La jueza pitonisa lleva meses impartiendo justicia de Violencia de Género sin quejas

La peculiar magistrada María Jesús García tomó posesión el 15 de junio del Juzgado de Violencia de Género Número 1 de A Coruña. Al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia no ha llegado en este tiempo ninguna queja sobre su labor.

Así se lo confirman a Galiciapress fuentes oficiales del TSXG. Algo que desmiente lo informado por algunos medios en las últimas horas, que dijeron que la 'jueza pitonisa' no había tomado posesión y, además, vincularon su ausencia a los cursos formación obligatorios en violencia de género.  Por el contrario, el TSXG indica que la jueza del tarot completó su formación y realiza su labor sin incidencias ni quejas desde la fecha prevista.

Panfletos del tarot que repartía la jueza en Lugo 

García está en el foco de los medios desde que El Progreso descubrió que compaginaba su labor judicial con la de vidente del tarot. Se le abrió un expediente pero fue absuelta finalmente por el CGPJ. 

Tras salir de Lugo, ha recalado en la plaza de A Coruña que ganó dado que fue la jueza solicitante con mejor puntuación, explican desde el TSXG. Según Público, García ha retomado su labor adivinativa en la capital herculina, pues han aparecido los mismo panfletos publicitarios que repartía en Lugo  y el hombre que atiende el teléfono ofrece la posibilidad de que las cartas las heche "una amiga suya".

Algunas asociaciones feministas han criticado que se ocupe de un juzgado especializado en Violencia de Género. No por su afición al tarot, sino por unas viejas declaraciones cuestionando las denuncias de violencia machista que entran en este tipo de salas: "una cantidad de ridiculeces que considero innombrables; mujeres que vienen porque les han dado un mensaje en el móvil, a las que en un calentón, les han podido decir una palabra más alta que otra, mujeres que les pegan a ellos, gente que se cree que esto es un divorcio exprés".   

Aquellas palabras  de 2008 si le valieron una sanción, 3.000 euros; pero no han impedido que llegue a un juzgado de Violencia de Género, como tampoco lo ha impedido que llevase su gato al juzgado o que se presentase a un reality de buscar pareja en televisión. Ha pesado su antigüedad en la carrera judicial y por ahora parece que no hay queja de su labor, como tampoco la hubo en sus destinos previos, excentricidades al margen.