Carles Puigdemont se la vuelve a jugar a Pedro Sánchez

Junts ha cumplido su promesa de no votar la tramitación de la Ley de Amnistía, dejando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una situación muy complicada. Con su actitud ha dado munición a la derecha y la ultraderecha  para que estos sigan diciendo que el Gobierno está a merced de los posconvergentes, es decir, de Puigdemont, que desde Bruselas maneja los hilos a su antojo, mejor dicho, a su conveniencia personal.

Si durante estos últimos días la situación entre los negociadores de Junts y el PSOE era tensa, en la tarde de este martes la tensión era más que evidente. La portavoz de Junts, Mirian Nogueras, amenazaba con no votar la ley si el PSOE no recogía las enmiendas que había presentado. Los socialistas le habían dicho que no: la ley se ajustaba a derecho y que no podían modificarla cuando el texto había sido ya consensuado tanto con ellos como con los republicanos. La tensión llegó hasta el momento de las votaciones. Minutos antes de la misma, llegaba al hemiciclo el presidente Sánchez, con cara de preocupación. Lo mismo que el ministro Bolaños. La tormenta se veía en el horizonte. 

Como suele hacer Junts, estira la cuerda al máximo, pero no llega a romperla, y en los últimos minutos dio una de cal y otra de arena: votó a favor del dictamen y en contra de la ley. ¿Por qué la diferencia de las votaciones? Porque si votaba no a todo, la ley no podía volver a votarse. Mientras que, con esta fórmula, la ley vuelve a la comisión de justicia - punto cero- y pueden los posconvergentes intentar convencer a los socialistas que si no ceden, pues como dijo Puigdemont, “esto se ha terminado”. Ganan un tiempo para lograr más concesiones en las nuevas enmiendas que piensan presentar. ¿Con el consenso de los socialistas? Hay líneas que los socialistas no pueden pasar, - suprimir de la lista de delitos no amnistiables el terrorismo y la traición,- porque la justicia y Bruselas se las van a tumbar. Ellos lo saben, ERC también, lo mismo que el resto de partidos que han apoyado la ley y saben el coste que está teniendo para los dos partidos que gobiernan, especialmente al PSOE.

Junqueras, que no ha querido criticar la postura de Junts, considera que es una buena ley que merecía el apoyo de la mayoría de la Cámara” porque “es lo suficientemente robusta para superar los filtros europeos y del Tribunal Constitucional” y beneficiaba a “centenares de personas”. El líder de los republicanos, si ha considerado que era importante para seguir avanzado que se hubiera aprobado la ley.

Mientras, el PP, en voz de su portavoz, Miguel Tellado, considera que lo sucedido esta tarde ha sido “una humillación”. “Queremos hacer un llamamiento al PSOE: si aún queda algo de dignidad, es el momento de ponerla encima de la mesa y paralizar la tramitación de esta ley de amnistía”, declaraba ante los medios de comunicación.

Y es que en las filas socialistas afirman, muy enfadados, que se había llegado a un acuerdo con Junts, lo mismo que con ERC y días antes, aumentan sus peticiones. ERC ha cumplido lo pactado, Junts, con la división en sus filas, tiene que marcar perfil propio y dar la sensación, con las elecciones europeas a la vuelta de la esquina y las autonómicas, posiblemente en septiembre, de demostrar que ellos sacan más concesiones que los republicanos. Es una actitud de que demuestra su falta de experiencia política y que lo pactado se queda en papel mojado. Lo que cabe esperar ahora, con las elecciones gallegas planteadas por los populares como plebiscitarias, es saber la estrategia que van a seguir los socialistas después de la actitud de los independentistas de Junts, que han dejado en mal lugar a Pedro Sánchez. Eso sí, los diputados de Junts no dicen que han votado ‘no’ a la ley con PP y Vox  

La situación ahora se complica porque el desafío de Junts no ha gustado nada al presidente del Gobierno. Se la guardará, no perdona, y las cosas pueden complicarse todavía más. Algunos interpretan la situación como que le han puesto en bandeja a Feijóo la presidencia del Gobierno. Pedro Sánchez no está dispuesto a seguir siendo ninguneado por Puigdemont y Nogueras. Algunos afirman que hoy Puigdemont le ha aplicado el refrán popular de,”si no quieres caldo, toma tres tazas”.