#Claves de la semana

Todos los presidentes del PSOE y del PP negociaron cesiones ante la Generalitat de Cataluña

El Partido Popular acusa al Partido Socialista de querer conseguir la investidura de Pedro Sánchez a cambio de concesiones a los nacionalistas en materia financiera. Lo cierto es que la historia demuestra que los presidentes conservadores también cedieron o negociaron cesiones ante las demandas de la Generalitat.Aznar incluso dijo que hablaba catalán en la inty.


|

 

Captura de pantalla 2023 08 03 175750
Presidentes del Gobierno - Fotos de EP - Montaje de CatalunyaPress

 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tendrá que negociar con Junts y Esquerra Republicana de Catalunya para poder ser investido presidente, unas conversaciones que posiblemente acaben en concesiones del Gobierno a la Generalitat. Se habla de amnistía, autodeterminación y posiciones maximalistas que posiblemente no lleguen a ningún puerto. Pero hay un elemento que sí podría prosperar: las concesiones económicas y, concretamente, el sistema de financiación, el eterno problema catalán con el que han tenido que lidiar todos los presidentes españoles, desde Felipe González a Pedro Sánchez, pasando por José Maria Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Hoy muchos dicen que el precio a pagar por Sánchez para ser presidente es inaudito, pero lo cierto es que todos los presidentes españoles se han sentado con sus homólogos en la Generalitat para negociar concesiones económicas a Catalunya. 

 

LA POSIBLE COALICIÓN ENTRE FELIPE GONZÁLEZ Y JORDI PUJOL

 

En el libro 'Memorias III. De la bonanza a un reto nuevo (1993-2011)', donde Jordi Pujol repasa su vida, explica la cercanía que tuvo con el presidente Felipe González y la presión que el PSOE y empresarios catalanes ejercieron para que CiU entrara en el Gobierno socialista, que había perdido por primera vez la mayoría absoluta. Es decir, Felipe González quiso gobernar en coalición con el nacionalismo catalán que ahora tanto detesta. 


Sin embargo, tras una reunión entre ambos en La Moncloa, se descartó la entrada de la federación en el Gobierno y simplemente dieron su apoyo desde fuera. Según Pujol, su aval a la política de González se formalizó en importantes concesiones a Catalunya, que avanzó en su autogobierno, logró la cesión del 15% del IRPF y accedió a los fondos de cohesión europeos. 


Pese a los escándalos del GAL y otros, Pujol mantuvo su fidelidad a los socialistas hasta que la presión fue tan grande, incluso por parte de representantes del PSOE, que le retiró su apoyo y abocó a González a convocar elecciones generales en 1996.

Archivo - José María Aznar y Mariano Rajoy en la cita anual con el Campus FAES
Archivo - José María Aznar y Mariano Rajoy en la cita anual con el Campus FAES

 

EL PACTO DEL MAJESTIC DE AZNAR

 

Luego llegó el Partido Popular al poder con José María Aznar y también pactó con la Convergencia de Pujol. Fue el mismo González quien aconsejó a Pujol que formalizara un acuerdo con los populares para garantizar la gobernabilidad en España, y de ahí nació el 'Pacto del Majestic'. Igual que su antecesor, Aznar también tuvo que hacer concesiones a Pujol. De repente, y después de hacer una campaña electoral muy dura contra Catalunya, Aznar se convirtió en un gran aliado de la Generalitat, e incluso llegó a afirmar, en un momento eternamente recordado, que hablaba catalán en la intimidad. Según Pujol, la firma del Majestic vino con la exigencia de que el Ejecutivo popular pusiera fin a los ataques contra la política y unidad lingüística del catalán. También rebajaron el tono agresivo de Alejo Vidal-Quadras.


Asimismo, el 'Pacto del Majestic trajo a Catalunya mejoras en materia de infraestructuras, financiación y traspaso de competencias como la policía de tránsito y la supresión de la mili. El acercamiento entre los convergentes y los populares fue tan intenso que, en 2002, Aznar ofreció a Pujol entrar en el Gobierno. Así, se convertía en el segundo presidente que ofrecía la gobernabilidad de España al nacionalismo catalán.

