Gente de bien

"Deje de molestar a la gente de bien y de meterse en la vida de los demás" (A. Núñez Feijóo)

La verdad es que en España hay mucha gente de bien" como es fácil de comprobar. A continuación paso a dar detalle de algunos casos relevantes que lo confirman. Según la prestigiosa Organización para la Transparencia Internacional España -la 15ª economía del mundo- viene de bajar al puesto 35 del ranking de percepción de la corrupción que integran 180 países a nivel mundial -el 14 entre los 27 de la Unión Europea-. Una corrupción en la que la más común es la corrupción política. Una práctica en la que aparece alguna "gente de bien" como es sabido. Así, y por caso, según fuentes judiciales el Partido Popular (PP) tiene pendientes en la Audiencia Nacional, solo hasta el año 2025, 27 casos de corrupción habiendo ya tenido antes 135 condenas en la última década y por las mismas causas. Prácticas corruptas con casos muy famosos y notorios -Andratx, Arena, Bankia, Fabra, Noos, Pokemon, Púnica...- en los que aparecen involucrados los más altos dirigentes y directivos de ese partido. Una corrupción que expertos fiscales avalan en un coste para las arcas públicas superior a los 112.000 millones de euros -10% PIB-. Una situación que, según fuentes comunitarias, no tiene parangón en ningún otro estado de la Unión Europea. Gente de bien.

Los Técnicos de Hacienda (GESTHA) cuyos informes fiscales son referenciales, calculan que el coste del fraude fiscal en España asciende anualmente a la cifra de 91.600 millones de euros, que equivalen al 7% del PIB. Segundo estos prestigiosos profesionales, de ese fraude, el 72% procede de las sociedades incluidas en el IBEX35 -bancos, constructoras, eléctricas, energéticas...-. El actual gobierno de turno, en aras de la solidaridad entre los ciudadanos de los pueblos de España y con motivo de crecer la recaudación para así poder financiarlos servicios de bienestar, viene de aprobar un Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas (IGF) -grava el patrimonio neto de personas físicas superior a los 3 millones de euros- quien, por caso, las fortunas del IBEX35, en el año 2022 ganaron más de 52.000 millones de euros y sus directivos se embolsaron más de 80 millones de media -salarios, fondos de pensiones y otras retribuciones-. La respuesta de estos directivos a la medida gubernamental distributiva fue variada: mientras una gran mayoría apunta a recurrir este impuesto temporal delante de la justicia común -Audiencia Nacional- otros como, por caso, la constructora Ferrovial -que creció a golpe de contratos públicos y cuyo presidente ejecutivo, la tercera fortuna de España, viene de percibir por su cargo más de 5 millones de euros en 2022- anuncian que trasladarán su domicilio social a los Países Bajos donde pagará sus impuestos y la presión fiscal es mucho menor. Gente de bien.

Las estadísticas oficiales confirman que los salarios de los trabajadores y trabajadoras -2.086,8 euros brutos el salario medio mensual- están siendo, en esta doble crisis sanitaria y bélica, una vez más los grandes sacrificados. Con motivo de compensar de alguna forma esta pérdida de poder adquisitivo el gobierno de turno, junto con los agentes sociales, aprobó varias subidas del SMI -estando ahora en 1.080 euros mensuales- que antes estaba entre los más bajos de Europa. Una subida que, por caso, provocó el rechazo de la CEOE, representante de las grandes empresas españolas, cuyo presidente se negó a asistir a la última reunión. Las razones esgrimidas por los empresarios son que esas subidas provocan un alza de la inflación, una subida de los costes empresariales y, por tanto, un incremento del desempleo. Algo que, por caso, también defiende la presidenta del BCE quien, contra todas las evidencias, no se cansa de apuntar a los salarios como uno de los causantes de que se dispare la inflación a pesar de que estamos delante de una inflación de oferta y no de demanda. Estas posiciones no les impidieron subirse su salario: si la Presidenta del BCE tiene un salario anual de 427.560 euros y el Vicepresidente de 366.504 euros, el del presidente de la CEOE es de 380.000 euros. Salarios que no parecen verse afectados por la inflación, como tampoco los salarios millonarios de los directivos y directivas de bancos, eléctricas, energéticas, constructoras... Gente de bien.

La doble crisis y su impacto, por caso, en el mercado del gas y el petróleo, está siendo aprovechada por los oligopolios de estos sectores para, beneficiándose de la normativa neoliberal comunitaria, subir de manera escandalosa los precios de la luz y los carburantes -petróleo, gas...- en lo que son subidas especulativas. Subidas que castigan duramente a las familias y las pequeñas y medianas empresas afectando sus condiciones de vida y de trabajo. Subidas que, como era previsible, reportan ganancias escandalosas a estas empresas: las energéticas ganaron una media diaria de 54 millones de euros en el año 2022, Iberdrola logró unos beneficios récord de casi 4.500 millones de euros y su presidente tuvo una remuneración de 13 millones de euros, Endesa más de 2.500 millones de euros… Gente de bien.

Gente de bien a la que el gobierno español de turno (PSOE/UP) no debería molestar.