Ligar en los bares, la costumbre que mató la Covid-19 y se mudó a Internet

Si ya antes costaba romper el hielo, desde el estallido de la crisis sanitaria ligar se ha convertido un deporte de riesgo solo apto para valientes. Elementos como las mascarillas o la distancia de seguridad reducen la interacción y evitan que nos lancemos en muchos casos a conocer a gente nueva.

De hecho, la propia pandemia nos ha predispuesto psicológicamente a ser especialmente cautos a la hora de entablar nuevas relaciones, algo que ha afectado a grandes y pequeños. Sin embargo, socializar y la búsqueda de personas con las que compartir nuestros gustos, nuestras pasiones y, en definitiva, nuestra vida, es irrefrenable y parte de la condición humana. Y como no se le puede poner puertas al campo, las webs de ligoteo y búsqueda de relaciones serias se han convertido en el refugio de muchas personas que buscan un primer contacto de forma segura y tratando de afinar el tiro lo máximo posible.

La oferta de portales para buscar pareja o ligue en la Red no deja de crecer. Estas páginas comparadoras de webs de citas como Lovino permiten a los usuarios ser más selectos a la hora de elegir la plataforma que más se ajusta a sus necesidades y deseos, especialmente en un momento en el que ha cambiado tanto la forma de relacionarse por la crisis sanitaria.

Así, para ser todavía más certeros, muchos acuden en primer lugar a comparadores  que les ayudan a elegir el chat que más se ajusta a lo que están buscando, especialmente en este momento en el que las nuevas formas de relacionarse están provocando tantos cambios. De esta forma pueden encontrar plataformas que, según tu orientación sexual y tu localización, te acercan a tu potencial otra mitad, pero también espacios en los que la mayoría quieren nuevas amistades, o relaciones esporádicas. La facilidad para registrarse o la discreción son otros elementos que buscan los usuarios.

Es entre los jóvenes donde tal vez se haya hecho más presente esta tendencia al alza del “ligue a distancia”. Las webs y aplicaciones para conocer gente han experimentado un crecimiento exponencial desde hace año y medio. Con los bares vacíos, los salones virtuales se llenaron de gente que buscaba su media naranja, nuevas amistades o, sencillamente, combatir el aislamiento, una circunstancia que ha derivado en problemas psicológicos en muchos casos, manifestados en episodios de ansiedad o depresión. A los más jóvenes les ha costado mucho cambiar el chip, incluso ahora que las discotecas reabren sus puertas y la nueva normalidad permite recuperar ciertos hábitos que creíamos olvidados.

Tanto es así, que algunos estudios señalan que más de la mitad de los jóvenes reconoce tener miedo a ligar en persona. Prácticamente dos de cada tres manifiesta abiertamente que la pandemia ha cambiado la forma de encontrar pareja por el miedo al contagio y el desconocimiento a si la persona por la que nos sentimos atraídos cumple las normas de higiene mínimas, como el uso del gel hidroalcohólico o la mascarilla.

Es en este punto donde los entornos virtuales cobran especial importancia. Si ya antes las redes sociales servían para tender puentes -los fueguitos, los emojis, los MD...- ahora la posibilidad de realizar un cribado según los intereses y la afinidad que podemos tener con los candidatos a ocupar nuestro corazón o nuestro día libre hace que el cortejo sea más fácil que nunca al eliminar muchos prejuicios y barreras, ya que la persona que se encuentra al otro lado de la pantalla está buscando lo mismo que tú.