​El Deportivo borra la palabra “rendición” de su vocabulario: gana 2-1 marcando en el 93 y en el 95

Los de Fernando Vázquez remontan, una vez más, un resultado adverso en los últimos coletazos del encuentro y se llevan la victoria.

Los jugadores celebrando la victoria | Foto: RC Deportivo

Paso de gigante del Deportivo de La Coruña, que hoy consiguió uno de esos triunfos que recuerdan por siempre los incondicionales blanquiazules. Los blanquiazules, que iban por debajo del marcador en el minuto 92, igualaron la contienda en el 93 para ganar el choque solo dos minutos después gracias a un gol de Çolak. Trigueros, con un gol en propia puerta, igualó el tanto de su compañero Kaxe que adelantó a la Ponferradina. Con tres puntos el Dépor queda más cerca de una salvación que no hace tanto parecía imposible.

ANSIEDAD Y LOCURA

No es la primera vez que el equipo de Fernando Vázquez obliga a los periodistas a reescribir una crónica. Los herculinos, pese a tener el balón y el peso del partido, sufrieron para encontrar claridad en los metros finales. Los bercianos se aprovecharon de eso y jugaron con la desesperación de los locales, que en la primera parte tuvieron ocasiones para abrir el marcador, como un disparo a bocajarro de Beauvue o un remate en plancha de Mollejo.

La Ponfe también tuvo sus opciones, sobre todo con disparos lejanos, como el que hizo el 0-1 casi a la hora de juego. Un disparo desde la frontal que no supo atrapar Dani Giménez lo aprovechó Kaxe para poner en ventaja a la Deportiva. Desde entonces a los coruñeses les tocó remar, pero la ansiedad les impidió tener ocasiones claras.

Sin embargo, ya con el tiempo cumplido, un córner dio algo de luz a los locales. Çolak, genio y figura en el descuento, ejecutó un saque de esquina que terminó en autogol. Con el 1-1 los locales no le perdieron la cara al partido y vieron una oportunidad para lograr una victoria de prestigio que los acercase más a la salvación.

Así llegó el definitivo 2-1, tras una jugada de Aketxe por la izquierda en donde el bilbaíno puso un centro raso al corazón del área. El cuero quedó rebotado y Çolak, que le pegó con el alma, lo mandó al fondo de la meta de la Ponfe. Sin tiempo para más, el Dépor dejó los tres puntos en Riazor y no conoce la derrota desde el regreso del fútbol. Cinco partidos y tres remontadas que les han dado cinco puntos. Porque este Dépor no sabe lo que significa rendirse.