 

EL ESTATUT Y LA FINANCIACIÓN DE ZAPATERO


Luego llegó José Luis Rodríguez Zapatero, que también tuvo que pasar por el peaje catalán. Tras una primera legislatura con mayoría absoluta, en 2008 Zapatero necesitó los votos de Convergencia y Unió para revalidar su Gobierno. Entonces, el presidente de la Generalitat era José Montilla, del PSC, que estaba al frente del tripartito. Artur Mas, por su parte, había asumido el liderazgo de CiU para quedarse en la oposición. Sin embargo, Zapatero necesitaba su apoyo en Madrid y finalmente lo consiguió. 

 

El precio de la abstención de Artur Mas fue un modelo de financiación específico para Catalunya diseñado en el nuevo Estatut, que contemplaba un "carácter bilateral" en las relaciones de financiación con "el Estado". El pacto se acabó firmando en 2009 y redujo las aspiraciones de Convergencia. Finalmente se aprobó en el Consejo de Política Fiscal y Financiera un modelo acordado de manera bilateral por el gobierno catalán y el español, gracias al voto afirmativo de 11 comunidades autónomas. El resto se abstuvo. 

 

El peaje que tuvo que pagar Zapatero para conseguir el apoyo catalán fue una aportación al sistema de financiación de más de 11.000 millones, de los cuales casi una tercera parte fueron a parar a Catalunya, además de una cesión tributaria significativa que le dio mucho margen de financiación.

 

EL PACTO FISCAL CON EL INMOVILISMO DE RAJOY 

 

El romance entre la Generalitat y la Moncloa se diluyó en 2011 con la mayoría absoluta de Mariano Rajoy. El líder popular basó gran parte de su relato en la oposición en señalar los pactos de Zapatero con Catalunya - teniendo una amnesia evidente respecto a los pactos de Aznar-, e incluso hizo una gira por España reuniendo firmas contra el Estatut. Con estos antecedentes, la relación entre el nuevo Ejecutivo español y Catalunya iba a ser complicada... y de hecho lo fue. 

 

Al llegar al poder, Rajoy quiso suavizar el tono empleado con la oposición durante la campaña electoral y se acercó al Ejecutivo catalán para negociar una última fórmula para salvar las relaciones destruidas por la sentencia del Constitucional contra el Estatut: el pacto fiscal. Según explicó Mas, a lo largo de 2012 mantuvo varias reuniones con Rajoy, "una parte importante fuera de Moncloa para encontrar un ambiente relajado fuera de los focos" con las que intentar arreglar "el inmenso descosido" que provocó en materia fiscal la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut de Catalunya.

 

Mas buscaba la equiparación de Catalunya al régimen de Navarra y País Vasco. Pero Rajoy tenía 186 escaños y, con la mayoría absoluta, desechó todas las peticiones de Mas: "La respuesta de Rajoy fue taxativamente que no", afirmó Mas en 2017 en un coloquio organizado por el Club Siglo XXI. 

 

El pacto fiscal fue papel mojado y, sumado a la sentencia del Estatut, llevaron a los años más oscuros de la relación entre Catalunya y España, con la convocatoria de la consulta en 2014 y el referéndum de autodeterminación en 2017.

 

EL CAMINO DE SÁNCHEZ 

 

Ahora Pedro Sánchez vuelve a estar en la misma tesitura que sus predecesores. De momento, el actual presidente del Gobierno ha basado su gobernabilidad en pactos con el nacionalismo catalán. En la pasada legislatura se sacaron varias leyes adelante gracias al apoyo de ERC, que fue devuelto en forma de concesiones como la mesa de diálogo, los indultos o las reformas de los delitos de sedición y malversación.

 

Para volver a ser investido, esta vez Sánchez necesitará también a Junts per Catalunya, los herederos de la antigua Convergencia que tanto pactó con Moncloa. Sin embargo, ahora están en otro escenario, y el pacto con los socialistas será complicado después de varios años de legislatura enfrentados. Desde Junts lanzan exigencias maximalistas a los socialistas como la autodeterminación a través de un referéndum o la amnistía, pero seguramente lo que vuelva a pesar serán, los dinerets, como ha sido siempre y será. 

 

 

 

Última hora

Sin comentarios

Escribe tu comentario




He leído y acepto la política de privacidad

No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Última hora
Cabeceralomasleido 1
Cabecerarecomendados 1

Galiciapress
Plaza de Quintana, 3 15704 Santiago de Compostela
Tlf (34)678803735

redaccion@galiciapress.es o direccion@galiciapress.es
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS. EDITADO POR POMBA PRESS,S.L.
Aviso legal - Política de Cookies - Política de Privacidad - Configuración de cookies - Consejo editorial - Publicidad
Powered by Bigpress
CLABE