El ultraliberal planea que barcos de cualquier país puedan quedarse con los derechos de pesca que ahora tienen armadoras de Galicia. China, que tiene músculo para pagar más, podría desplazar así a los empresarios españoles, a los que Argentina además mira con recelo por faenar en Malvinas.
La conselleira do Mar admite que están "un poco frustrados", aunque se intentará intercambiar cuota con el Cantábrico. La merluza, la gran beneficiada.
La Comisión Europea presenta un TAC que obligaría a reducir más de 7.000 toneladas en las cuotas de gallo, merluza y rape.
Los ministros de pesca alcanzaron de madrugada un acuerdo sobre el reparto de cuotas para la flota con el que España queda satisfecha.