La huelga indefinida sobrevuela DIGI mientras "CC.OO. trata de tumbar el convenio que firmó", sostiene la CIG

Para algunos puede ser todavía un desconocido, pero de un tiempo a esta parte la expansión de DIGI en el universo de las telecomunicaciones ha sido fulgurante en España. La compañía rumana es una de las low cost dentro del sector de la telefonía, pero sus agresivas campañas publicitarias, con patricionios que incluyen importantes equipos de fútbol, como Real Oviedo, Rayo Vallecano, Cádiz, Burgos o incluso el Deportivo de La Coruña, le han reportado un gran número de clientes y beneficios por encima de los 300 millones de euros en España durante el pasado ejercicio. Solo comparable a la agresividad de su táctica empresarial es la que demuestra con sus propios empleados, hoy en pie de guerra por un convenio firmado en una gran polémica por las formas y el fondo del mismo, llevando a los sindicatos a valorar la convocatoria de una huelga indefinida.

"LA AUTORIDAD LABORAL ESTÁ AL TANTO DE LO OCURRIDO"

En Galicia tuvo lugar la semana pasada la tercera de las jornadas de huelga convocadas por la Confederación Intersindical Galega (CIG), una de las centrales sindicales que se está moviendo contra el criticado texto firmado por UGT y CC.OO., aunque no por la sección de Industria de Comisiones. "Hasta en Comisiones Obreras están tratando de corregir la situación. Fue el área de Comercio la que selló el acuerdo. No podemos entenderlo, porque ahora está CC.OO. luchado contra sí misma para intentar echarlo abajo", apunta José Luis Álvarez, presidente del comité de empresa en A Coruña. 

Fue en el Centro Comercial de Marineda City donde los empleados de DIGI secundaron la jornada de huelga del pasado jueves, con un seguimiento de en torno al 60%. Álvarez admite que podría esperarse una acogida mayor a la huelga, pero recuerda que ya es la tercera jornada de protestas y que hay muchos trabajadores "de baja y de vacaciones todavía". 

Para los clientes de DIGI los paros se traducen en retrasos en la atención y el mantenimiento de las líneas, algo que la compañía ha tratado de corregir enviando a "esquiroles" desde Asturias o Madrid para cubrir las ausencias, toda vez que desde la CIG apuntan que la firma "ni siquiera propuso servicios mínimos". "La autoridad laboral está al tanto de lo ocurrido e Inspección de Trabajo ya se ha reunido para tratar el asunto", detalla Álvarez, a la vez que puntualiza que ya en las otras jornadas de huelga se trató de boicotear la presión de los empleados con otros repuestos desplazados.

Álvarez defiende que el nuevo convenio supone "un recorte a las condiciones salariales y laborales" que se traducen en que "un trabajador que entra perderá sobre unos 6.000 euros al año de salario base, además de un día menos de vacaciones, pluses que tenemos por el convenio del metal...". 

A mayores, el conflicto con DIGI viene también por la carga de trabajo, que lleva membrete judicial: "Nos van a meter una producción que teníamos ganada en un juicio. Nos la van a imponer pese a que esa producción acarrea una sanción si no cumples, y si acumulas tres te pueden echar a la calle".

¿HUELGA INDEFINIDA?

El clima es insostenible en Galicia, pero Álvarez subraya que en otros puntos de la geografía nacional los operarios están igual de quemados por el ambiente en la compañía, con focos en todo el norte peninsular o Granada, donde ya han iniciado movimientos algunos sindicatos para unirse a las protestas gallegas.

"No pedimos más que se cumpla el convenio del metal de A Coruña, igual que piden los demás", insisten desde la CIG. No obstante, el silencio desde la dirección es revelador, dejando al comité de empresa de A Coruña en espera durante los últimos seis meses que llevan solicitando una reunión "que supuestamente tendría que ser trimestral". 

"No nos acercan ni una fecha para reunirnos, ni nos dicen si vamos a negociar o no... Nada, no dicen nada. No sé si están conversando y valorando la huelga o que no quieren hacer nada", sostiene Álvarez, mientras censura que la única comunicación de la empresa es "su intención de seguir con el convenio cueste lo que cueste". 

Así las cosas, la posibilidad de que se convoque una huelga indefinida gana enteros a cada día que pasa sin que se pronuncie DIGI. De momento han comenzado a coordinarse la CIG y otras fuerzas sindicales de otras provincias para estudiar las opciones que hay encima de la mesa. Esta semana está prevista la celebración de una asamblea de trabajadores para ver cuáles son los siguientes pasos a dar. 

De momento, ha trascendido que en otros lugares ya contemplan movilizaciones para los días 7, 8 y 9 de octubre, mientras que en A Coruña proponen movilizaciones para unos días más adelante, posiblemente del 14 al 16 de octubre, mientras que valoran la posibilidad de llegar a convocar un paro este otoño donde estén llamados a participar los trabajadores de DIGI de toda España.