Europa se enfrenta a 42 °C: una ola de calor extrema obliga a tomar medidas urgentes

Europa ha activado todas sus alertas ante la primera gran ola de calor de 2025, que está llevando las temperaturas hasta los 42 °C, afectando ya a millones de personas en el sur del continente. Las advertencias por calor extremo, riesgo para la salud pública y propagación de incendios se han multiplicado en las últimas horas mientras la emergencia climática muestra sus efectos más devastadores.

España en alerta máxima: calor diurno y nocturno pone en riesgo a los más vulnerables

La Agencia Estatal de Meteorología de España (Aemet) emitió este viernes una alerta especial por altas temperaturas, avisando de que algunas zonas del sur del país podrían alcanzar los 42 °C en los próximos días.

Según Aemet, se esperan “temperaturas muy altas y persistentes, tanto diurnas como nocturnas”, lo que supone un riesgo elevado para personas expuestas y colectivos vulnerables.

El Ministerio de Salud de Madrid ha instado a la población a mantenerse a la sombra, hidratarse y cuidar especialmente de mayores, embarazadas y personas con enfermedades crónicas. Las autoridades temen un incremento de emergencias sanitarias si la situación se prolonga.

Portugal en máxima alerta por incendios y calor en Lisboa

En Portugal, las condiciones también son críticas: dos tercios del país estarán en alerta máxima el domingo por temperaturas extremas e incendios forestales. Se esperan hasta 42 °C en Lisboa, y las autoridades temen que los bosques secos se conviertan en combustible para nuevas llamas.

Medidas excepcionales en Francia: piscinas gratuitas en Marsella para combatir el calor

Las temperaturas cercanas a los 40 °C en Marsella han llevado al gobierno local a abrir gratuitamente las piscinas públicas. Es una medida de emergencia para facilitar que la población enfrente el calor mediterráneo, que golpea con fuerza especialmente a los barrios más densamente poblados.

Italia: restricciones laborales y presión sindical ante temperaturas extremas

Italia también sufre la embestida del calor. En Nápoles y Palermo, el termómetro podría llegar a los 39 °C, lo que ha llevado a la región de Sicilia a prohibir el trabajo al aire libre durante las horas más calurosas del día. Una decisión replicada en Liguria, en el norte, mientras los sindicatos presionan para extender la medida a todo el país.

En Venecia, en medio de celebraciones por la boda del fundador de Amazon, Jeff Bezos, con Lauren Sánchez, turistas, manifestantes e invitados se enfrentan a temperaturas sofocantes. “Intento no pensar en ello, pero bebo mucha agua y no me quedo quieta, porque es cuando te da una insolación”, relató una estudiante italiana a la prensa local.

Grecia: incendios y evacuaciones cerca de Atenas

La situación se ha agravado en Grecia, donde las temperaturas rondaban los 40 °C cuando un gran incendio forestal estalló al sur de Atenas el jueves. Las autoridades ordenaron evacuaciones y cortes de tráfico en tramos de la carretera costera que conecta con Sunión, donde se encuentra el histórico Templo de Poseidón, una zona de gran valor turístico.

Europa, epicentro de la crisis climática

La ola de calor actual se suma a una larga lista de récords climáticos recientes, incluido el marzo más caluroso jamás registrado en Europa, según el monitor climático Copernicus de la UE.

Los científicos advierten que los fenómenos extremos como huracanes, sequías, inundaciones y olas de calor se volverán más frecuentes e intensos debido al calentamiento global.

El año pasado fue el más caluroso de la historia, con desastres naturales que costaron más de 300.000 millones de dólares. Un estudio publicado por The Lancet Public Health reveló que las muertes por calor en Europa podrían triplicarse antes de 2100, afectando especialmente a los países del sur, como España, Italia y Grecia.

Una señal de alarma que Europa no puede ignorar

La ola de calor de 2025 no es un evento aislado: es una advertencia contundente de un clima cada vez más hostil y desigual. Las consecuencias no solo se miden en grados, sino en vidas, recursos y estabilidad social. Europa está en alerta, pero el planeta entero está en juego.