​Este es el mes de junio del Celta: seis partidos y tres finales contra rivales directos

El cuadro celtiña se medirá a Real Valladolid, Alavés y Mallorca a lo largo del mes, tres equipos que, como los celestes, pelean por la permanencia.

El Villarreal será el rival en el reestreno del cuadro vigués mientras que Barça y Real Sociedad, dos equipos fuera de la liga del Celta, probarán a los de Óscar García antes de viajar a Son Moix.

El Celta de Vigo apura los últimos días antes de volver al terreno de juego

Como decíamos ayer, el Celta de Vigo viene de alzar el vuelo y coger el impulso suficiente como para abandonar la zona baja de la tabla. Y decimos viene porque, aunque hace ya más de tres meses desde su último partido, el cuadro celeste conserva una fantástica racha de cinco partidos consecutivos sin perder, a pesar de haber toreado en plazas tan complicadas como el Bernabéu o Los Cármenes. Estos nueve de quince puntos sacaron al cuadro vigués del pozo, que ahora, con la vuelta del fútbol, se enfrenta a un calendario complicado pero que, en esta supuesta igualdad de condiciones de la que parten todos los equipos, podría darle un gran empujón hacia la permanencia.

EL DESPLAZAMIENTO MÁS CORTO…DE MÁS DE 400KM

En cuestión de nueve días el Celta vivirá la que se podría denominar su “semana tranquila” ya que jugará dos duelos en Balaídos y realizará el desplazamiento más corto del campeonato. Curiosamente, para el club celtiña, el equipo más cercano es el Real Valladolid, a más de 400km de distancia. Sin embargo, el duelo en el José Zorrilla es el viaje más corto para el equipo de la Ría de Vigo. Esto será el miércoles, a las 19:30 horas, pero entre medias, los de Óscar García se enfrentarán al Villarreal este sábado a las 17 horas y el próximo domingo al Alavés, a las 14 horas, el peor horario posible tanto para jugadores como para aficionados.

El partido ante los amarillos, equipo al que el Celta parece haberlo tomado la medida en los últimos años, puede ser una buena piedra de toque para Aspas y compañía, que en este tiempo de confinamiento y regreso a A Madroa deberían haber asimilado los conceptos que Óscar García lleva intentando inculcar a sus pupilos desde su desembarco allá por el mes de noviembre. En los últimos partidos, a pesar de la evidente falta de puntería, parecía haber encontrado un cierto equilibrio en el juego, pero ante el Villarreal deberá confirmar esa tendencia.

Los duelos ante Real Valladolid y Alavés, a los que separan del Celta tres y seis puntos respectivamente, son por su parte dos finales anticipadas. Ganar ante pucelanos y vitorianos supondría dar una estocada muy importante a dos rivales directos por el objetivo de la permanencia. Con todo, tanto el equipo de Sergio como el de Garitano destacan por ser dos escuadras bien ensambladas y a las que resulta muy difícil meter mano. Los blanquivioletas son, con el Celta, el equipo que más veces ha empatado este curso: once tablas. Esto es un buen indicador de a lo que se tendrá que enfrentar el conjunto celtiña.

LA CUESTA DE FIN DE MES

Una vez termine la semana, el Celta terminará el mes visitando Anoeta y Son Moix, además de recibir al Barcelona. Para entonces, los equipos ya estarán más rodados pero con una gran acumulación de partidos en muy pocas horas, por lo que la pericia de los entrenadores a la hora de reservar a sus mejores piezas o adaptar su futbol a diferentes estilos será el elemento diferenciador en muchos aspectos. En este duelo de pizarras Óscar García se medirá a un hombre de infinitos recursos como Imanol Alguacil, un técnico fiel a la misma filosofía cruyffista de García como Quique Setién y a un adiestrador como Vicente Moreno, al que la necesidad le obliga a llevar a sus muchachos al límite.

Por desgracia, los resultados de la primera vuelta ante estos equipos no invitan precisamente al optimismo: un punto de nueve posibles, arañado contra el Mallorca en un partido decepcionante en Balaídos. Pero ahora, tras tres meses parado, todo ha cambiado y de nada valen los pronósticos que había en marzo. El Celta vuelve con las pilas cargadas y dispuesto a asaltar la salvación.