​A Madroa sale al rescate en el peor momento del Celta

Los canteranos están asumiendo el papel de salvadores en un equipo falto de frescura y que suma cinco tropiezos seguidos.

Carreira celebra su gol ante el Levante | Foto: RC Celta

Cinco jornadas sin ganar devuelven al Celta de Vigo a la pelea por la permanencia, una batalla en la que llevan atrapados desde hace tres temporadas. El club gallego no logra dar con la tecla ni en el campo ni en los despachos e incluso algunas voces empiezan a hablar de un cambio de rumbo en lo referido a la dirección del banquillo celeste, algo precipitado, sobre todo si tenemos en cuenta que de los últimos técnicos que han pasado por Balaídos, la propuesta de Óscar García es la ha tenido mejor predicamento entre los jugadores y la afición.

Pero la realidad es que por el momento las pocas cosas buenas que se han visto en el Celta no se traducen en resultados. Algunos jugadores llamados a liderar el equipo, como Santi Mina o Denis Suárez, están todavía muy lejos de su nivel, mientras que aunque la entrega de Aspas o Nolito sigue intacta los años se notan cada vez más. A esto hay que sumar las inoportunas ausencias como la de Aidoo o la inexperiencia de una portería que tiene a Iván Villar como su único inquilino.

Sin embargo, en Vigo sí pueden celebrar el trabajo que se viene realizando desde las categorías inferiores del club y que este año ha permitido a futbolistas como Fontán, Veiga o Carreira disfrutar de minutos en el primer equipo. Este último se erigió ayer como figura del partido al anotar el tanto del empate en su segunda aparición con la elástica celtiña. De hecho, su concurso solo ha sido posible por las lesiones de Hugo Mallo y Kevin, pero su buen hacer parece haberle abierto las puertas del vestuario a sus 20 años.

Una mención aparte merece Miguel Baeza, que pese a tener ficha del filial llegó este verano desde el Madrid Castilla. El cordobés cayó de pie en la disciplina olívica y, pese a que no ha gozado de oportunidades en los últimos dos choques, se ha destapado como un verdadero descubrimiento y como un comodín para los esquemas del técnico del cuadro vigués.