El Barça, el más interesado en el fichaje de Mingueza, al que resta un año en el Celta con el Mundial de fondo

El EuroCelta echó a rodar este mes de julio con algunas caras nuevas (Radu, Jutglà...) y a la espera de concretar los fichajes de los deseados Borja Iglesias y Bryan Zaragoza. El primero solo quiere venir a Vigo y el segundo parece estar volando a la ciudad olívica en estos momentos. Sus llegadas podrían cerrar, a priori, el mercado celeste, a expensas de que surja alguna oportunidad de mercado o se reactiven opciones que hoy están en un cajón, como la de César Azpilicueta. Sin embargo, hay un elemento como el de las ventas no deseadas que podrían desestabilizar la planificación del Celta de Vigo. Es aquí donde emergen varios nombres, pero uno por encima de todos ellos.

ÚLTIMO AÑO DE CONTRATO

Hay varios futbolistas en la plantilla celtiña que entran en su último año de contrato. Fran Beltrán o Carlos Domínguez son futbolistas que esperan sentarse a negociar para continuar, igual que un Iago Aspas de cuya continuidad dependerá exclusivamente de sus ganas de seguir con 38 años. Lo mismo ocurre con Marcos Alonso, al que esta temporada han respetado las lesiones pero que en en enero cumplirá 35 años. 

Otros, como Cervi, Ristic o Aidoo tienen mucho más difícil seguir y, aunque se escucharán todas las ofertas que lleguen, podrían ver cortada su relación con el Celta este mismo verano, siendo el ghanés el que tiene más papeletas para rescindir su contrato, liberando así masa salarial, aspecto clave para poder acometer los fichajes pendientes. 

Mención aparte merece Óscar Mingueza, una de las piedras angulares de los esquemas de Claudio Giráldez desde su llegada al banquillo de Balaídos. Se trata del futbolista con mayor valor de mercado del club, nada menos que 20 millones de euros -Javi Rodríguez sigue su estela con una valor de 15 millones-, su único futbolista internacional con España y un jugador que ha rendido muy bien en los últimos años, siendo además uno de los líderes del vestuario. 

Por su recorrido, Mingueza tiene por todo merecimiento más que ganada una oferta para renovar su vinculación con el Celta de Vigo más allá de junio de 2026, incluyendo una mejora salarial. Sin embargo, el interés de clubes ingleses y franceses (nombradamente Aston Villa y Olympique de Marsella) podrían hacer que Mingueza se piense dos veces si prolongar o no su estancia en Vigo, ya que negociar como agente libre podría reportarle un mejor contrato y bonus por su firma.

No obstante, hay que tener en cuenta varias variables. La primera de todas es que el Celta no tiene ningún interés de dejar que se vaya a coste cero. Si bien la prioridad, después de la venta de Fer López y los ingresos millonarios, es retener a todos los futbolistas importantes sin urgencia para vender, la idea de que Mingueza se pueda ir gratis el año próximo no gusta en A Sede, que ya estudia alternativas para, al menos, sacar algún beneficio este verano.

EL BARÇA EN LA ECUACIÓN

El Celta se remite a los 20 millones de su clausula para dejarlo ir o, al menos, como cifra aproximada para que los equipos interesados empiecen a negociar. Esto es porque los vigueses no tienen la totalidad del pase de Mingueza. La mitad de sus derechos pertenecen todavía al Barça, el más interesado en ver como el canterano de La Masía hace las maletas en esta ventana de fichajes. Una venta de Mingueza supondría un ingreso extra para los de Flick, que necesitan liquidez para poder inscribir a sus fichajes Joan García y Marcus Rashford, además de al renovado Wojciech Szczęsny.

A medida que avance el verano la operación puede calentarse, pues es en este último mes donde a muchos equipos se le ven las costuras y buscan algún chollo en el mercado para poder fortalecerse. Por otro lado, en pretemporada también suceden inconvenientes como las lesiones. Vease el caso del Villarreal y Logan Costa, lesionado de larga duración, obligando a los amarillos a buscar un defensor que cubra la baja del caboverdiano. Esta clase de sucesos, como el baile de nombres entre salidas y entradas en un mercado siempre fluctuante, pueden llevar a las oficinas centrales del Celta ofertas de última hora para contratar al de Santa Perpètua de Mogoda.

La alternativa y la opción que más puede gustar a la grada sería la de una renovación y, además, una compra, todo ello por el Celta. Si el Celta convence a Mingueza para continuar podría intentar adquirir al Barça el porcentaje de propiedad que todavía posee para, así, tener al futbolista en su totalidad. De esta forma, en el futuro, todos los beneficios de una posible venta irían a parar a las arcas olívicas. Lo que parece todavía más difícil hoy es el camino contrario: que el Barça compre al Celta su parte de la propiedad, escenario que se barajó hace unos meses. Ni los azulgranas tienen hoy el dinero ni hueco en la plantilla para materializar el regreso a casa de Mingueza.

EL MUNDIAL DE TELÓN DE FONDO

Lo que parece complicado es que Mingueza se enroque en su idea de no renovar, porque tiene mucho que perder. A la dirección del Celta no le ha temblado el pulso a la hora de tratar con los "rebeldes". El ejemplo más claro lo tenemos en Denis Suárez, un futbolista que pasó de ser primordial a probar la dureza de la grada por las desavenencias de la dirección con su agencia de representación. 

Al defensor podría esperarle un destino similar -si bien la dirección de Marian Mouriño es diferente a la de su padre- si se niega a no ampliar su contrato. La amenaza de pasar un año en blanco en la grada hace que el Celta tenga la sartén por el mango en esta negociación, pues este 2026 no es un año cualquiera, sino que es un año de Mundial, la máxima aspiración para todo futbolista profesional. 

Mingueza, asiduo en las llamadas a filas de Luis de la Fuente, no quiere perder la oportunidad de acudir a la cita mundialista, por lo que necesita jugar y demostrar que está capacitado para viajar a Estados Unidos el próximo verano. Por eso, lo mejor para las partes, tanto para el jugador como para los clubes, es que salga este verano si, como parece, no va a estampar una nueva firma con tinta azul celeste.