Así destrozó el Deportivo de A Coruña al Mirandés para ponerse segundo (1-5)

Los blanquiazules, que en la jornada anterior habían sufrido para imponerse al Sporting de Gijón, se han reencontrado con el gol y han confirmado que su fondo de armario es un activo clave para solventar situaciones de apuro. Este resultado les sitúa además entre los equipos todavía imbatidos de la categoría. En un momento en que el conjunto herculino busca la estabilidad y la regularidad, la mano del entrenador catalán parece dar sus primeros frutos y su apuesta por el ataque se ve recompensada en el marcador.

Un arranque fulgurante

El encuentro se inició con un Dépor que rápidamente tomó el control, adelantándose en el marcador a los 14 minutos. La combinación entre Mario Soriano y Luismi Cruz fue letal. El gaditano, muy activo durante el partido, se encargó de colocar el 0-1, picando el balón por encima del portero rojillo, Nikic. Poco después, y tras varios acercamientos de los locales que pusieron a prueba a la defensa coruñesa, Luismi Cruz se topó con un balón suelto en la frontal del área para anotar el segundo, mostrando su olfato goleador y confirmando su buen momento de forma.

La reacción del Mirandés, que ha sido incapaz de sumar en su feudo, fue esporádica. El conjunto jabato, bajo la dirección de Fran Justo, intentó generar peligro con Bauza y Carlos Fernández, que forzó la intervención de Germán Parreño, un portero que está rindiendo a un gran nivel esta temporada y se ha convertido en una pieza fundamental del esquema defensivo herculino. Sin embargo, la ventaja deportivista en el marcador era ya demasiado grande.

Gol y respuestas rápidas

Tras el descanso, el Mirandés salió con la clara intención de revertir la situación, realizando dos cambios que refrescaron el equipo, pero el Dépor respondió con una peligrosa ocasión de Mulattieri, cuyo disparo se estrelló en el palo. El dominio local se hizo más patente, pero los gallegos se mostraron serenos, esperando su oportunidad para sentenciar. Aunque el Mirandés se acercó con un tanto de Bauza, que puso el 1-2 en el marcador, la alegría de los locales duró muy poco. Justo en el momento en el que el Mirandés parecía encontrar su mejor versión, el Dépor demostró su talento ofensivo con una respuesta rápida y contundente.

Apenas unos minutos después de encajar el gol, el delantero neerlandés Eddahchouri, que entró en el terreno de juego con un gran hambre goleadora, se encargó de disipar cualquier duda sobre la victoria blanquiazul, marcando un hat-trick que silenció a la grada y evidenció la falta de solidez defensiva del Mirandés. En las últimas jornadas, este tipo de resultados contundentes en las segundas partes han sido habituales, mostrando un Dépor que no baja los brazos y que continúa con su presión alta hasta el final del partido.

Un tridente de garantías

La profecía del entrenador del Mirandés, Fran Justo, que había advertido sobre la capacidad de los gallegos para castigar incluso cuando el rival hace bien las cosas, se cumplió al pie de la letra. Los goles de Eddahchouri, combinados con la habilidad de Mario Soriano y la gran actuación de Luismi Cruz, confirmaron que el Dépor cuenta con un tridente de garantías en el ataque. El Mirandés, visiblemente afectado por el esfuerzo, bajó los brazos y se rindió ante la exhibición goleadora de su rival.

El quinto y último gol del partido fue el que redondeó la "manita" del Deportivo. Un tanto que llegó tras una gran acción individual de Eddahchouri, que se deshizo del portero para sentenciar el partido. Este resultado es un aviso a navegantes para el resto de la categoría, ya que el Dépor muestra una enorme solidez en todas sus líneas y una capacidad de definición que le permite resolver los partidos de manera rápida y eficiente. Ahora, la afición gallega espera que esta racha de victorias continúe en las próximas jornadas para seguir escalando posiciones y consolidarse como uno de los candidatos al ascenso.