Vecinos de O Couto y patinadores rechazan la nueva ubicación para el skate park propuesta por el Concello de Ourense

Los jóvenes reclaman un lugar en el que poder patinar ya que, sin skate park, se ven obligados a hacerlo "donde pueden". 

Competición  de skate en O Marisquiño | Foto: EP

La Xunta de Galicia y el Ayuntamiento de Ourense han acordado suprimir las pistas de skate, situadas al lado del pabellón de Os Remedios, a causa del proyecto de puesta en valor del entorno BIC del Puente Romano.

La alternativa propuesta para esas pistas es su traslado a la zona de Couto, lo que ha generado críticas tanto entre los vecinos como los futuros usuarios, que no aceptan la ubicación.

Desde la Asociación Aggressive lamentan que hace meses que las pistas se encuentran cerradas y las alternativas han estado paradas hasta esta misma semana, por lo que amenazan con desplazarse al Ayuntamiento de Pereiro de Aguiar.

La decisión se debe a otra reforma que está realizando la Xunta en este ayuntamiento en el complejo de Monterrey. En ella se prevé invertir diez millones de euros para el parque acuático, pero también para remodelar la parte deportiva.

Esta ya ha comenzado y contará con dos pistas abiertas y circuito the 'pump track indoor' destinado a la práctica en interior con bicicletas BTT. Por ello, la asociación señala que solicitarán que se traslade la pista de skate al mismo complejo.

QUEJAS DE VECINOS

La ubicación propuesta tampoco ha recibido el beneplácito de los vecinos del Couto, quienes han destacado que se perderá parte de su actual parque, ni el de los futuros usuarios que han afirmado que la zona "no es apta".

Mientras tanto, "muchos" usuarios se ven obligados "a practicar donde pueden", lo que involucra realizar prácticas en elementos urbanos.

El PSOE reclama alternativas a la Xunta y al gobierno local, puesto que la propuesta "no contenta a ninguna de las dos partes". En este sentido, han aseverado que "el proyecto previsto no cubre las necesidades" de las personas que van a hacer uso de él y por eso prefieren trasladarse fuera de la ciudad.

En este sentido, insisten en que los vecinos de la zona ven esta situación "como un caballo de Troya para desmantelar su parque y hacer un remiendo que no satisface a nadie".