Convertir la balsa de lodos de Alcoa en ladrillos, una salida para residuos tóxicos
El reciclaje de los lodos procedentes de Alcoa es un tema que lleva décadas sobre la mesa. Un primer intento fue hacer ladrillos acumuladores de calor pero la retirada de la tarifa nocturna hizo cerrar la producción. Ahora, la idea vuelve a estar entre las posibilidades para darle salida a estos residuos industriales
Reciclar los lodos rojos generados por Alcoa en San Cibrao para la fabricación de ladrillos, una vía innovadora y sostenible para la gestión de residuos industriales. Esta idea permitiría observar cómo el I+D+i hace posible una economía circular integrada en Galicia. La materialización de esta idea es posible, la respaldan décadas de investigación. El proceso para transformar una materia residual en algo útil como son elementos para la construcción, cuenta con el apoyo de algunos de los mayores expertos en la materia en Galicia.
Qué son los lodos rojos y almacenaje
Los lodos rojos son un residuo industrial resultante del proceso Bayer, mediante el cual la bauxita —principal fuente de aluminio— se somete a una reacción química con sosa cáustica y presión para extraer alúmina. Lo que no se disuelve termina formando el lodo rojo que debe su color a los óxidos de hierro, junto a óxidos de aluminio, titanio y otras tierras raras. Además, este material presenta una alta alcalinidad, con valores de pH en torno a 13, lo que lo convierte en un residuo cáustico y potencialmente contaminante si no se trata adecuadamente.
El profesor Felipe Macías, de la Universidad de Santiago de Compostela, subraya que, aunque la zona de almacenamiento en la Mariña lucense es muy estable desde el punto de vista sísmico, nunca existe riesgo cero. El almacenamiento prolongado de esta materia debe evitarse siempre que sea posible y las prioridades deben pasar por encontrar nuevas vías de valorización de estos residuos. Parte del riesgo ambiental detectado por Macías está más relacionado con un posible colapso del muro de contención de la balsa que con la toxicidad aguda de los lodos.
Aunque no se consideran extremadamente tóxicos, las emisiones líquidas pueden eliminar la vida acuática circundante por su concentración de sólidos y su alcalinidad. En cuanto a su composición, destaca la presencia de sosa cáustica y la relativa facilidad para separar esta de la parte arcillosa durante procesos de reutilización.
Del residuo al recurso: fabricar ladrillos y áridos
En la búsqueda de aplicaciones útiles, el profesor Francisco Guitián, del Instituto de Materiales de la USC, ha liderado iniciativas y patentes para transformar los lodos rojos en materiales de construcción. Guitián explica que hace dos décadas ya existió una fábrica que convirtió estos residuos en ladrillos acumuladores de calor, muy demandados cuando la tarifa eléctrica nocturna estaba en vigor. Además, Guitián destaca que el proceso para transformar los lodos en productos cerámicos o áridos para carreteras elimina su peligrosidad, ya que la sosa es separada del barro y la materia resultante no es dañina para la salud ni el entorno.
Analizando de cerca el proceso, dentro el ámbito industrial, la transformación de lodos rojos permite fabricar elementos como ladrillos de uso residencial e industrial, aprovechando la alta densidad y capacidad calorífica del material. Se pueden crear áridos y arenas para obra pública, permitiendo reducir el impacto de las canteras y promoviendo el reciclaje. Otra posibilidad son los materiales para apantallamiento acústico, dada su densidad y capacidad de absorción sonora.
Potencial económico y operativo
El profesor Guitián recalca que la viabilidad técnica de fabricar ladrillos y otros materiales a partir de lodos rojos está demostrada en laboratorio. El profesor declara que existen numerosas tesis y patentes desde hace casi medio siglo, todas ellas respaldadas también por precedentes industriales en la comarca lucense. La factibilidad económica y la voluntad de Alcoa serán clave para reactivar o modernizar este tipo de factorías en el entorno. Además, el interés por la valorización de estos residuos se actualiza ante la necesidad de alternativas sostenibles en el sector y el contexto actual de precios energéticos elevados.
El reciclaje de los lodos rojos de Alcoa en San Cibrao para fabricar ladrillos y otros materiales supone una oportunidad real de economía circular, basada en décadas de I+D+i, experiencia en el sector y la implicación de investigadores de la Universidad de Santiago. A la espera de nuevas inversiones industriales, la iniciativa cuenta con el aval científico para convertir un problema ambiental en una fuente de recursos valorizados, aunque deben realizarse bajo estrictos controles de seguridad y sostenibilidad ambiental.
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