​Nadie quiere terminar la estación de Vigo

Nadie quiere terminar de construir la estación de trenes de Urzáiz en Vigo, diseñada por el arquitecto norteamericano Thomas Mayne. Eso es lo que se deduce al cierre del concurso público convocado por fomento para el edificio Vialia que debería cubrir la estación del AVE, que ha tenido que ser declarado desierto ante la falta de propuestas a pesar de la ampliación de dos meses en el plazo.

No es la primera vez que pasa. El gobierno ya convocara un concurso público para construir este edificio en 2011, pero entonces tampoco apareció ninguna sociedad interesada en asumir el proyecto, consistente en la construcción de un edificio comercial y de servicios, donde también se instalaría un vestíbulo para sustituir al provisional que funciona en la actualidad.

En aquel momento se apostó por avanzar con las obras de la estación subterránea, que de todas formas tenían que ejecutarse en primer lugar. Mientras tanto, se abrió un nuevo concurso con dos opciones: la original, con una inversión de 152 millones de euros, y una más modesta que implicaría una versión de 83.

Pero esta estrategia no ha conseguido finalmente convencer a ninguna empresa, aunque al parecer hubo varias que se interesaron por el proyecto. Como posibles condicionantes aparecen la discusión entre Xunta y concello sobre quién debe hacerse cargo de los accesos a la estación o la ilegalización del PXOM de Vigo, aunque en este caso debería poder solventarse con la ley express para proyectos de especial interés.