Las carreteras gallegas, terreno de ensayo para vehículos autónomos

El Centro Automobilístico de Galicia (CTAG) es el organismo elegido para colaborar en las pruebas de automóbiles autónomos en viarios gallegos. Lo hará en colaboración con Instituto Nacional de Investigación sobre el Automóvil (INSIA) que ha sido designado como centro de reconocimiento Tecnológico para pruebas de investigación con vehículos de conducción automatizada en vías abiertas al tráfico. Así lo apunta Francisco Sánchez, director de la División de Electrónica y Movilidad Inteligente en el CTAG quien, en respuesta a Galicia Press, indica que estas pruebas cuentan con el aval de la Dirección General de Tráfico (DGT). 
 

Espacios de ensayo

Sobre el lugar exacto de las pruebas desde el CTAG no se han prodigado en detalles, aunque los trayectos deberán ser notificados a la DGT, así como fechas y período en que discurrirán los ensayos. Esto se traduce en un entorno controlado que evite cualquier tipo incidente con el vehículo autónomo en su fase de prototipo mientras se realizan los diferentes test sobre el mismo. Esto será así para cualquier empresa o entidad que desee llevar a cabo ejercicios como este y verificar así el funcionamiento de su coche.

Sin embargo, INSIA y CTAG realizarán estudios con sus vehículos tanto en laboratorio como en pistas de circuito cerrado y cuyos objetivos serán la validación de ítems como: 

a) Conducción manual

Correcto funcionamiento del sistema de frenos

Ausencia de problemas en el sistema de dirección

b) En conducción automatizada

Control longitudinal

Seguimiento de vehículos correcto

Frenado automático en situaciones críticas de emergencia

Control lateral

Mantenimiento correcto en el carril

Ensayos de reconocimiento y cumplimiento de las señales de tráfico

Pruebas de toma de control de modo autónomo a modo manual (volante, acelerador y frenos)

Pruebas de desconexión de emergencia del modo autónomo y parada del vehículo 

El tándem INSIA/CTAG finalizará este trabajo con la realización de un informe donde se verterán todas las pruebas realizadas bajo las ordenanzas de la instrucción de la DGT VEH-2022-07. Todo esto se hará previamente a la circulación en fase de prueba del vehículo automatizado durante los ensayos. Con todo este conjunto de pruebas verificadas, el modelo que se quiera poner en circulación en vías públicas podrá hacerlo. Eso, siempre que se informe a la DGT del lugar, trayecto, fecha y hora elegidos por la institución o empresa que desee probar su vehículo.

El momento de la verdad

A pesar de las medidas de seguridad que se tomen, siempre queda la duda de si el automóvil autónomo responderá de manera positiva y sin causar daños en la vía o a terceros. Según Sánchez, las medidas de seguridad en este tipo de ejercicios permiten ofrecer garantías tanto para terceros como la vía en la que se circula. 
 

Por otra parte, durante los ensayos en vías públicas un conductor habrá de estar en el puesto de piloto en caso de ser necesario tomar el control del vehículo ante alguna incidencia. Esto no quita que se esté monitorizando de forma continua el automóvil para registrar los datos emitidos durante el trayecto de circulación. Tampoco esto resta para que se incluyan más medidas de seguridad buscando el evitar cualquier eventualidad.

Un servicio pensado para terceros
 

El trabajo que desarrollarán CTAG e INSIA no se ceñirá a un solo proyecto sino que estamos ante el ensamblado de un servicio de ensayos, tal como explica Francisco Sánchez, para la verificación de vehículos autónomos y que estos reúnan todas las condiciones requeridas por la DGT. La colaboración entre las dos entidades busca la cobertura de todo tipo de pruebas y ensayos obligatorios estipulados en la instrucción VEH-2022-07.
 

La suma de las dos entidades permitirá el trabajo de análisis para los diferentes tipos de vehículos. Esto implica incluir soluciones para diferentes terrenos, pues un vehículo autónomo debe responder a las exigencias del espacio y los lugares donde se van a emplear. Así, se han creado niveles de automatización y ODDs (Operational Desing Domains) para los que se ha diseñado un vehículo automatizado.
 

Como explica Sánchez: “No es lo mismo automatizar un vehículo para que funcione en un entorno de aparcamiento (velocidades bajas y situaciones no muy complejas) como para un entorno de autopista (velocidad alta pero un único sentido de marcha)”. Y si hablamos de entornos urbanos y rurales nos estamos metiendo en espacios más complejos. Es por ello que la automatización debe evolucionar a niveles muy exigentes para entornos exigentes.

Si bien parte de lo antes descrito se desarrolla en laboratorio, el ensayo de vehículos autónomos en carreteras con tramos complejos permite un avance más seguro y rápido en la evolución de este tipo de conducción. La conclusión es que estamos ante una buena oportunidad para España y para Galicia, pues podrían convertirse “en uno de los lugares de referencia en el desarrollo y validación del vehículo autónomo y conectado”.