El personal civil de Defensa protesta en Ferrol ante Margarita Robles por la "discriminación salarial" que sufren
Las negociaciones para la mejora de las condiciones de los trabajadores del Arsenal Militar y otras dependencias siguen estancadas.
Con motivo de la botadura de la fragata F-111, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha dedicado la agenda de este jueves a Ferrol. Es en esta ciudad, a las puertas de los astilleros de Navantia, donde el personal civil del Ministerio de Defensa, tanto del Arsenal Militar de Ferrol como de otras dependencias, se ha concentrado para exigir una mejor retribución salarial, denunciando la "discriminación" que sufren con respecto a otros profesionales de Defensa.
SITUACIÓN ENQUISTADA
No es el primer episodio en este sentido, ya que en primavera comenzaron las protestas del colectivo no solo en la ciudad naval, sino en otros puntos de España. El conflicto, por otro lado, promete recrudecerse si no hay avaner en una negociación que hasta ahora no ha dado los frutos esperados pese a las promesas de la ministra para acercar una propuesta que satisfaga las aspiraciones de los afectados.
El delegado de la Unión Sindical Obrera (USO), Pablo Morgade, reitera que mientras el personal militar experimentó un aumento de sueldo con una partida de 400 millones de euros, el personal civil quedó "dejado de lado" en esta mejora, provocando un profundo malestar en este colectivo.
"Ya pasó un tiempo prudencial de cuatro o tres meses sin tener novedades", critica Morgade, justificando la protesta en la necesidad de "volver a salir a reivindicar nuestro derecho y nuestra mejora laboral y económica dentro del Ministerio".
Desde la Confederación Intersindical Galega (CIG), el delegado Carlos García Seoane no duda en tachar este episodio como "claramente discriminatorio" y enfrenta las precariedad de los trabajadores con la tecnología puntera de las fragatas: "Los sistemas más avanzados con salarios más atrasados. ¿Cómo puede ser eso?". De igual manera, desde la CIG aprovecharon el acto para lanzar un mensaje de solidaridad con el pueblo palestino, una reivindicación que también hizo la CGT durante el discurso de Robles.
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