Masiva respuesta ciudadana a la jueza que usa vivir en la "Galicia profunda" como razón para quitar una custodia

Una polémica sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 7 de Marbella tacha a Muros de ser "Galicia profunda" y utiliza la localidad como uno de los argumentos para retirarle la custodia de su hijo a una madre gallega.

La jueza, María Belén Ureña Caraz, argumenta que Marbella, "más cosmopolita", ofrece un mejor entorno para criar al menor. Las reacciones de políticos, escritores y demás personalidades no se han hecho esperar.

Niños y familias en un parque | Foto: EP

De Muros a Santiago de Compostela hay una hora en coche. La ría de Muros-Noia es, además, uno de las zonas más pujantes en lo que a turismo se refiere, como se pudo comprobar el verano pasado. Las calas de Porto do Son, el Pazo do Tambre o la villa medieval de Noia son una buena muestra de todo lo que puede ofrecer la zona. Con más de 20.000 habitantes solo entre Muros y Noia, a priori la localización no se parece mucho a la "Galicia profunda" con la que una sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 7 de Marbella apoya la decisión de arrebatar la custodia de su hijo a una madre gallega, residente en un municipio de la citada ría, en favor del padre del menor, que vive en la Costa del Sol.

Evidentemente, este no es el único elemento del escrito para concluir esa decisión, pero sin embargo sí resulta el más llamativo y el que ha suscitado más críticas al considerar que la crianza puede ser mejor en una ciudad "más cosmopolita" como Marbella en lugar de en el rural gallego. De hecho, vivir en esta comarca de la provincia de A Coruña "no supone múltiples posibilidades para el adecuado desarrollo de la personalidad de un niño y para que crezca en un ambiente feliz", argumenta la magistrada, María Belén Ureña Caraz.

El número de colegios, la atención sanitaria que ofrece la ciudad andaluza y las oportunidades laborales son otros aspectos por los que la jueza consideró que la mejor opción era conceder la custodia al padre y no a la madre que reside en una "pequeñísima población en la Galicia profunda" que está "lejos de todo" -a una hora de la capital gallega, insistimos-. Claudia Traba, abogada de la afectada, anunció que presentará una queja formal ante la comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial por la actitud de la jueza y solicitará la nulidad del juicio.

"ESCANDALOSA", "CLASISTA", "GAÑANA", "MACHISTA"...

La noticia ha provocado un aluvión de reacciones de gallegos y gallegas que consideran injusta la decisión por esos argumentos, además de personas procedentes de otros puntos de la España Vaciada que denuncian que los entornos rurales son ideales para los niños, además de que es justo lo que necesitan estas zonas cada vez más despobladas.

Entre las reacciones encontramos la del diputado en el Congreso por el BNG Néstor Rego, que considera "escandalosa" la sentencia, a la que tilda de "gallegofóbica, clasista y una violación de derechos".

"La justicia española da asco", criticó. Ana Pontón, líder del BNG, afirmó que sentencias así "no se pueden permitir" por la "dignidad de Galicia, de esa mujer y de ese niño". Los también nacionalistas Mercedes Queixas y Xabier Igrexas se expresaron en idénticos términos.

Desde la bancada socialista las críticas no son menos duras. Valentín González Formoso, alcalde de As Pontes, presidente de la Diputación de A Coruña y rival de Gonzalo Caballero por el liderazgo del PSdeG, destacó los "prejuicios, la soberbia y el desconocimiento" de la sentencia, además de reivindicar el orgullo "de nuestras raíces".

Pablo Arangüena, número dos de Caballero, recalcó que si le "dieran a elegir" entre un infancia en Marbella o en la "Galicia profunda" elegiría esta segunda opción. "Y no le vendría mal a parte de la judicatura pasar en ella un verano o dos…", propone. Laura Seara, de Allariz y secretaria de Estado de Igualdad en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, reprochó una sentencia "clasista, gañana y machista".

Con más retranca se lo tomó el parlamentario socialista en Bruselas Nicolás González, que puso como ejemplo "escenas" de su "Galicia profunda", donde los niños corren el riesgo de ser devorados por lobos y jabalís. "Con éxito puedes llegar a ser cacique, bruja, cura o, con suerte, narco", ironiza. La concelleira en Compostela Navia Rivas subrayó que el niño corría el riesgo de ser "demasiado feliz" en Galicia.

Hasta sindicatos como la 'Union de Pequeños Agricultores', vinculado a Unións Agrarias, expresaron su malestar por este "ultraje al medio rural", mientras el secretario xeral de Podemos Galicia, Antón Gómez-Reino, se limitó a recalcar la "profunda incultura" del edicto.

LAS LETRAS RESPONDEN

El escritor Manuel Rivas, de cuya pluma salieron obras clave de la literatura gallega y castellana como 'O lapis do carpinteiro' o 'Que me queres, amor?' también reaccionó a la sentencia: "Nunca pensé que el cosmopaletismo hispano llegaría tan lejos". Berta Dávila, autora de 'Illa decpeción' o 'Carrusel' se mostró sorprendida porque "el lugar exacto donde pasé siete años de mi infancia y adolescencia es la Galicia Profunda", además de ser, en consecuencia "un infierno para las criaturas".

También el escritor y periodista Manel Loureiro se pronunció al respecto, recordando que Muros tiene cerca de 9.000 habitantes y se resistió a dar su opinión sobre la jueza por miedo "a que me metan una querella". El lucense Luís Pousa, también escritor, prefirió tirar de guasa: "Y eso que la jueza no sabe que en la Galicia profunda bañamos a los bebés en una marmita de Estrella Galicia".

Por otro lado, twiteros e influencers, como el divulgador y mariscador Rogelio Santos Queiruga, el historiador Suso Vila, o la cuenta 'A maruxinha ou A Prosoviética' hablaron del tema, siempre ofreciendo un punto de vista distinto y divertido, tal vez herencia de lo que significa crecer en la Galicia profunda.