La CIG se moviliza por el despido de una de sus delegadas

La federación de servicios de la CIG de Pontevedra se manifestó este viernes en la residencia de la tercera edad Soremay, para así rechazar el despido de una de sus delegadas en el comité de empresa y denunciar la represión sindical por parte de la dirección. La próxima movilización tendrá lugar el próximo miércoles día 11 en el mismo lugar, también a las 12:00 del mediodía.

La protesta tuvo lugar en la calle Pedro Sarmiento de Gamboa, en el centro de la ciudad, al grito de "Non á represión de Soremay", "Contra a represión, mobilización" y "Soremay, escoita, estamos en loita".

Desde la central han denunciado que este se trata de un claro caso de represión sindical, por lo que sus servicios jurídicos trabajan ya en el recurso para reclamar la nulidad de la rescisión de contrato "injusta y arbitraria" que tuvo lugar a finales del pasado mes de noviembre.

Iván Veiga, de la CIG, ha asegurado que la decisión de la empresa no tiene fundamento alguno en los estrictamente laboral. "Esta compañera nunca tuvo ningún tipo de queja, ni por escrito ni de manera verbal, con anterioridad al despido". Por ello considera que el despido responde a una represalia por el trabajo sindical de la trabajadora, que es representante de la CIG en el comité de empresa.

Han asegurado además que la situación laboral de la trabajadora ha cambiado desde que se inició el proceso de elecciones sindicales en la residencia en marzo de 2022. En este proceso, ella y otra compañera son elegidas delegadas por la CIG.

"Desde ese momento las dos son sometidas a muchas presiones, tanto por la gerencia como por las otras delegadas, de CC.OO. y UGT", afirman desde la CIG.

Veiga denuncia asimismo que las delegadas de CC.OO. y UGT, con mayoría en el comité de empresa, pretendieran acordar con la dirección aspectos que empeoraban el propio convenido colectivo. Se trata de aspectos como "la limitación de los días de libre disposición, el cuadrante anual o incluso temas tan granves como limitar el derecho individual a acogerse a una adaptación o reducción de la jornada por conciliación familiar".

Considera al mismo tiempo que con esta manera de proceder "se está jugando de un modo ruín, con el pan de una trabajadora y de su familia", además de estar produciéndose, asegura, una vulneración del derecho fundamental de libertad sindical.