La Universidad de Maryland ya ha realizado dos transplantes de corazones animales a humanos, que fueron autorizados porque estaban tan críticos que no cumplían los requisitos mínimos para recibir un órgano humano. En ambos casos los enfermos lograron sobrevivir la intervención, aunque al final el cuerpo rechazó el corazón de cerdo y acabaron falleciendo en cuestión de pocos meses.
Enfermos del corazón tienen que ir a Portugal en busca del fármaco, que el fabricante distribuye con cuentagotas.
La neumonía, la gripe o la bronquitis pueden desencadenar un ataque al corazón con 17 veces más probabilidades.