"Cada canción de Juan Luis Guerra me costó 85 euros" ¿Bastan 40 minutos de concierto para reembolsar las entradas?

Llovió a mares el sábado en buena parte de Galicia. Cuando más arreció la tormenta fue a última hora de la tarde, justo cuando la noche hacía acto de presencia y comenzaban a sonar los primeros acordes de las bandas y orquestas que, como en todo buen sábado de verano, salen a tocar aquí y allá. Este 19 de julio se celebraban dos de las citas más significativas del verano en Galicia: el concierto de Arde Bogotá en A Coruña; la actuación de Juan Luis Guerra en Sanxenxo. La lluvia permitió 40 minutos de música en los dos casos, hasta que obligó a parar la actuación tanto en el norte como en el suroeste gallego. Sin embargo, mientras que la banda de Cartagena se repuso a las circunstancias, el artista dominicano no pudo seguir, para desazón de los miles de asistentes que habían pagado una buena cantidad de dinero por su entrada.

"NO FUE UNA DECISIÓN FÁCIL..."

"Queridos amigos, lamentamos muchísimo que el show de anoche en Sanxenxo tuviera que ser interrumpido por las fuertes lluvias y el viento. Todos estábamos llenos de esperanza y alegría para ofrecerles el mejor de los shows. No fue una decisión fácil pero teníamos que tomarla por la seguridad de los asistentes y la nuestra", declaraba el artista horas después en su cuenta de redes sociales.

Para entonces, había llovido mucho más que café en la localidad pontevedresa, y los asistentes, que pudieron acceder al recinto por entradas que costaban de 60 euros en adelante, clamaban contra la organización exigiendo una compensación: o una nueva fecha o la devolución del precio de las entradas. 

La primera opción la dejó abierta el propio cantante en redes sociales, al decir que "esperamos volver pronto y darles lo mejor de nuestra música". "La compañía productora nos asegura que muy pronto dará alternativas de compensación", afirmaba en su publicación. Sin embargo, los promotores confirmaron a principios de semana que sería imposible reprogramar el evento, algo que tampoco podría satisfacer a todos, ya que una nueva fecha no asegura la disponibilidad de los asistentes para acudir a Sanxenxo con la misma alegría que lo hicieron un sábado de julio.

DEVOLUCIÓN DEL PRECIO DE LAS ENTRADAS

La promotora, SFX Events, emitió un comunicado confirmando que, aunque se barajó celebrar el concierto solo un día después, el estado de los equipos por la lluvia no garantizaba el correcto desarrollo del evento. La alternativa de llevarlo a una nueva fecha fue "inviable", por lo que la pelota quedó en su tejado, con miles de asistentes demandando que les devuelvan el dinero que pagaron en su día. 

La promotora dijo estar estudiando "diferentes alternativas" junto a las aseguradoras y peritos. No ha sido hasta este miércoles que se ha confirmado que se devolverá "el importe íntegro" a los asistentes en un plazo de entre 20 y 30 días hábiles. 

"Tras evaluar cuidadosamente la situación y, a pesar de que pudimos disfrutar de 38 minutos del 'show', os informamos de que se procederá a la devolución del importe de las entradas adquiridas", informan sobre el reembolso que se efectuará a través del mismo medio de pago utilizado en la compra. Lo que no se incluirá en la devolución es el importe correspondiente a los gastos de gestión. 

LA COMPLEJIDAD DEL REMBOLSO

¿Existe realmente el derecho de reembolso para un evento que se canceló cuando ya estaba mediada su celebración? En España, el derecho al reembolso de las entradas por la suspensión de un concierto, como en el caso de un evento cancelado a los 40 minutos por lluvia, depende de varios factores legales y de las condiciones establecidas por el organizador.

Según el Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, los consumidores tienen derecho a recibir un servicio conforme a lo contratado. Si el concierto se suspende parcialmente debido a causas como la lluvia, los asistentes podrían reclamar un reembolso, especialmente si el evento no se completó en su totalidad. Sin embargo, la normativa no establece explícitamente el porcentaje de reembolso en función del tiempo transcurrido.

Por otra banda, los organizadores suelen incluir en las entradas o en sus páginas web las condiciones de compra, que especifican qué sucede en caso de suspensión por causas de fuerza mayor, como inclemencias meteorológicas. Si las condiciones indican que no hay reembolsos por cancelaciones debido a lluvia, el derecho al reembolso podría quedar limitado, salvo que se demuestre que el organizador incumplió sus obligaciones (por ejemplo, no tomando medidas razonables para prever o mitigar el impacto del mal tiempo).

En el caso de un concierto interrumpido a los 40 minutos, los tribunales españoles han considerado en algunos casos que una suspensión parcial puede dar derecho a un reembolso proporcional, ya que el consumidor no recibió el servicio completo prometido. Por ejemplo, si el concierto estaba programado para durar dos horas, los asistentes podrían argumentar que solo disfrutaron de un tercio del evento. Sin embargo, esto depende de si el juez considera que la parte realizada fue "sustancial" o no.
 

