​Arranca el juicio por las protestas de los marineros del cerco

El juicio a 17 marineros del cerco gallego por los disturbios ocurridos durante una protesta que tuvo lugar en Vigo en 2014 arranca este jueves en los juzgados de la ciudad olívica.

Por tal motivo, según ha explicado el portavoz de Acerga -la principal asociación del cerco gallego-, Andrés García, la flota cerquera está amarrada en señal de apoyo a sus compañeros. Así, los miembros de Acerga respaldan este jueves en el juzgado de lo Penal número 3 de Vigo a a sus compañeros que se enfrentan a tres años de cárcel y hasta 12.000 euros en multas en alguno de los casos por lo ocurrido en la protesta de marzo de 2014 para reclamar más cuotas.

Entre los investigados (antes figura de imputado) se encuentra el actual presidente de Acerga, José Blanco, junto a marineros y armadores de diferentes zonas de Galicia como Sada, A Coruña, Malpica, Vigo y Cambados, entre otros, según explica Andrés García.

Además de la acusación de desórdenes públicos, uno de los 17 investigados en este caso está acusado de lesiones a agentes durante la protesta por el supuesto lanzamiento de petardos.

PROTESTA

La protesta del 6 de marzo de 2014 de marineros y armadores del cerco gallego en la ciudad de Vigo se saldó con un joven detenido -por el supuesto lanzamiento de petardos contra la policía- y varios heridos, entre ellos, cinco agentes de Policía Nacional, tras un enfrentamiento entre manifestantes y efectivos antidisturbios, en el acceso al Puerto Pesquero de O Berbés.

Unos 200 representantes del sector de cerco protagonizaron varios actos de protesta en la ciudad olívica desde primera hora de la mañana de ese día, cuando cortaron el tráfico en Beiramar y se concentraron posteriormente en el edificio de la Xunta. Durante esos actos, se produjeron cortes de tráfico, lanzamiento de bengalas y quema de contenedores.

Aunque algunos de los participantes en la protesta ya se habían ido en autobuses (que se dirigieron a la autopista escoltados por la Policía), varias decenas se quedaron en el puerto pesquero, bajo la vigilancia de un fuerte dispositivo policial. La tensión se elevó cuando los marineros trataron de marcharse y, según su versión, la Policía les impidió irse para evitar que volvieran a cortar el tráfico.

En ese momento estalló un enfrentamiento entre manifestantes, que lanzaban piedras, pivotes de metal y trozos de plomo, y los agentes, que respondieron con pelotas de goma y con las porras. En la refriega, al menos cuatro marineros resultaron heridos (dos de ellos fueron atendidos por sendas ambulancias), y también cinco agentes, que resultaron con lesiones de diversa consideración.