​La jueza Pilar de Lara, cuestionada por sus instrucciones eternas y sus métodos

La que fue considerada la jueza estrella de la lucha contra la corrupción en Galicia con el estallido de la Operación Pokémon en 2012, Pilar de Lara, ha ido perdiendo respaldo entre sus compañeros de profesión. De hecho, sólo el controvertido exmagistrado Baltasar Garzón la ha defendido públicamente tras salir a la luz las grabaciones donde se suceden descalificaciones contra ella por parte de dos colegas.

Nadie tiene de Pilar de Lara esa imagen de víctima que se esperaría tras lo que Aduanas ha interpretado como "amenazas" y que en el sector no creen que tengan siquiera relevancia disciplinaria, sirven únicamente para dañar su reputación. Además, sus compañeros critican el uso que la jueza hace del cuerpo de Vigilancia Aduanera, empleado casi en exclusiva por ella para funciones de Policía Judicial.

Es la misma posición que sostiene el catedrático de Derecho Constitucional Víctor Ferreres, que en un artículo de diciembre de 2015 en la revista La Ley consideraba que Vigilancia Aduanera, al no formar parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, carece de "atribuciones legales" para los pinchazos telefónicos en los que se basan muchas de las instrucciones de De Lara.

Las quejas sobre la jueza han llegado incluso en forma de goteo de denuncias ante el CGPJ por dilaciones en los procesos que instruye. Y es que ha desbordado el Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo con interminables sumarios abiertos y piezas separadas sin cerrar, mientras mantiene sin resolución a cerca de 200 imputados. Muchas de las causas, cuando han salido de su juzgado han terminado archivadas por otros órganos por falta de indicios.

En esta línea, el decano del Colegio de Abogados de A Coruña lamentó en una entrevista radiofónica que De Lara tenga "como investigado en una situación de limbo a media humanidad, pero al final no pasa nada". "Creo que esta señora en vez de tener un juzgado de instrucción es titular de un juzgado de Inquisición", remachó.

Es tal la acumulación de documentos que la magistrada no da abasto, aunque cuente con la ayuda de otros jueces de apoyo para causas más pequeñas. Y es que en las dependencias lucenses se amontonan los folios incautados en miles de registros en domicilios y empresas y de las comprometidas grabaciones telefónicas y seguimientos realizados en ese tiempo. Resultado, el colapso.

Por ejemplo, el pasado mes de junio uno de ellos dio carpetazo y archivó con un auto de siete líneas una investigación sobre la licencia de una panadería que De Lara desarrolló durante años. Y con otro caso de un centro de día, más de lo mismo.

Los siete años que acumula sin conclusión el caso Carioca y los cuatro del la Pokémon llevaron incluso al fiscal superior de Galicia, Fernando Suanzes, a reprochar a la jueza que "la mejor manera de no llevar nada es querer llevarlo todo".

Por ello, en declaraciones a Europa Press, el presidente del Consello da Avogacía Galega, Evaristo Nogueira, traslada la petición de los abogados de que "no tenga a ciudadanos bajo la pena del banquillo", porque "las causas hay que cerrarlas".

Además, el malestar de sus colegas se ha visto acrecentado por el registro en el despacho del abogado Carlos Seoane Domínguez, que rechazó hacer ninguna declaración a GaliciaPress. Sobre este asunto, que ya está en manos del CGPJ, Nogueira ha insistido en que "la abogacía gallega está muy preocupada por la entrada y registro en un despacho de abogados", al que "sólo se puede entrar si el abogado es el investigado". Por tanto, reclaman que "no haga actuaciones que pongan en duda la propia legalidad", como éste último caso.

Al final, la polémica instructora empieza a recabar menos solidaridad entre sus compañeros de carrera, que critican su métodos y su 'gatillo fácil', porque genera cada vez más reacciones de desconfianza. Y eso perjudica a la Justicia.