Fiscalía pide 9 años de cárcel para un padre y un hijo que crearon una "empresa familiar" de contrabando de tabaco

Operaban en varios puntos de la provincia de Lugo con tabaco ilegal adquirido en Andorra y Málaga

La Fiscalía solicita 9 años de cárcel para un padre y un hijo acusados de constituir una "empresa familiar" dedicada al contrabando de tabaco que operaba en varios puntos de la provincia de Lugo, donde vendían a establecimientos de hostelería y tiendas 24 horas mercancía ilegal adquirida en Andorra y Málaga.

Padre e hijo se sentarán en el banquillo de la Audiencia de Lugo en un juicio que arranca el próximo jueves 29 de octubre. Ambos se enfrentan a una petición de 2 años y seis meses de cárcel por un delito de contrabando, misma pena que el Ministerio Público reclama por el delito de falsedad documental.

Además, también están acusados de tráfico de drogas, pues los agentes encargados de la investigación dedujeron de las conversaciones telefónicas escuchadas durante el operativo que se dedicaban a la venta de estupefacientes como la cocaína y el haxix.

De hecho, en el domicilio de Lugo de los acusados se intervino una plantación de marihuana, más de 120 gramos de haxix y casi 3 gramos de cocaína, según refleja Fiscalía en su escrito.

Así las cosas, el Ministerio Público considera que los acusados conformaron una "empresa familiar" dedicada al contrabando de tabaco que constituía, antes del año 2013, su único medio de vida.

El tabaco era adquirido en Andorra y Málaga para su posterior venta entre establecimientos de hostelería de localidades luguesas como Ribeiras de Lea, Sarria o la propia capital provincial.

Fiscalía refleja en su escrito de acusación que los procesados tenían una "amplia caretera de clientes", con los que empleaban un "lenguaje velado" para acordar la compraventa de los productos, que eran almacenados en propiedades de terceras personas ajenas a estas actividades.

Padre e hijo procuraban transportar siempre mercancía que no superase los 15.000 euros de valor --unas siete cajas de cartones-- para así evitar responsabilidad penal. Los beneficios de este negocio iban a parar a cuentas de familiares para, de este modo, no levantar sospechas sobre sus ingresos.

En julio de 2013, los ahora acusados fueron identificados por una patrulla de la Guardia Civil en la A-6 a la altura de Guitiriz en dirección Madrid cuando portaban en su coche 2.499 paquetes de tabaco por un valor de 11.320 euros. Parte de esta mercancía era ilegal, fruto de una falsificación al carecer de los precintos y cartulinas que emplean las tabacaleras de esas marcas.

Los investigadores conocieron, a través de las conversaciones escuchadas al intervenir el teléfono de los acusados, que proveían de tabaco a varios establecimientos que visitaban sin previo aviso, por lo que Fiscalía deduce que se trataba de prácticas habituales como si se tratase de una "empresa familiar".