La guerra interna del partido de Puigdemont que deja a Borràs tocada

Muchas personas han podido ver a lo largo del tiempo que cuando Laura Borràs, la entonces presidenta del Parlament de Catalunya - después también-, aparecía en cualquier lugar: estancias de la institución, actos institucionales, de partido y otros, al lado casi siempre, pero también detrás, aparecía la figura de un hombre que se hizo famoso por ser la sombra su sombra. Su nombre, Francesc de Dalmases, diputado, que con el tiempo fue aupándose entre los predilectos de Laura hasta convertirse en la persona de confianza de ella. Algunos de sus compañeros lo denominaban “la sombra”, no se despegaba de su lado. Se podría aplicar aquel refrán que dice: “A quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”. Así ha sido hasta ahora que, en una de sus muchas andanzas, se le ocurrió llamarle la atención a una periodista de TV3 por algunas de las preguntas que le había realizado a su “jefa” en la entrevista que acababa de hacerle, en ese recorrido en los medios que la Borrás estaba realizando para criticar la injusticia de haber sido “desposeída” de su cargo, por una persecución política. Ya se sabe que no era verdad, pero sigue pensando que es así. Algunos se dejan engañar, otros no. Pero volviendo a Dalmases, poseedor del don de decir y hacer lo que le viene en gana, amén de recriminarle las preguntas, utilizó un tono más elevado de lo normal, - a gritos para ser exactos- con “advertencias incluidas”. Ahí vinieron las protestas de los profesionales que estaban ya del diputado hasta la peineta.

Las cosas se empezaron a mover hasta llegar al Parlamento y a la ejecutiva de Junts, que se vio obligada a pedir a la comisión de garantías. Magda Oranich ha sido la instructora del caso y responsable del informe en el que concluye que el diputado tuvo una actitud "incorrecta", después de "perder los nervios de forma exagerada", en su discusión con la subdirectora de FAQS el pasado 9 de julio.

Tras conocerse el informe, se convocó urgentemente a la ejecutiva del partido, con ausencia del protagonista que le había dado un ataque de ansiedad, según comunicaba la propia Borràs a sus compañeros. Una reunión tensa y discrepante entre los que pedían su dimisión y los afines de Borrás, que decían que no. Al final, desde la distancia Dalmases renunciaba a su cargo como vicepresidente - antes de que lo cesaran-, pero declinaba dejar su acta de diputado. Se entiende, porque en la calle hay mucho paro, debería pensar.

El tema no se ha cerrado y ahora le toca a la Mesa de la Comisión del Estatuto de los Diputados, que se reunirá este jueves, decidir si Dalmases tiene que dejar o no su escaño como piden el resto de partidos.

Los fieles a Borrás, entre los que se encuentra el diputado Jaume Alonso-Cuevillas, afirman que lo sucedido es un ataque no solo a Dalmases, sino contra la mismísima Laura Borrás, presidenta del partido, que es caza mayor. En una entrevista en un medio de comunicación, Cuevillas afirmaba que dentro del Junts hay dos almas: los que formaban parte del Govern con los republicanos, que ya están fuera del ejecutivo, y los otros. Según se desprende de las declaraciones del diputado Cuevillas, la situación viene a ser como una venganza de los que se han quedado sin “trabajo”, que deben digerir su nueva situación. No entra en el fondo de la cuestión que es grave, teniendo en cuenta que no es la primera vez que Dalmases lo hace con periodistas, pero es que también lo ha hecho con compañeros suyos del Parlament y del partido.

Francesc Dalmases que se hace llamar periodista y político, cuando en realidad es educador social - ¡quien lo diría!-. No es precisamente un angelito como lo pretenden presentar. Ha crecido al amparo de la política del “negocio” y está siendo investigado por el Juez Aguirre por supuestamente lucrarse con más de 224.000 euros de subvenciones para la “cooperación”. Las subvenciones procedían de la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona y la Diputación. Las entidades beneficiarias de las mismas: Igman y Catmon, El juicio no se ha celebrado aún y se espera que sea entretenido.

La situación en Junts no está en su mejor momento, algo se ha roto dentro del seno, y Borras ha perdido esta batalla: le han cortado su brazo derecho y, conociéndola, no se va a quedar con los brazos cruzados, ya lo verán. Decía Confucio que “antes de embarcarse en un viaje de venganza, cava dos tumbas”.