Preacuerdo en el sector del metal de Pontevedra: suspendida la huelga indefinida que arrancaba este martes

Tras semanas de tensión y un órdago de los sindicatos convocando la huelga indefinida para este 18 de julio, finalmente las partes han alcanzado un preacuerdo.

El convenio colectivo queda a expensas de que sean los propios trabajadores los que, en asamblea, aprueben el preacuerdo alcanzado con la patronal.

Empresarios y sindicatos del sector del metal de la provincia de Pontevedra han alcanzado este lunes un preacuerdo de convenio colectivo, lo que ha permitido que se suspenda la huelga indefinida que arrancaba a partir de este martes, día 18 de julio.

Según han confirmado fuentes sindicales, tras más de diez horas de reunión, a última hora de este lunes han decidido desconvocar la huelga indefinida hasta tener el preacuerdo sobre papel para ser debatido y votado por los trabajadores. De ser aceptado, permitiría desbloquear un conflicto que ha durado varias semanas, incluyendo hasta seis jornadas de paros.

Pese a que desde Comisiones Obreras criticaron este lunes que la patronal rechazase la mediación de AGA (Acuerdo Interprofesional Gallego sobre procedimientos extrajudiciales de solución de conflictos de trabajo), finalmente sí hubo acuerdo.

Fueron necesarias hasta 15 reuniones entre patronal y sindicatos para llegar a un acuerdo. La última fue el viernes pasado, cuando ambas partes reconocieron "avances", aunque "mínimos" según criticaron desde los sindicatos.

Sin embargo, este lunes por fin alcanzaron el pacto, que pondrá fin a la convocatoria de huelga anunciada. Entre las medidas que permitieron desbloquear la situación se encuentran una subida salarial del 9% en tres años y una reducción de la jornada anual de 16 horas.

Por su parte, el secretario general de Asime, Enrique Mallón, ha celebrado este preacuerdo, que será bueno tanto para trabajadores como para empresarios porque traerá "paz social" al sector.

Entre los "avances" del convenio ha destacado la reducción de 16 horas de la jornada anual y un incremento de los salarios del 9% en tres años y con revisión al IPC, además de otras mejoras respecto a las licencias y a las vacaciones. "Es un preacuerdo garantista en el que nadie pierde", ha añadido, lamentando que haya tardado tanto este pacto, que ha hecho "sufrir" a las empresas.