja Bastón fueron los artífices de los goles. Dos victorias a docimicilio y una ante su público que les acercaron a un ascenso que se acabaría consumando poco después.

Con todo, estos datos tienen su trampa. La verdad es que la última vez que el Deportivo ganó tres veces seguidas no fue hace tanto. El año pasado, con Martí en el banquillo (que estaba en el campo como jugador en aquel 0-3 de los de Vázquez al cuadro rojillo), los blanquiazules encadenaron cuatro victorias seguidas: 2-0 al Córdoba en la última jornada liguera; 4-2 y 0-1 al Málaga en la primera ronda de playoff y 2-0 al Mallorca en la ida de una final infausta que terminó con el 3-0 que dio el ascenso al Mallorca y dejó a los gallegos en el pozo de Segunda División otro año más. El principio del fin de ese equipo que ahora intenta salir de nuevo a flote. Además, no es cierto que Fernando Vázquez lleve pleno de victorias. La única mancha en su expediente en esta segunda etapa es la derrota en Copa del Rey -desde los once metros, eso sí- ante Unionistas, que ahora se verán las caras ante el Real Madrid. Una eliminación copera que escoció pero en su justa medida.

"CALMA"

Sea como sea, la realidad es que la victoria ante el Cádiz, con Fernando Vázquez como ideólogo y con Merino como brazo ejecutor, ha insuflado vida nueva al Dépor, que se queda a solo un punto de los puestos de permanencia que ahora comparten con 25 Lugo y Tenerife. No obstante, el técnico avisa que aunque el equipo ahora "va sobre raíles" necesita seguir haciendo retoques en lo que queda de mes para poder ensamblar el equipo que él quiere. Con Agbo Uche atado, el técnico pide "calma" y "tranquilidad" a la hinchada por lo que queda, aunque confía en que lleguen nuevos futbolistas, toda vez que parece haber rehabilitado a jugadores como Gaku o Aketxe y que ha acertado de pleno en contrataciones como la de Çolak o Merino.  

En A Coruña miran el calendario para divisar su siguiente víctima, pero saben que esta caerá sin alardes. El Dépor, que esta semana se impuso al todopoderoso Cádiz -que por otro lado atraviesa una crisis de juego con solo un triunfo de los últimos siete envites ligueros-, no gana divirtiendo al respetable. Tampoco los busca. La eficacia es a lo que juega Vázquez, sabedor que para ganar una carrera de fondo como esta importa más ser rápido y constante que hacerlo con florituras. Y de correr, aunque solo sea por la banda,  Fernando Vázquez sabe bastante.