Los exguardias gallegos padres de la baliza V-16 la defienden pero dicen que nunca pensaron que fuese obligatoria
La inminente obligatoriedad del uso de las balizas V-16 a partir del próximo 1 de enero ha generado un intenso debate en hogares y reuniones de toda Galicia y España. Este nuevo dispositivo sustituirá a los tradicionales triángulos de emergencia en los vehículos y deberá ir guardado en la guantera para ser utilizado en caso de accidente o avería. Detrás de esta innovación se encuentran dos emprendedores gallegos, Jorge Torre y Jorge Costas, cuya creación, hace casi una década, no nació con la pretensión de convertirse en un accesorio obligatorio, sino como una herramienta de seguridad pensada para personas con movilidad reducida.
La idea que dio origen a la baliza V-16 tuvo su germen en la experiencia de Jorge Torre como agente de la Guardia Civil, donde pudo comprobar las dificultades y riesgos que conllevaba colocar los triángulos en situaciones de emergencia. Muchos conductores, según recuerda, no sabían situarlos correctamente y, en ocasiones, se exponían a ser atropellados al hacerlo. Esta constatación le llevó a abandonar el Cuerpo y emprender el desarrollo de una luz de emergencia sin cables, fácil de usar y que se pudiera guardar en la guantera, inspirada en las señales luminosas de los coches camuflados de la Benemérita.
Poco después se incorporó al proyecto su tocayo Jorge Costas, también exagente de la Guardia Civil, que vio en la iniciativa una oportunidad para emprender tras una experiencia empresarial fallida. Ambos unieron esfuerzos y fundaron Netun Solutions, la empresa que acabaría comercializando las primeras versiones de la baliza bajo la marca Help Flash. Según explican, al inicio recorrieron toda España presentando su idea a asociaciones de personas con discapacidad y víctimas de accidentes de tráfico, que vieron en el dispositivo una solución práctica y segura.
Las primeras Help Flash carecían de conectividad, pero su potencial llamó la atención de la Dirección General de Tráfico (DGT), que apostó por este formato como sustituto de los triángulos. Con el paso del tiempo, el dispositivo evolucionó hasta incorporar una tecnología que envía automáticamente una alerta de ubicación a la DGT cuando se activa, lo que permite advertir a otros conductores de un posible peligro en la vía.
Torre y Costas destacan que este sistema no supone una intromisión en la privacidad, porque la baliza no está vinculada a ningún vehículo ni a datos personales. Solo emite señal cuando se enciende y su batería no tiene capacidad para mantener una transmisión constante. “Sería inviable técnicamente que una pila emitiera datos en tiempo real durante horas”, señalan los empresarios, respondiendo a las críticas de quienes temen un exceso de control mediante la conectividad.
Para ellos, la sustitución de los triángulos por este tipo de señal luminosa supone una mejora indiscutible en la seguridad vial. Muchas personas, recuerdan, no colocan los triángulos por miedo o desorientación tras un accidente, o se exponen a atropellos al hacerlo en autopistas o vías de alta velocidad. “Con una baliza basta con sacarla por la ventanilla y colocarla sobre el techo del coche en pocos segundos”, explican.
A medida que se acerca la fecha de entrada en vigor de la norma, la demanda de balizas V-16 se ha disparado, generando colas de compra tanto en tiendas físicas como en plataformas digitales. Torre y Costas aseguran que ellos mismos no imaginaban este nivel de repercusión y reconocen, entre risas, que “muchos piensan que nos hemos hecho ricos, pero la realidad es muy distinta”. La patente del producto no existe como tal —se trata de un diseño genérico que no puede registrarse de forma exclusiva—, aunque sí tienen protegida la marca Help Flash y su diseño industrial.
Actualmente, Netun Solutions produce unas 600.000 unidades mensuales en una planta de Zaragoza, pero los emprendedores admiten que es “imposible” abastecer a los más de 30 millones de vehículos del parque automovilístico español antes de que termine el año. Aun así, aseguran que la industria está respondiendo con fuerza y confían en que durante 2026 la producción conjunta de unos 250 fabricantes homologados permita cubrir toda la demanda nacional.
Un ejemplo de innovación gallega con proyección europea
El éxito de la V-16 no solo reside en su practicidad, sino también en su potencial exportador. Los empresarios gallegos creen que otros países europeos acabarán adoptando esta medida, al tratarse de un modelo de seguridad vial conectado que encaja con las políticas de la Unión Europea en materia de transporte inteligente y reducción de siniestralidad en carretera. En este sentido, destacan que España actúa como país pionero, siendo el primero en sustituir completamente los triángulos por un sistema de aviso luminoso inteligente.
Respecto al funcionamiento del dispositivo, Torre y Costas explican que las balizas deben garantizar una vida útil mínima de 12 años en lo que respecta a la conectividad y la batería. Además, para evitar falsas alarmas, tardan entre 100 y 120 segundos en enviar el primer aviso de ubicación, tiempo suficiente para distinguir entre un uso real y una simple prueba. Durante los primeros segundos tras su encendido, la luz emite un destello más tenue para proteger la vista del usuario al colocarla sobre el vehículo.
Escribe tu comentario