El Málaga mantiene en la recámara a Rubén Albés, el 'Señor Lobo' de la Segunda División

"Soy el Señor Lobo. Soluciono problemas". Esa es la famosa tarjeta de presentación de Winston Wolf, alias 'Señor Lobo', personaje icónico e historia del cine por su aparición en Pulp Fiction. La profesión del Sr. Lobo era, precisamente, resolver entuertos. Alguien con un currículum así es lo que busca hoy el Málaga CF, que después de destituir a Sergio Pellicer, un hombre de la casa que sacó al histórico cuadro andaluz de las catacumbas del fútbol nacional, que se mantiene al acecho de un remplazo de garantías para guiar a los albicelestes, toda vez que el nombramiento de Juan Francisco Funes despierta más excepticismo que ilusión. El primer nombre sobre la mesa en caso de que no funcione el experimento es el de Rubén Albés, acostumbrado a bailar con la más fea en la división de plata.

EXPERIMENTADO Y EXITOSO

Rubén Albés ha destacado en los últimos años por dar resultados por encima de los esperados en la mayoría de equipos a los que ha dirigido. Después de curtirse en Segunda B, con etapas memorables en los filiales de Real Valladolid y Celta de Vigo, el gran reto de Albés llegó en el banquillo del CD Lugo, un equipo que antes de su llegada parecía condenado al descenso tras años de inestabilidad -cuando aterrizó en el Anxo Carro en abril de 2021 era el cuarto técnico de la temporada- y que el preparador vigués transformó en un conjunto rocoso y fiable, que logró dos permanencias sin excesivos apuros bajo su mando en la campaña que comandó de principio a fin. 

Tras esta experiencia con los albivermellos, tomó las riendas de un recién ascendido como el Albacete Balompié al que otro Rubén y paisano, de la Barrera para más señas, había catapultado a Segunda. Con los manchegos los resultados también fueron sobresalientes en su primer año, clasificando a los blancos para los playoff de ascenso a Primera. El año siguiente fue bastante más complicado, incapaz de repetir los éxitos de su inicio y en marzo fue cesado tras encadenar malos resultados con siete de 33 puntos posibles en las últimas once jornadas en el Carlos Belmonte.

Pero su buen hacer en Albacete le abrió las puertas de un histórico como el Sporting de Gijón en la temporada 24/25, una bestia difícil de domar por los problemas crónicos que arrastran los asturianos. En El Molinón su desempeño fue de más a menos, volviendo a firmar un finiquito la pasada primavera. 

Desde entonces, Albés se encuentra a la espera de una llamada, la de alguien que, como Vicent Vega y Jules Winnfield (John Travolta y Samuel L. Jackson, para los menos cinéfilos), tenga un problema que necesite de una solución urgente. Estos parecen ser los aficionados boquerones, que ven a su club en una situación comprometida tanto en los despachos -un administrador judicial dirige la entidad- como sobre el verde. Las informaciones publicadas por Diario Sur ponen a los malagueños detrás de la pista del olívico, que parece ahora mismo en la recámara. 

Este debía ser un año de consolidación en La Rosaleda, pero la marcha del equipo con Pellicer, con solo dos triunfos en los últimos once choques, han provocado el adiós del técnico. Ahora asume el cargo Juan Francisco Funes, otro hombre de club que sube del filial con unos pobres registro con el Atlético Malagueño, colista del Grupo 4 con tan solo seis puntos de 33 disputados. Su ascenso del B al A suena más bien a una medida desesperada que a la convicción del club en un adiestrador en el que confían. Mientras, el móvil de Albés espera a que levanten el teléfono desde Martiricos, buscando a alguien al otro lado de la línea que los saque del apuro.