Javier Domínguez Lino, presidente de Sogama: "No hay que conformarse con tratar los residuos sin más, sino convertirlos en recursos"

El próximo gran hito de Sogama será la puesta en marcha de sus instalaciones en Vilanova de Arousa, en Baión. ¿Qué significa esta apertura para Sogama y qué beneficios traerá a los vecinos de la zona?

La entrada en funcionamiento de la planta de biorresiduos de Vilanova de Arousa es un grano hito dentro de la red de infraestructuras públicas diseñada por la Xunta de Galicia, y ejecutada por Sogama, para ayudar a los ayuntamientos, que son los que realmente tienen la responsabilidad en la gestión de los residuos, a dar debido cumplimiento a la legislación vigente.
 

Esta red, a la que se destinó una inversión de 45 millones de euros, de los cuales 30 millones proceden de los Fondos Feder React-IU, como responde de la Unión Europea a la crisis de la Covid-19, está integrada por cuatro plantas de biorresiduos, una por provincia, apoyadas por trece plantas de transferencia que cuentan con una tolva específica para el trasvase de la materia orgánica, desde donde es transportada hasta la planta de biorresiduos más próxima. Y es precisamente este principio, el de cercanías a los centros de generación, lo que define en buena medida las 17 instalaciones que participarán en la valorización de la materia orgánica mediante su transformación en compost de calidad.

La planta de Vilanova está dimensionada para tratar los residuos orgánicos procedentes de 26 ayuntamientos y, en el caso del parque empresarial de Baión, puede servir de motor y palanca para atraer a otras industrias, con la particularidad de que la instalación cuenta con las medidas ambientales más innovadoras para que su actividad sea plenamente respetuosa con el entorno y el bienestar del vecindario.

El 31 de diciembre de 2023 es la fecha límite para que los ayuntamientos instauren la recogida selectiva de la materia orgánica a través del contenedor marrón, del que también se encarga Sogama. ¿Cómo estamos en este sentido? ¿Cumpliremos con el plazo? Y, ¿qué cambios supone para lo ciudadano este contenedor?

La gestión de los residuos es una competencia municipal, por lo que la contenerización y la recogida de este nuevo contenedor marrón depende directamente de los ayuntamientos. Sogama se encarga del tratamiento de la fracción orgánica una vez es depositada por los entes locales en sus instalaciones.
 

Sabemos que hay ayuntamientos que están trabajando intensamente para cumplir el plazo que marca Europa, que está a la vuelta de la esquina. No hay tiempo que perder y nos consta que hay municipios que han previsto hacer sus primeras entregas el próximo mes de diciembre. No obstante, debe tenerse en cuenta que la incorporación de un nuevo contenedor a las calles exige estudios previos en cuanto a localización, logística, en muchos casos también modificación de los contratos con las empresas de recogida y, por supuesto, el desarrollo previo de campañas formativas y de concienciación. Requiere de un exhaustivo trabajo preliminar que lleva su tiempo, pero que necesariamente hay que hacer para que la implantación de la recogida diferenciada de la materia orgánica sea exitosa.

En todo caso, la Xunta, a través de Sogama, sí dio debido cumplimiento a su compromiso de tener lista la red de infraestructuras para la valorización de la materia orgánica antes del próximo 31 de diciembre.

"Sabemos que hay ayuntamientos que están trabajando intensamente para cumplir el plazo que marca Europa, que está a la vuelta de la esquina"

Además de las plantas de compostaje, Sogama cuenta con una amplísima red de plantas de transferencia. ¿Ya está tejida completamente la red o aún faltan más puntos en este sentido?

La infraestructura industrial de Sogama está conformada por un Complejo Medioambiental localizado en Cerceda, donde se centraliza la gestión y tratamiento de los contenedores amarillos y genéricos, una red de plantas de transferencia conformada por 37 instalaciones, ubicadas estratégicamente por el territorio gallego, y cuatro plantas de biorresiduos (Cerceda, en A Coruña, Cervo, en Lugo, Vilanova de Arousa, en Pontevedra, y Verín, en Ourense).

De las 37 plantas de transferencia, seis dejaron de utilizarse y se construyeron otras seis con mayores prestación y eficiencia, incorporando también la tolva para la materia orgánica (es el caso de Cee, Ponteceso y Curtis, en A Coruña; Riotorto, en la de Lugo; y A Lama y Arbo, en la de Pontevedra) y siete están prácticamente remodeladas.
 

No obstante, debe precisarse que no son plantas de tratamiento de residuos. Las plantas de transferencia tienen como función trasvasar de forma diferenciada los residuos del contenedor amarillo (envases de plástico, latas y briks) y genérico (fracción resto -no reciclable-), y en algunas también el marrón, para propiciar su transporte, en contenedores de gran capacidad, a la planta de tratamiento. Por lo tanto, en estas instalaciones no hay almacenamiento ni manipulación ni tratamiento de residuos, solo una transferencia.
 

DAR UNA NUEVA VIDA A LOS DESPERDICIOS

Desde Sogama persiguen la valorización de los residuos en plantas como esta. ¿En qué consiste este tratamiento y qué obtenemos en este proceso?

La materia orgánica que llega a las plantas de biorresiduos se somete a un proceso de selección para retirar los materiales impropios, es decir, residuos que no son materia orgánica y que siguen su propio canal de recuperación y/o reciclaje. A continuación, la fracción orgánica circula por una serie de etapas, que tienen sus tiempos, como son la de fermentación y maduración, y posterior almacenamiento, llevando a cabo, de forma simultánea, los correspondientes tratamientos de aire y de aguas a través de las últimas tecnologías disponibles, tanto de encausado como de control de olores y ruido.
 

