Vuelta al cole 2022: adelanto de las clases particulares y material reusado para esquivar la inflación

De acuerdo a las instrucciones de la Xunta, todos los niveles educativos no universitarios han vuelto a las aulas el jueves 8 de septiembre. Esto incluye, entre otros, a las Escuelas Oficiales de Idiomas, Formación Profesional, Educación Infantil, Educación Primaria, de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato. El personal docente se reincorporóa sus puestos una semana antes, el día 1 de septiembre.

Un retorno a las clases para el que muchos deben considerar no solo lo material, como libros o uniformes, también las clases extraescolares y/o las clases particulares. 

En lo referido a las clases de apoyo, este curso llega con la consolidación de una novedad relevante. Cada vez son menos los niveles que permiten una segunda convocatoria en septiembre. 

De haberla, suele ser en junio o julio, poco después de que se cierre la evaluación ordinaria. Esto es lo que ha sucedido por vez primera en la ESO. Una consecuencia es que la cantidad de alumnos en clases particulares en Santiago de Compostela este verano se ha desplomado ante la desaparición de las reválidas de septiembre. 

Otra consecuencia de la progresiva eliminación de los exámenes postvacacionales es que los alumnos tienen muy poco tiempo para recuperarse de un eventual fracaso en la primera convocatoria. En algunos ciclos hay un par de semanas, pero en otros, como en las escuelas de idiomas, no es excepcional que el examen de repesca llegue a los pocos días del examen ordinario.

Algo a tener en cuenta por alumnos y tutores. De estimar que pueden ser necesarias clases de refuerzo en una materia, no tiene sentido esperar a tomar una decisión en primavera. Para los más previsores es mejor adelantarse a un eventual problema contrastandolas al principio de curso. Algo que puede ser un balón de oxígeno para las castigadas economías de muchas academias y profesores particulares.

Otro factor a tener en cuenta en la vuelta a los colegios es el material. Las malas perspectivas económicas parece que provocarán un menor gasto. Un estudio reciente estima que las familias gastarán en torno a 270 euros. Es un 25% menos de los 360 euros por alumnos que se gastaron en 2021.