La reconstrucción que la Guardia Civil hizo en agosto, clave para acorralar a 'el Chicle'
La saturación de las antenas de telefonía móvil en las fiestas de A Pobra provocaban dudas a los investigadores.
El autor confeso del crimen llevó a la Guardia Civil hasta el cadáver.
Un caso complejo como el del crimen de Diana Quer se resuelve por detalles. Desde el principio, los investigadores se centraron en analizar los últimos movimientos conocidos de la joven madrileña revelados por el rastro que fue dejando su móvil.
Pero la pista se perdía en el puente de Taragoña, donde sabían que había llegado en coche. Los agentes cercaron entonces a dos sospechosos, uno de ellos, el detenido y autor confeso de la muerte de Diana Quer, Enrique Abuín, apodado 'el Chicle'.
La trayectoria de sus móviles coinciden "plenamente', pero un problema en el posicionamiento de las antenas de telefonía hace creer a los agentes que ambos salieron de A Pobra por lugares distintos.
Un año después de su desaparción, el 22 de agosto de 2017, con el teléfono de la joven ya desbloqueado, la Guardia Civil realiza una "reconstrucción completa" en las mismas condiciones de la noche de la desaparición. En las fiestas consiguen una información esencial: la saturación de las antenas por la cantidad de gente desvía algunas señales, lo que evidencia que el teléfono de 'el Chicle' pudo salir de A Pobra por el mismo lugar que el de la joven y estrecha el cerco sobre él.
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