26 granjas perjudicadas por la mina de Erimsa en Xanceda, Mesía
El Sindicato Labrego Galego ha tachado de "despropósito" el "apoyo" de la Xunta de Galicia al proyecto minero de Erimsa en Mesía (A Coruña), que también afecta al ayuntamiento vecino de Frades, y que cubre una superficie de 210 hectáreas.
¿Cómo es posible que un Gobierno que dice luchar contra el despoblamiento rural tramite una macro mina de 200 hectáreas a cielo abierto que dejará sin terrenos a docenas de granjas? Esto es lo que se pregunta el SLG al hilo de la tramitación den proyecto de Erimsa en Mesía.
ESTIMACIONES DE IMPACTO
Según las estimaciones del sindicato, este plan denominado 'Xanceda 7138' tendrá consecuencias sobre 26 granjas, con 90 puestos de trabajo directos. Sin embargo, a estas cifras hay que sumar otros proyectos que se encuentran fragmentados en otros territorios de la Comunidad y que, en conjunto, corresponden a un total de 6.000 hectáreas.Todo este terreno constituye la "base territorial" de casi 200 granjas en activo, de las que el 93 por ciento son de producción lechera con 500 empleos directos.
A juicio del colectivo, la extracción minera en las fincas, explotadas o no, se volverán "inservibles" para futuros usos agrarios y denuncian que "hipotecará la base territorial de nuevos proyectos agroganaderos" o el "refuerzo de los ya existentes".
CAMBIO DE CRITERIO EN LA XUNTA
En base a estos perjuicios, el sindicato denuncia que el Gobierno gallego haya cambiado su criterio, ya que la Dirección Xeral de Gandaría e Agricultura manifestó en 2017 "estar en contra del proyecto por los efectos negativos que causaría".Sin embargo, la Xunta ha pasado a permitir y autorizar la explotación minera con la priorización de "los intereses de la empresa, en lugar del medio ambiente y la base territorial de las granjas de la bisbarra". Califican de "falta de rigurosidad" y "despropósito" esta contradicción en el tiempo.
TENER UNA GRANJA EN FUNCIONAMIENTO NO SALVARÁ DE PODER SER EXPROPIADO
Además, otra de las críticas del sindicato se basa en que las tierras alquiladas podrán ser usurpadas si los propietarios dan su consentimiento, con independencia de que los alquilados tengan una granja en activo en ese terreno.
A mayores, el "impacto negativo" de las excavaciones de la tierra no solo será palpable en las propias fincas, sino también en las vecinas, así como en los cultivos y ganado que hay cerca de la zona de extracción.
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