Nestlé en Pontecesures bajo la duda: ¿habrá despidos en la fábrica gallega?

El lema de Nestlé; “Good Food, Good Life” (Buena Comida, Buena Vida), no se ve acorde con el momento que viven los y las trabajadoras de la firma suíza, sobre todo el personal de la factoría de leche condensada en Pontecesures. La multinacional alimentaria atraviesa un momento clave de transformación global bajo una nueva dirección en Suiza. El nuevo cuadro directivo incluye a Pablo Isla, el que fuera una de las cabezas pensantes del grupo Inditex hasta su renuncia y posterior incorporación a Nestlé. El temor entre muchso y muchas es que Isla repita las mismas formas que aplicó en Inditex con el cierre de más de 200 tiendas y la pérdida de empleos. Por ello, la incertidumbre se cierne sobre la factoría de Pontecesures, enclave histórico de la multinacional. Las decisiones estratégicas de la compañía alerta a los 240 trabajadores de la planta gallega y de todo el tejido social del municipio.

Nestlé: cambios en el nido

En octubre, Nestlé anunció una importante reestructuración tras un cambio profundo en su cúpula. Philipp Navratil asumió la dirección general de la firma después del despido de Laurent Freixe. Este último habría incumplido el código de conducta interno, mientras el consejo de administración adelantó el nombramiento de Pablo Isla —expresidente ejecutivo de Inditex— como presidente del grupo, un nombramiento previsto inicialmente para 2026. Isla, quien ya formaba parte del consejo desde 2018, se convirtió en la nueva cara de la empresa al frente de un ambicioso plan de transformación global orientado a la eficiencia y la rentabilidad.​

Tras estos cambios, Nestlé anunciaba este pasado 16 de octubre la intención de reducir su plantilla mundial en 16.000 puestos durante los próximos dos años. El objetivo sería ahorrar hasta 3.000 millones de francos suizos al cierre de 2027. La medida afectará principalmente a empleados administrativos y personal de soporte, aunque también implicará ajustes en plantas y cadenas de suministro. La compañía asegura que los cambios se aplicarán «de forma gradual» y con acompañamiento social, priorizando la innovación y las inversiones en áreas de mayor rentabilidad.

Pontecesures, un siglo de historia

La planta de Nestlé en Pontecesures ha estado más de un siglo operando y es la única en Galicia. Su actividad se ciñe a la producción de leche condensada destinada a toda España, el norte de Europa y el Sahel. Más de 240 personas —trabajadores fijos y temporales, en su mayoría vecinos del municipio— dependen de sus operaciones. 

La CIG, sindicato mayoritario en el comité de empresa, ha pedido explicaciones a la dirección tras conocerse los anuncios desde Suiza. Según Cecilia Tarela Barreiro, asesora sindical, la empresa no ha comunicado impacto alguno en España, aunque la inquietud persiste dado el precedente de Isla en Inditex, donde impulsó cierres masivos de tiendas en busca de eficiencia.

“Sacrificar 16.000 empleos para recuperar 3.000 millones de euros no puede considerarse casualidad”, expresó Tarela, reflejando el temor de la plantilla a que Nestlé priorice el capital económico sobre el humano. Desde la empresa, fuentes consultadas subrayan que no existen indicios de recortes en Pontecesures ni en otros centros de trabajo, aunque admiten que continúa una revisión de todas las estructuras productivas.

Actualmente, Nestlé tiene una fuerte presencia en España, con diez centros de producción repartidos en cinco comunidades autónomas y una facturación que en 2023 alcanzó los 2.438 millones de euros. La compañía es un actor clave en la industria alimentaria española, con marcas tan conocidas como Nescafé, Nespresso, La Lechera o Buitoni.

Una visión, ¿de futuro?

Según los directivos, el plan de Nestlé busca adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado alimentario, presionado por la inflación y los cambios en los hábitos de consumo. Bajo esta idea la compañía ha decidido priorizar la digitalización, la sostenibilidad y la introducción de productos más saludables. El origen de esta política es el crecimiento en nichos como la nutrición funcional y los alimentos de origen vegetal. 

Quizá sea ese el motivo de la incorporación de Pablo Isla, cuyo perfil ha convencido a los demás directivos de Nestlé para “equilibrar rentabilidad global y estabilidad laboral”.

Mientras se concretan las transformaciones, Pontecesures mantiene la esperanza en la ampliación de su planta y en su especialización en un producto estratégico como es la leche condensada. Se espera que estos dos factores protejan su futuro industrial. El compromiso de Nestlé con Galicia, forjado durante décadas a través de la colaboración con ganaderos y proveedores locales será puesto a prueba en los próximos meses.