Bad Gyal pone los dos rombos en O Son do Camiño, festival para indies y puretas

Quedaron atrás las nubes negras, aunque algunos mirábamos con desasosiego por la ventana de la oficina esta mañana y pensábamos que, de nuevo, iba a ser un día pasado por agua. Afortunadamente, el tiempo acompañó y los camiñers pudimos despojarnos del poncho y las botas de agua, sacando del armario el outfit veraniego que habíamos pensado previamente antes de que el hombre del tiempo nos hiciese cambiar de planes. El viernes de O Son do Camiño era el día más esperado para muchos, tal vez por el choque generacional que se iba a vivir en el Monte do Gozo, donde hubo tres bloques que fueron del indie a los ritmos urbanos, pasando por un toque de old school. 

ELIGE TU PROPIA AVENTURA

Aiko fue la encargada de dar el pistoletazo de salida en el ecuador del Son al bloque uno, el del indie pop-rock, entregando el testigo a una Merino más entregada que los perezosos festivaleros que, todavía con la resaca en el cuerpo del día anterior, comenzaron a poblar el recinto a cuentagotas en las primeras horas de la tarde. No fue hasta que Siloé salió a escena que la cosa comenzó a animarse de verdad, pues la banda vallisoletana derrochó energía por doquier, en parte porque los temas de 'Santa Trinidad' se prestan a ser coreados y porque se sacaron alguna sorpresa de la manga como invitar a Luis Fercán a cantar 'Nada que se parezca a ti' con ellos. 

El primer gran nombre de la tarde fue el de Amaia. Natural y despreocupada, la navarra puede permitirse pausas para charlar con Julia, una muchacha del público que se convirtió en protagonista cuando interactuó con su artista favorita, u olvidarse del tema que le tocaba interpretar después de un monólogo consigo misma sobre si el arpa estaba o no estaba bien afinada. No importa, porque la capacidad vocal del diamante más brillante jamás descubierto en la academia de Operación Triunfo suple todas esas estridencias. A lomos de 'Tocotó' cabalgó durante una hora, hasta compartir ese pensamiento que la carcome y que emociona cada vez que lo descubre cuando le ronda la cabeza. 

Tal vez el mensaje más importante de Amaia llegó con una simple declaración: "La libertad no es un privilegio. Palestina libre siempre". No fue la única que se pronunció al respecto, pues Merino y Siloé, de maneras más o menos veladas, vinieron a decir lo mismo, aunque fue Carolina Durante la que al cierre de su show puso todas las cartas sobre la mesa al afirmar ante el público que, en su caso, "no volveremos a ningún festival que guarde relación con Israel". 

Antes de partir peras de esa forma tan rotunda, los madrileños dieron un espectáculo en el que mezclaron la estética de The Office, la irreverencia de esa serie y una fuerza contenida y, al mismo tiempo, pegadiza. Por imprevistos en el guion, como el hecho de que el vocalista sigue tratando de recuperarse de la intervención en su maltrecha rodilla izquierda, la voz cantante no pudo corretear de punta a punta del escenario como suele hacer cuando está en plenitud de condiciones. Optó por quedarse tieso con sus muletas, pero con una capacidad para hacer llegar al público sin grandes alardes cada gramo de energía, recordando en cierto modo a los directos de Berri Txarrak y su singular estilo.

'Monstruo', 'Cayetano', 'Elige tu propia aventura' o 'Normal' fueron los grandes momentos del show, aunque a muchos les pesó la oportunidad perdida de que Amaia y Carolina Durante no interpretasen juntos 'Perdona (Ahora Sí Que Sí)', sobre todo cuando es viernes. 

CRECIENDO CON KASE.O Y KASABIAN

Cuando se escondía el sol salió Kase.O. Javier Ibarra, el hombre de los mil nombres (Javat, Kaos, La palmera que se dobla pero aguanta el huracán, Javato Jones...), tenía el reto de sobreponerse en el escenario a sus polémicas fuera de él. Salió indemne, gracias a la inestimable ayuda de clásicos como Sho-Hai, Xhelazz o R de Rumba, que lo acompañaron en esta travesía desde sus inicios en Violadores del Verso hasta su carrera en solitario con 'El Círculo'. 

Para un treintañero, tener la oportunidad de escuchar en directo al de La Jota repasar su carrera es subirse en una máquina del tiempo que lo lleva de la niñez al presente, pues no somos pocos los que hemos crecido trapicheando los temas de Doble V con los compañeros de pupitre. 

Para más puretas, si cabe, fue la actuación de Kasabian. Los británicos llevan también desde finales de los 90 haciendo música desde Leicester al mundo, pero quizá por la hora, por ser el puente a Bad Gyal y su legión de adolescentes y no tan adolescentes, o por ser el recambio de última hora, no despertaron el interés general que merecían en la hora y media de concierto que ofrecieron. 

LA MÁS PEGÁ DE ESPAÑA, Y CON MOTIVO

Todo lo contrario ocurrió con Bad Gyal, que hizo subir la temperatura ya de madrugada. La primera parada de su Bikini Badness Tour desde su estreno en Ibiza fue Santiago de Compostela y la de Vilassar de Mar no escatimó ni un gramo de sensualidad, para alegría de los que sabíamos lo que nos íbamos a encontrar y para sorpresa de algún que otro tutor legal que acompañaba a altas horas a oyentes a los que en otros tiempos se les hubiera ordenado ir a dormir, pues estaban ante un espacio de dos rombos. 

Echando la vista atrás, al verano de 2019, la última vez que Alba actuó en O Son do Camiño, podemos ver cómo su carrera ha despegado de una manera insospechada entonces, cuando solo un puñado de canciones apoyaban su puesta en escena y no contaba con el ejército de incondicionales que ahora la siguen a todas partes del globo. 

Entre temas nuevos, como el 'Da Me' con el que está arrasando el YouTube, y ya "clásicos", como 'Flow 2000' o 'Fiebre', "la más pegá de España" hizo a todos mover las caderas junto a su grupo de bailarines y bailarinas que completan un propuesta escénica donde la luz y la imagen cobran especial relevancia, por encima de la propia música en ocasiones, pues el público está más interesado en los sugerentes contoneos de la artista que en sus registros como cantante. 

Aquellos que todavía no habían sudado todo el agua de su cuerpo, tuvieron la fortaleza de mantenerse en la pista de baile para el electrolatino de Juan Magán. Otros, enfilaron ya la rúa das Estrelas o el camino de baldosas amarillas hasta una confortable tienda de campaña, pues sábado será un día más, el último, y Dani Fernández, Estopa, Amaral o Steve Aoki no van a bailarse solos. Toca templarse después de tantos calores, pues se fueron las nubes y ya por fin entramos en el verano.