Por otro lado, la lluvia es considerada como una causa de fuerza mayor, lo que puede eximir al organizador de responsabilidad si demuestra que no pudo evitar la suspensión. No obstante, los consumidores podrían reclamar si el organizador no informó adecuadamente sobre los riesgos meteorológicos o si no ofreció alternativas, como reprogramar el evento, cosa que sí estudió en este caso la promotora, que dijo estar en contacto en todo momento con los servicios de meteorología y que las previsiones no hacían presuponer que pudiera verse afectado el desarrollo del concierto pese a la lluvia.

"Durante los días previos al evento, estuvimos en permanente contacto con la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la Guardia Civil y la Policía Local. Aunque el pronóstico anunciaba lluvias máximo de 0,4 mm, en ningún momento se preveía una cantidad de precipitación que pudiera comprometer la celebración del concierto. Aun así, las condiciones meteorológicas acabaron siendo más adversas de lo esperado, afectando a parte del material técnico necesario para el desarrollo del espectáculo. Esto nos situó en un escenario incierto, sin las garantías mínimas de seguridad y calidad requeridas para finalizar el evento con la excelencia que merecen tanto el artista como el público", rezaba el propio comunicado de la promotora.
 

RELATOS Y DENUNCIAS

Antes de que se conociese la solución definitiva, tanto la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) como Facua-Consumidores en Acción recibieron durante estos días decenas de consultas de los afectados. 

"Solicitamos el reembolso. La lluvia ya estaba prevista y es normal en Galicia", escribe uno de los usuarios a la OCU, mientras que otra informa de que se gastó más de 570 euros en dos entradas Front Stage. "Tras 8 canciones nos comunicaron la cancelación del espectáculo", se queja con amargura, apostillando que acudió a Sanxenxo "desde bastante lejos, con los consiguientes gastos de alojamiento y transporte". "Cada canción me ha salido a 85 euros", denuncia, si bien dice que lo que más le duele es "haber perdido la oportunidad de disfrutar de ver a mi ídolo número 1". 

"El poco tiempo de actuación supo a poco, despues de hacer una cola kilometrica con clima adverso", agrega otro de los asistentes. "Sabiendo de antemano la climatología la decision de no cancelarlo solo me hace intuir que no querían hacerse responsables de la devolución del dinero, lo cual me parece muy poco ético de parte de la promotora", reprocha otro de los denunciantes en su queja a la OCU, donde cifra en 132 euros el gasto de sus entradas.

Otra de las quejas relata como una mujer y su marido asistieron al concierto gracias al regalo de sus hijas, "con mucho esfuerzo", por el Día de la Madre. "Vivo a casi 2 horas, sin conocer el lugar donde se celebraría el evento decidimos alojarnos cerca, algo que fue una odisea porque ya estaba todo completo y lo que quedaba era demasíado caro para nosotros. Cogimos una noche a 12 kilómetros de Sanxenxo por 75 euros. Peajes para llegar desde mi domicilio, 20 euros ida y otros 20 de vuelta, comer y cenar ese día y desayuno del siguiente... una pasta, al menos para mí, pero era una ocasión única para poder disfrutar de un concierto al que tenía mucha ilusión de asistir", refiere le afectada, que dice haber vivido "la peor experiencia de mi vida" junto a "15.000 almas". 

"No había nadie que nos dijera por dónde salir bajo la lluvia, los baños sin luz, sin agua, seguridad cero, ni unos tristes carteles indicando donde estaba la parada de los buses lanzadera (los que no somos de Sanxenxo no conocemos), se pregunta a la Policía y te dicen dónde es unos en un lado y otros te mandaban a otro, tirados como perros bajo la lluvia sin saber a dónde ir", rememora, tachando de "ratonera" el recinto por lo que considera una "mala gestión de la seguridad". 

"Solo pido que mis hijas, que con tanto esfuerzo reunieron ese dinero para darnos un regalo, lo recuperen y yo no me quedé con el mal sabor de boca de ni poder disfrutar de Juan Luis Guerra ni de ver como ellas con tanto esfuerzo pierden ese dinero", zanja. A ella, como al resto de usuarios, respondió la promotora con el mensaje genérico que envió a todos los asistentes.

Desde FACUA recuerdan que, más allá del importe de las entradas, "los usuarios tienen derecho a reclamar los daños y perjuicios sufridos como consecuencia de la cancelación del cartel y de los servicios que en un principio se había comprometido a satisfacer la promotora". "En este sentido, si hay la necesidad de anular noches de hotel o transporte contratados previamente, tendrían derecho a poder reclamarlo", justifican.