Jácome dejó a los adictos de Ourense sin ayudas

Las políticas sociales no parecen interesarle al alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, o así se deduce de los presupuestos que el Concello de Ourense dedica a esta área. Tanto es así, que partidas presupuestarias destinadas al área de Promoción da Saúde (un nombre muy genérico y que no especifica nada), cuenta con un presupuesto de 78.000 euros, lo que es considerado insuficiente y aún así solo se habrían gastado 2.000 euros en el año 2024. En 2025 no se ha destinado ninguna partida según María Fernández, del PSOE local de Ourense.

Yendo a lo más concreto, la atención a personas afectadas por conductas adictivas ha visto disminuir su presupuesto este año en 30.000 euros que han ido a parar a Progape, (Protectora de Gatos y Perros de Ourense) mediante una modificación de crédito. Después de esta acción, el presupuesto se ha quedado en 40.000 euros que son insuficientes para atender a personas con adicciones. En principio este tipo de transferencias entre departamentos son legales.

El departamento de Servicios Sociales “solo tiene el nombre”, apunta Luis Seara, del BNG local. Y es que según el concejal nacionalista programas como drogodependencias y riesgo de exclusión social está “desmantelados”. Si atendemos al tema de drogodependencia, Seara destaca que actualmente el servicio de atención a a drogodependientes se realiza en el CHUO (Complejo Hospitalario Universitario Ourensano). Esta sección se ha visto desbordada en los últimos años ante la falta de atención municipal.

Y todo esto ante un repunte del consumo de heroína en Ourense, un problema que puede sobredimensionarse sin actuaciones efectivas y rápidas. Sin embargo, esto no es posible sin campañas de información y prevención que puede llevar a cabo el gobierno local de Pérez Jácome, “pero no tiene voluntad de hacerlo, está excluyendo a parte de sus vecinos”.

¿Por qué esta exclusión? No es rentable electoralmente como sí parecen serlo las luces de Navidad. Es por eso que el número de trabajadores y trabajadoras sociales ha disminuido a consecuencia de la no renovación de contratos. De ahí la saturación en el CHUO y de ahí que la presencia en las calles de personas con adicciones a las drogas haya hecho saltar las alarmas entre la ciudadanía. Relacionar drogas con delincuencia acaba en un cóctel peligroso que puede desembocar en consecuencias imprevisibles.

Con respecto a otro tipo de ayudas como pueden ser las becas comedor escolar o libros de texto, el Concello se implica, pero, debido a las modificaciones de crédito, las facturas no suelen pagarse en tiempo y forma. Esto sucede también con las familias en Emergencia Social, las modificaciones realizadas suelen atrasar los pagos a las personas afectadas, dándose la situación de familias que han tardado un año en cobrar las ayudas. “Jácome tiene una venda en los ojos” dice Luis Seara para describir cómo el actual alcalde ourensano no mantiene unas políticas de ayuda social en la ciudad.