Almacenamiento energético, un recurso para renovables y contra apagones: “Aporta fiabilidad al sistema”

A vista de pájaro, podemos encontrarnos placas solares en muchos más tejados de los que a priori cabria esperar. También en largos terrenos donde exprimimos cada gota de sol que baña el territorio. Sin embargo, tendemos a creer que, si no hay sol, ya no hay energía. Esto sería así si no existiesen los sistemas de almacenamiento energético presentes en muchas instalaciones a modo de batería, de manera que podamos guardar toda esa energía generada y racionarla, ya no solo en la solar, sino con otras formas de energía renovable.

CADA VEZ MÁS PRESENTE Y SIN MOLESTIAS

La del almacenamiento energético es hoy una de las industrias en franco crecimiento y de ello da fe María Pérez Medel, responsable de proyectos de almacenamiento energético de Naturgy, enfocada en estos procesos para “guardar energía durante un tiempo determinado para, luego, devolverla al sistema cuando resulte más adecuado”. “Es un concepto sencillo”, reconoce Pérez, que no obstante puntualiza que “es la tecnología la que lo complica un poco más”.

El sistema eléctrico nacional permite el concepto de hibridación que consiste en instalar distintas instalaciones compartiendo el mismo punto de acceso a la red. Aunque regulatoriamente todas las instalaciones son “hibridables”, sí pueden existir limitaciones dependiendo “del espacio existente en la instalación, o si no lo hay, de la viabilidad medioambiental de las áreas próximas”, lo que dificulta que algunas instalaciones puedan someterse a este proceso de hibridación.

Los sistemas de almacenamiento pueden incorporarse a muchos proyectos de generación de energía, tanto futuros como ya existentes. “Los proyectos ya instalados ya han superado correctamente toda la tramitación y sus correspondientes evaluaciones ambientales. Cuando están operado es porque quiere decir que ya han llegado a buen puerto y tienen una buena aceptación social”, lo que hace estos proyectos óptimos para hibridar, reflexiona Pérez. 

En esa línea, desde Naturgy sostienen que incorporar los sistemas de almacenamiento a infraestructuras ya consolidadas no supone ningún impacto adicional “más allá del paso puntual de camiones para el transporte de los equipos” durante el tiempo que dure la obra, que se basa en instalar los contenedores de almacenaje. “Al final tiene su repercusión positiva, porque mueves trabajo, generas empleo, y los impuestos se revierten en el municipio en el que está situado el sistema de almacenamiento”, abunda Pérez. 

“PERMITE DAR MUCHOS SERVICIOS ADICIONALES”

En este contexto, y con todas las posibilidades que ofrece España, la actualidad pasa por establecer de una vez por todas las reglas que van a regir este juego, donde hasta el momento los límites resultaban algo difusos para el desarrollo de la industria. Recientemente el Gobierno de España aprobó el Real Decreto para potenciar el almacenamiento energético y garantizar la estabilidad del sistema, un impulso que desde una energética puntera como Naturgy celebran y entienden dentro de la progresión que se viene dando en los últimos años. 

“Es una orden ministerial muy importante, porque una de las de las cosas que se pueden destacar son las facilidades de tramitación con las que se quiere potenciar en la hibridación. Al final, la hibridación lo que te permite es aprovechar los recursos ya existentes en la instalación de almacenamiento, de forma que puedes optimizar la infraestructura de evacuación existente”, detalla Pérez, que pone como ejemplo los proyectos que ya viene desarrollando Naturgy “donde planteamos que ese desarrollo de almacenamiento se haga dentro de la planta ya existente”.

“Lo que hacemos es reducir muchísimo el impacto que puedan tener estos estos proyectos. No tenemos que ocupar nuevo suelo, no tenemos que hacer nuevas instalaciones de línea y de transporte. La hibridación lo que permite es que estemos dando un servicio extra al sistema, que es muy necesario, con el mínimo impacto en desarrollo”, agrega. 

La necesidad de contar con este recurso extra viene dada por episodios como el registrado la primavera pasada por el gran apagón que provocó un auténtico terremoto en el sector energético, obligando a toda la industria a levantar el sistema prácticamente de cero en una circunstancia que nunca antes se había dado en el territorio nacional. Tras este suceso, la tesis de implementar más sistemas de almacenamiento se trasladó a toda la necesidad, pues estos “no solo trasladan energía, sino que permiten dar muchos servicios adicionales”. 

“Cada vez el sistema eléctrico es más complejo y necesita más servicios. El almacenamiento energético puede jugar un papel importante, porque puede dar tanto fiabilidad como capacidad firme al sistema”, comprende Pérez, que pide también “más regulación” para habilitar que estos sistemas “puedan dar servicios” y colaborar, en ocasiones excepcionales como la que se dio el pasado mes de abril, “en el reinicio del sistema desde el ‘Black Start’ o para dar control de tensión”. 

Las energías renovables permiten este almacenamiento de energía, con el ejemplo más claro de la energía solar, pues hay una buena parte del día donde no puede sacarse toda la rentabilidad a ese recurso de la fotovoltaica. “En España las industrias, el sector servicio o los hogares necesitan consumir energía durante muchas más horas. El almacenamiento ayuda a que esa energía, que es la más económica, se pueda trasladar a otras horas del día, dando además fiabilidad y estabilidad al sistema”, razona Pérez. 

En los próximos años estos sistemas prometen caminar de la mano con la Inteligencia Artificial, ya tan presente en la mayoría de sectores. El almacenamiento energético permite dar servicios prácticamente inmediatos y la IA puede ser una herramienta para acelerar todavía más esa reacción en cuanto llegue la señal necesaria. “También nos puede permitir ver en qué mercados es más necesaria. Los sistemas inteligentes pueden permitirnos optimizar el funcionamiento, ayudarnos a que estos activos no solo operen y den servicio, sino que sean más rentables”, infiere.

GALICIA, UN LUGAR IDEAL PARA EL DESARROLLO DEL ALMACENAMIENTO

Con todos estos ingredientes, en Galicia se dan todas las condiciones para que puedan ponerse en marcha más proyectos capaces de generar y almacenar energía, teniendo en cuenta el potencial de una comunidad que resulta “muy importante en cuanto a generación renovable”. La comunidad gallega se erige como un elemento fundamental para la transición renovable, con cada vez más proyectos que ven en este territorio todas las oportunidades que puede ofrecer el almacenamiento energético en campos como la eólica, con la referencia del proyecto de almacenamiento stand alone, conectado directamente a red, en Vigo.

Las administraciones públicas parecen ser sensibles también a la realidad del sector y prueba de ello es el anuncio que hizo la ministra Sara Aagesen para la asignación de 840 millones de euros a más de 140 proyectos que reforzarán el almacenamiento energético, una muestra para Pérez de que “se está apostando fuerte por el almacenamiento como un factor clave de la transición energética”. 

“Eso se ha traducido en regulación para que el almacenamiento sea una realidad y se está apostando para ayudar a que el sector sea viable económicamente y pueda desarrollarse”, sostiene Pérez, recordando el uso de fondos FEDER, las ayudas Next Generation del PERTE para impulsar, de manera definitiva, el almacenamiento energético como una garantía de energía contenida y dispuesta para los usuarios.