La nueva sentencia del Tribunal de Luxemburgo es de obligado cumplimiento por parte de Bélgica, que no se podrá negar a ejecutar una eurorden si no demuestra antes que en España se violan sistemáticamente los derechos de los procesados. El dictamen no se puede recurrir y supone un tanto para el juez Llarena.
El ministro de Justicia lo formulará esta semana a sus colegas europeos. El ex presidente catalán presume de usar la "estrategia adecuada".