Nach y un piano: ni más, ni menos... ni falta que hace

El artista alicantino participó en el Festival TerraCeo de Vigo en un concierto con un formato único en la larga trayectoria de una de las leyendas vivas del rap en España.

Con solo un piano y sin recurrir a los platos que lo acompañan desde su debut, allá por los 90, Nach demostró, una vez más, que su música y la poesía van siempre de la mano. 

Nach en el Auditorio Mar de Vigo | Foto: Galiciapress

El Auditorio Mar de Vigo guarda más secretos de los que creemos. Más allá de su imponente salón principal, más arriba concretamente, se encuentra el que tal vez sea el escenario más bonito de Galicia, porque ningún otro puede presumir de tener las Cíes de telón de fondo. Allí, en la terraza del Mar de Vigo, se celebra desde mayo el Festival TerraCeo, por el que ya han pasado algunos de los artistas y bandas más reclamados del panorama musical, como Taburete, La Habitación Roja o Juancho Marqués. 

Ayer fue el turno de Nach, Wyygga y Abel Caballero. El alcalde de la ciudad olívica fue el encargado de presentar a los artistas con su particular estilo, mezclando el gallego, el castellano y el inglés para deleite de los asistentes, que se quedaron con ganas de un bis del regidor. Un Caballero que aprovechó la ocasión para, como no podía ser de otra forma, reivindicar a Vigo y sus obras. "Me voy a hacer un poco de propaganda: cuando yo llegué esto era una escombrera. ¡Que bien nos quedó!", celebró el alcalde, que si bien patinó en alguna ocasión, concluyó con un sonoro "¡Viva Vigo!".

WYYGGA Y THAT BASS

Entró Wyygga para calentar el ambiente y teñirlo todo de plomo y oro con su último trabajo, acompañado del DJ That Bass, que con sus ritmos llevó el scratch al siguiente nivel al mezclar una de las joyas del hip-hop de este siglo 'Niggas in Paris' con un clásico setentero como 'Low Rider'.

UN ATARDECER CON NACH

Con la caída del sol llegó Nach al escenario, con el público entregado. El de Alicante -que no Albacete, don Abel Caballero-, llevó a Vigo una propuesta tan arriesgada como efectiva: un piano y su voz. Nada más. "Sin artificos", como dijo él mismo. 

Por su estilo, Nach se asemeja a veces más a un cantautor que a otros raperos de su quinta. Tal vez por eso no fue una sorpresa ver que todas las piezas encajaban y que 'El idioma de los dioses' con el único acompañamiento de un piano era todo cuanto necesitaba un tema que es toda una oda a la música.

Nach y el atardecer en Vigo | Foto: Galiciapress

Entre canción y canción, además de descubrir uno de sus últimos trabajos inéditos forjados durante la pandemia, Nach tuvo tiempo de hablar de frustraciones, de injusticias, del hip-hop, de amor y de dolor, a veces indistinguibles. Trufado todo de vivencias personales y de poemas convertidos en lemas de vida, también hubo tiempo para algunas de sus canciones clásicas como 'Amor libre', 'Grande' o 'Manifiesto', que tuvieron como telón de fondo, además de las notas que brotaban del piano, el ocaso en las Illas Cíes. El mejor acompañamiento para una tarde de terraceo. Ni más. Ni menos. Y ni falta que hizo.