Los pellets, otro clavo en el ataúd de los mariscadores: "Nos enfrentamos a unas pérdidas económicas increíbles"

La llegada de pequeñas bolas de plástico a las costas de Galicia procedentes de un contenedor caído de un buque en Portugal ha puesto contra las cuerdas no solo a los delicados ecosistemas de la costa gallega, sino a la economía de miles de familias. La zona en la que se han reportado más arenales afectados es la que comprende desde el Cabo Finisterre hasta A Illa de Arousa, pero los pellets han navegado hasta el Cantábrico y se adentran en territorios insospechados. Entre esos dos puntos del territorio gallego se encuentra Portosín, la pequeña villa marinera de Porto do Son, municipio en el que ya se reportaron avistamientos de este microplástico el pasado 26 de diciembre. 

En Louro, As Furnas o Espiñeirido hicieron acto de presencia por entonces los pellets en un desastre medioambiental del que todavía no alcanzamos a calibrar del todo bien sus consecuencias. El daño al ecosistema marino es por ahora insospechado, ya que desconocemos el verdadero alcance del vertido, pero para una economía enfocada en el mar como la de muchas familias de Portosín, lo ocurrido es solo un clavo más en el ataúd de los mariscadores.

RECOGIDA DE LOS PLÁSTICOS

Isaac Gaciño, patrón mayor de la Cofradía de Portosín, detalla que en las últimas horas desde la institución realizaron una radiografía de la zona, con inspecciones que les permitió comprobar que "de la ría hacia adentro estamos viendo poca cosa", aunque "sí a la entrada de la ría, de Porto do Son hacia el sur". 

En esa parte de la ría es a donde están llegando los sacos con pellets, de los cuales "la cofradía de Porto do Son ya recuperó dos o tres enteros", pero también los microplásticos esparcidos por los sacos que se abrieron o rompieron con el oleaje y los golpes contra la costa. "Estamos procediendo a su recogida voluntarios, miembros de las cofradías y operarios del Concello de Porto do Son", explica Gaciño, al tiempo que puntualiza que la flota permanece parada. 

"PORTUGAL AVISA A ESPAÑA EL 20 DE DICIEMBRE; MADRID A LA XUNTA EN ENERO"

Los patrones mayores de toda Galicia fueron invitados a participar en una reunión extraordinaria celebrada el domingo con la Consellería do Mar, el director de pesca y el jefe de inspección pesquera, donde se les informó de que la comunicación de Portugal a España de la caída de los contenedores con los pellets en Viana do Castelo "fue el pasado 20 de diciembre". "También nos dicen que Madrid se lo comunica a la Xunta entre el 3 y el 4 de enero".

Ese es, al menos, el relato que hicieron en la reunión a los patrones mayores y que no coincide con las últimas informaciones, como el hecho de que el Estado sostiene que avisaron a la Xunta mucho antes, justo cuando recibieron aviso de Portugal, y que el Concello de Ribeira, el 13 de diciembre, ya notificó entonces al Gobierno gallego la aparición de los primeros sacos de pellets en sus playas. "Estaban plenamente informados", detalló Luís Pérez, alcalde de Ribeira, a Galiciapress.

Para Gaciño, visto que los primeros microplásticos llegaron a la costa solo unos días después de la comunicación entre el Gobierno de Portugal y el de España, la actuación es "tardía", ya que es en estos momentos cuando están evaluando cuáles son las medidas de limpieza "más adecuadas para esta situación".

El golpe es especialmente severo en estos momentos, porque lo que relatan los buzos es que el fondo marino está muy afectado por la aparición de las partículas. "Son partículas muy pequeñas que pueden ser ingeridas por los animales. Se encuentran a media-agua y son desplazadas por las corrientes. Toda clase de contaminación es totalmente perjudicial a nuestro día a día", lamenta Gaciño.

UN GOLPE MÁS A UN SECTOR MUY PERJUDICADO

Es una pierda más en el tejado de los pescadores y mariscadores, que ya este año se enfrentaron a una gran mortandad por la gran cantidad de agua dulce que llegó a los bancos marisqueros y que provocó la muerte de un gran número de ejemplares. "El del marisqueo fue el gran problema de este año. Nos enfrentamos a unas pérdidas increíbles, no solo para el marisqueo, sino para todo el municipio", advierte el patrón mayor, a la vez que lleva esta catástrofe a las consecuencias que puede tener en los precios de los productos en supermercados o incluso sobre las conserveras. 

"Estamos preocupados. Desde la Xunta están sopesando enviar una solicitud para que sean declaradas como zona catastrófica los lugares más afectados. Nosotros estamos a la espera de noticias mientras la gente capea el temporal como puede", manifiesta Gaciño, que espera movimientos de las administraciones para que dispongan las "ayudas necesarias, cuanto antes, para aquellos que nos vemos afectados por este desastre".