Además, quiero destacar que, en un 50%, estas instalaciones son autosuficientes desde el punto de vista energético, ya que disponen de paneles solares fotovoltaicos, contribuyendo de este modo a la lucha contra el cambio climático.

Para los próximos años el objetivo que se fijó Sogama es el de pasar de ser una empresa de tratamiento de residuos a una generadora de recursos. ¿Cómo está siendo esta transición? 

Precisamente estamos trabajando en el plan estratégico de la Sociedad para el período 2024-2030, en el que cobra protagonismo la digitalización, tanto a nivel industrial como administrativo con el objetivo de ganar en agilidad y eficiencia, la descarbonización de los procesos, la profesionalización de los operarios que están trabajando en las distintas plantas y, por supuesto, la economía circular.
 

En un mundo en el que los recursos naturales son muy escasos y limitados, Sogama no debe conformarse con tratar los residuos sin más, sino convertirlos en recursos, pero en recursos de calidad que puedan incorporarse al circuito comercial con una nueva vida y con plenas garantías. La pretensión es que la sostenibilidad esté incorporada a los distintos campos de actividad de una empresa pública autonómica que, además de ayudar a proteger el medio ambiente gallego y contribuir a la calidad de vida y bienestar de la ciudadanía, también desempeñe un papel clave en el progreso y crecimiento  económico de nuestra tierra.
 

"PERCIBIMOS MAYOR PREOCUPACIÓN POR EL MEDIOAMBIENTE"

Para que todo esto cristalice, Sogama necesita que la ciudadanía sea sensible con un tema como el reciclaje y mismo con el compostaje doméstico, como las experiencias que puso en marcha Sogama. ¿Somos una población formada en este campo? ¿Vio una mayor concienciación en los últimos años? ¿Cómo puede participar Sogama en ese proceso pedagógico?

Sogama está haciendo un gran esfuerzo en la formación y concienciación de la ciudadanía en torno a la gestión sostenible de los residuos municipales. Tenemos un programa de visitas al Complejo Medioambiental de Sogama, que ya está muy asentado y por lo que pasaron más de 81.000 personas; lideramos un programa denominado ‘Recíclate con Sogama’, que se canaliza a través del Plan Proyecta de la Xunta de Galicia, y en el que trabajamos en el reciclaje en distintos centros educativos; también tenemos un programa de sesiones formativas externas, destinado a las escuelas, vecindario de los concellos, asociaciones, etc; lideramos campañas en las que, con distintos formatos, trabajamos al por menor el principio de los tres erres a fin de que la población incorpore a sus hábitos diarios la reducción de la producción de residuos, la reutilización y el reciclaje, etc. 

Es decir, ponemos todos los recursos a nuestro alcance para que el ciudadano sepa lo que tiene que hacer, como lo tiene que hacer y que, además, lo haga desde el convencimiento. Y este esfuerzo está dando sus frutos. Percibimos mayor sensibilidad, mayor preocupación alrededor del medioambiente y, por supuesto, mayor implicación. Pero tenemos que seguir haciendo mucha pedagogía porque la protección del medio ambiente será una realidad cuando todos actuemos desde la corresponsabilidad.
 

La economía circular es uno de los grandes retos ya no solo del tejido empresarial gallego, sino del conjunto de la sociedad para la sostenibilidad. ¿Cree que Galicia se encuentra en una mejor posición que otras comunidades o aún queda mucho por mejorar?

Galicia está dando pasos de gigante en la sostenibilidad y en la economía circular. Prueba de esto es la notable reducción de los porcentajes de vertido respecto de otras comunidades y la activación de mecanismos para reforzar la lucha contra el cambio climático. 

No soy muy partidario de hacer comparativas porque cada territorio tiene sus particularidades, pero la gran preocupación por la protección del entorno y el desarrollo sostenible está presente en todo momento, y de forma transversal, en las distintas políticas de la Xunta de Galicia: se apuesta por el crecimiento económico, pero de una forma equilibrada y desde el compromiso con la protección ambiental y la cohesión social. 

"Queremos ser un actor relevante en la transformación de Galicia hacia una economía próspera, moderna, competitiva, eficiente en el uso de los recursos y respetuosa con el entorno"

Y, ya con vistas al 2024, ¿cuáles son los grandes proyectos de Sogama para el año que viene?

La puesta en marcha del plan estratégico 2024-2030 es nuestro gran proyecto porque, dentro de este, figura el compendio de actuaciones que llevaremos a cabo y que se orientan hacia la mayor eficiencia y el mejor servicio público. Queremos ser un actor relevante en la transformación de Galicia hacia una economía próspera, moderna, competitiva, eficiente en el uso de los recursos y respetuosa con el entorno, que preserve al mismo tiempo la salud de los ciudadanas y que mejore su bienestar y calidad de vida. Queremos ser referentes en la valorización de residuos y la economía circular, analizar y estudiar la gestión y tratamiento de nuevas fracciones de residuos municipales, descarbonizar nuestros procesos, en línea con el Pacto Verde Europeo, e incorporar a nuestra gestión la inteligencia artificial y la robotización. Es decir, queremos contribuir a que el presente y futuro de Galicia sea realmente sostenible.