La Generalitat ya no da "plantón" total a las visitas de Felipe VI pero no envía al presidente Aragonés

La confrontación sigue existiendo, pero el Ejecutivo catalán da un pasito hacia la desescalada enviando a una consejera a la cena del Círculo de Economía donde estarán el monarca, el presidente de España Pedro Sánchez y el presidente de Corea del Sur.

El Rey Felipe VI pasa revista a la Guardia Real junto con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, en Madrid ayer @EP

El Rey Felipe VI regresa hoy a Barcelona para participar en la cena inaugural de la XXXVI Reunión Anual del Cercle d'Economia. Lo hace con una situación muy diferente a la que fue su última visita en Catalunya cuando acudió a la planta de Seat en Martorell junto a Pedro Sánchez, pero sin representación del Govern de entonces.

Tres meses después, la situación ha cambiado y ahora el monarca regresa a la capital catalana con un nuevo ejecutivo catalán, encabezado por Pere Aragonès, y con el deshielo entre el Gobierno y la Generalitat con los indultos "inminentes", tal y como anunció ayer Moncloa. 

Con todo este contexto, el Rey Felipe VI vendrá esta vez acompañado por el presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, quien se encuentra de visita de Estado en España, y ambos participarán en la cena inaugural de la XXXVI Reunión Anual del Círculo de Economía. En la cena se tendrían que encontrar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonès aunque este último al final no acudirá y  en su nombre lo hará la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà.

En un primer instante, ayer se acordó que los miembros del Govern pudieran acudir a actos en los que estuviera el Rey si consideran que son relevantes para Catalunya. "Lo que haga el Rey del reino de España no condicionará en ningún caso la agenda del Govern de la Generalitat ni tampoco la agenda del presidente", recalcó la portavoz del Ejecutivo, Patricia Plaja.

Sin embargo, en el transcurso del día de ayer Aragònes decidió relevar su asistencia a la cena al vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, aunque el President sí asistirá a las jornadas organizadas por el Cercle. Según Plaja, esta decisión respondió a la voluntad "de ocupar todos los espacios donde los catalanes tengan intereses", y desde Presidencia se apeló a la voluntad de aprovechar la presencia de altos mandatarios internacionales.

Aun así, Puigneró rectificó y a media tarde se negó a asistir proponiendo a Presidencia que, "si es oportuno, deleguen en otros miembros del Gobierno", informaron fuentes de Vicepresidencia. La versión que dio el vicepresidente de manera pública alegaba que él no estaba de acuerdo (con la cena del Cercle) y que "asistiría a la Noche de las Telecomunicaciones y la Informática, como tenía previsto y comprometido". 

Tras la negación de Aragonès y Puigneró fue la consejera de la Presidencia, Laura Vilagrà, la que anunció a finales del día de ayer que sería ella la que finalmente acudiría  en el acto con Felipe VI. En rueda de prensa, Vilagrà aseguró su participación porque "el Govern siempre asiste en los eventos donde se tratan temas importantes para la economía catalana".

FELIPE VI, TRES VISITAS EN DOS SEMANAS

La de este miércoles será la primera de un total de tres visitas del Rey a Catalunya en un periodo de tiempo de tan solo dos semanas. Está previsto que el monarca participe en la inauguración del Mobile World Congress, que acogerá Barcelona el 27 y 28 de junio, después de que la edición de 2020 se suspendiera por la pandemia.

Además, junto a la Reina y las infantas acudirá a la entrega de los premios Princesa de Girona, prevista en principio para el 1 de julio sin que por ahora esté claro si será en la localidad que les da nombre o en la Ciudad Condal.

El nuevo viaje a Barcelona de Felipe VI se producirá también tres días antes del séptimo aniversario de su llegada al trono tras la abdicación del Rey Juan Carlos I en junio de 2014. Desde el principio de su reinado, la situación en Catalunya se ha convertido en un asunto recurrente.

Su discurso del 3 de octubre de 2017, tan solo dos días después del referéndum del 1-O, ha sido uno de los momentos más delicados, junto a la retirada de la asignación al Rey emérito y la marcha al exilio de este el verano pasado.