La reapertura de la piscina olímpica de Pontemuíños depende de la sequía, informa Fundación Rías do Sur

La alerta por sequía está condcionando la puesta en marcha de la piscina olímpica de 50 metros.

Mientras, la apertura de la piscina de 25 metros de Pontemuíños podría darse para el inicio del curso escolar, señala la Fundación. 

La Fundación Rías do Sur ha confirmado este miércoles su intención de reabrir para el curso escolar la piscina de 25 metros del complejo Pontemuíños, en Pontevedra, mientras que ha reconocido que la puesta en marcha de la olímpica, de 50, dependerá del fin de la prealerta por sequía decretada por la Xunta para el entorno del río Lérez.

En una rueda de prensa, el presidente de esta entidad, Héctor Vilariño; su responsable jurídico, Faustino Seoane; y el concejal de Deportes, Tino Fernández, han avanzado los próximos pasos que dará la Fundación después de que un auto judicial decretase como medida cautelar la reapertura de estas instalaciones para permitir la actividad de deportistas federados y socios, mientras se dirime el conflicto con la concesionaria, la empresa Sidecu.

Los responsables de Rías do Sur han denunciado en el Ayuntamiento de Pontevedra el estado "lamentable" de la piscina olímpica, con problemas estructurales y falta de mantenimiento en los mecanismos internos de climatización, filtrado y clorado.

A pesar de la voluntad de que vuelva a abrir para el nuevo curso escolar, han admitido que la situación actual de prealerta por sequía supone un contratiempo, ya que los trabajos de mantenimiento previstos precisan de un vaciado completo del vaso. "No llenaremos la piscina nuevamente hasta que la situación cambie", ha confirmado Vilariño.

Sin embargo, con la de 25 metros no sería necesario ese proceso, lo que permitirá su puesta en funcionamiento en torno al inicio del próximo curso escolar.

CERRADO DESDE ABRIL

Este recinto, situado en Pontemuíños, permanece cerrado desde el pasado 1 de abril, cuando la concesionaria alegó unos "inasumibles costes energéticos" para mantener la actividad. Ahora la Fundación asumirá con fondos propios los gastos derivados de las reparaciones y puesta a punto, así como las labores de mantenimiento y el personal.

Todos estos gastos se reclamarán en la demanda judicial que presentarán contra la concesionaria en los próximos días.