Euforia en Vigo: el Celta busca el 'Top 8' europeo ante el Bolonia tras asaltar el Bernabéu
El estadio de Balaídos se prepara para vivir una de esas noches mágicas que quedan grabadas en la retina del aficionado, acogiendo este jueves la última cita continental del año frente al Bolonia. El conjunto vigués llega a este duelo de la sexta jornada de la Europa League con la moral por las nubes después de dar un golpe sobre la mesa en La Liga ganando al Real Madrid a domicilio, y ahora busca certificar su candidatura a las rondas finales de la competición europea ante un rival italiano que promete plantar un muro difícil de derribar.
La atmósfera que se respira en la ciudad olívica es de optimismo contenido, sabedores de que el equipo atraviesa un momento dulce tanto en el juego como en los resultados. Tras superar con éxito el trámite copero ante el Sant Andreu desde los once metros y conquistar el Santiago Bernabéu el pasado fin de semana, la plantilla celeste quiere aprovechar esa inercia ganadora para catapultarse en la clasificación europea. El objetivo no es otro que confirmar su presencia entre los ocho primeros, un puesto de privilegio que permitiría al Celta saltarse la ronda de dieciseisavos y acceder directamente a los octavos de final, evitando así un cruce adicional en el cargado calendario de 2026.
Sin embargo, enfrente estará un Bolonia que no viaja a Galicia para hacer turismo gastronómico, sino para disputar cada balón como si fuera el último. Los italianos, que se encuentran a solo seis puntos del liderato en la Serie A, presentan un perfil muy distinto al de los gallegos, priorizando el orden táctico y la solidez defensiva frente a la verticalidad local.
Ambos conjuntos se encuentran actualmente en la zona que da acceso a la siguiente fase, pero este duelo se antoja vital para definir sus aspiraciones reales en el torneo, convirtiendo el choque en una batalla estratégica de primer nivel donde los pequeños detalles definirán el marcador.
El técnico de O Porriño, Claudio Giráldez, no ha escatimado en elogios hacia el adversario durante la previa, advirtiendo de la extrema dificultad que entraña el sistema de juego planteado por Vincenzo Italiano. El entrenador gallego ha puesto el acento en la capacidad del cuadro transalpino para incomodar la salida de balón, utilizando una defensa al hombre que obligará a los jugadores celestes a estar especialmente lúcidos en el aspecto técnico. Para Giráldez, la clave residirá en superar esa asfixiante presión individual y encontrar los espacios necesarios para desplegar el fútbol alegre que caracteriza a su equipo.
Además de la estructura defensiva, el cuerpo técnico del Celta ha mostrado su preocupación por el talento individual que atesora el Bolonia en las bandas, calificando su potencial ofensivo como brutal. Los extremos del conjunto italiano son considerados por el preparador celeste como algunos de los futbolistas más desequilibrantes de toda la competición, lo que exigirá un esfuerzo extra en las ayudas defensivas. El plan de partido pasa por mantener la estabilidad emocional y aprovechar la confianza generada tras la victoria en Madrid para ser protagonistas, buscando dominar a través de la posesión y neutralizar las virtudes de un rival con experiencia reciente en la Liga de Campeones.
A nivel de vestuario, la sintonía parece total, con figuras como Ilaix Moriba reivindicando su felicidad en el proyecto vigués y su adaptación al esquema de juego. Giráldez ha insistido en que, para salir victoriosos, el equipo debe ser valiente y atrevido, transformando la motivación del triunfo liguero en energía positiva sobre el césped. La consigna es clara: no especular y buscar la portería rival desde el pitido inicial para hacer valer el factor cancha, entendiendo que la fortaleza mental será tan importante como el despliegue físico en un encuentro que se prevé de mucho desgaste.
Novedades en la lista y rotaciones obligadas
En el capítulo puramente deportivo, la convocatoria facilitada por el cuerpo técnico presenta luces y sombras debido a la exigencia del calendario. La enfermería celeste sigue teniendo inquilinos, confirmándose las bajas de Pablo Durán, con problemas en el hombro izquierdo derivados del choque contra el Real Madrid, y de Carlos Domínguez, aquejado de molestias en el aductor. A estas ausencias hay que sumar la de Aidoo, quien no está inscrito en la competición europea, y la de Cervi por decisión técnica, lo que obligará a Giráldez a ajustar su línea defensiva y buscar alternativas para mantener la frescura del bloque.
No todo son malas noticias, ya que la lista de 24 futbolistas incluye el regreso de piezas importantes como Hugo Sotelo y Ristic, quienes podrían tener minutos para dar oxígeno al equipo. Se espera que el entrenador realice las rotaciones habituales para gestionar los esfuerzos, por lo que nombres como Iago Aspas, Javi Rueda, Fran Beltrán o Ferran Jutglà tienen muchas papeletas para formar parte del once titular o tener un papel decisivo durante el encuentro. La profundidad de plantilla será fundamental para mantener el ritmo alto que exige el guion del partido y garantizar la competitividad durante los noventa minutos.
El horario del encuentro, fijado para las 21:00 horas de este jueves 11 de diciembre, no parece ser un impedimento para la marea celeste, que acudirá en masa a animar a los suyos. El club ha puesto a la venta las últimas localidades disponibles con precios que oscilan entre los 20 euros para los abonados y los 25 para el público general, una política de precios que busca incentivar la asistencia y convertir el estadio en una olla a presión. Se espera que el aliento de la grada sea el jugador número doce necesario para doblegar la resistencia italiana.
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