#Claves de la semana

Néstor Rego (BNG): “Galicia no es una prioridad ni para Sánchez ni para Feijóo"

Néstor Rego, candidato del BNG, protagoniza la primera de una serie de entrevistas de Galiciapress a cabezas de lista de las principales fuerzas políticas de cara a las elecciones generales del 23 de julio. 


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El voto de Néstor Rego (1962) fue decisivo en enero de 2020 para la investidura de Pedro Sánchez. Tres años y medio después, el único representante del BNG en el Congreso de los Diputados aspira a ser igual de determinante en la próxima legislatura pero estando un poco más arropado en Madrid.

 

Rego atiende a Galiciapress antes del inicio de la campaña electoral para repasar los logros del BNG en su regreso al Congreso, las deudas que quedaron pendientes de la "agenda gallega" y los objetivos que se marcan los nacionalistas.

 

Su no a la reforma laboral, el "voto útil" al BNG el 23J, su propuesta para el avance de las renovables en Galicia o las mejoras en materia de infraestructuras, otros puntos de esta conversación.

 

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Nésto Rego | Foto: Galiciapress

 

Cuando hablamos hace casi 4 años me comentaba que su línea roja para favorecer la investidura de Pedro Sánchez era la ‘agenda gallega’ que presentaba en Madrid. ¿Cuántos temas tachó de esa agenda en esta legislatura? ¿Qué balance hace?

El balance de la actividad del BNG es positivo. Hace cuatro años nos comprometimos a tres cuestiones: defender los intereses de Galicia, impulsar políticas para las mayorías sociales y frenar a la derecha y a la ultraderecha. Cumplimos las tres. Hubo una investidura en la que el voto del BNG fue decisivo para evitar que pudiese gobernar la derecha o una repetición electoral. Pero no dimos un cheque en blanco, fue un voto a favor de un acuerdo de investidura, que considero que sigue siendo un documento muy relevante porque desbloqueó la agenda gallega, la solución a muchos problemas que llevaban décadas esperando.

 

Otra cosa es que el Partido Socialista y su gobierno con Podemos cumpliesen solo una parte de ese acuerdo. En todo caso, creo que los incumplimientos hay que anotarlos en el haber de quien incumple. Nosotros fuimos constantes en la reclamación de que se tuviesen en cuenta los acuerdos y hubo cuestiones que salieron adelante: los descuentos en la AP-9, donde los usuarios pagan la mitad que hace tres años, la drenaje de la ría do Burgo, la conexión ferroviaria con el Porto de Punta Langosteira o la modernización de diversas líneas ferroviarias, actuaciones en materia de política industrial… Pero hay cuestiones que no fueron atendidas, como la Salida Sur de Vigo o incumplimientos dificilmente explicables, como el compromiso de crear tres nuevos juzgados de violencia de género y que no se sacasen adelante en esta legislatura. Es incomprensible porque no sigue el discurso de este Gobierno y su serie declarativa contra la violencia de género y que no tiene el correlato de los hechos. Contra la violencia de género no hay solo que declarar, sino que actuar. 

 

¿Dudó en algún momento sobre repetir o no la candidatura para el Congreso? Con lo ocurrido durante la pandemia y demás, el desgaste debe ser grande…

Reconozco que desde el punto personal fue duro. No es inmodestia: el BNG hizo un trabajo muy intenso estos años en Madrid. Un trabajo posible gracias a la organización y a la militancia, con gente muy comprometida, implicada en la realidad social, que conoce los problemas, que sabe cuáles son las soluciones y las trasladó de forma permanente. Es duro, pero siempre me sentí magníficamente apoyado, acompañado por la militancia en cada localidad, en cada comarca, que facilitó el trabajo e hizo posible que el BNG cumpliese su compromiso de defender los intereses de Galicia en temas de competencia estatal. Hay miles de iniciativas y enmiendas a leyes y presupuestos que conforman una radiografía de las necesidades de este país.

 


¿Entendió la decisión de Sánchez del adelanto electoral o lo pilló con el pie cambiado?

No entramos a cuestionarlo. Supongo que tomó la decisión calculando qué era lo mejor para el PSOE. Lo que tengo que decir es que estamos listos, lo vemos como una oportunidad de un objetivo que comparte parte de la sociedad gallega que es reforzar la representación gallega libre y soberana en Madrid, esa que solo puede facilitar O Bloque, con un grupo gallego fuerte en el Congreso. Primero, porque se constató que solo el BNG defendió con coherencia los intereses de Galicia en esta última legislatura. 

 

Segundo, porque cuando nuestro voto fue decisivo lo utilizamos para favorecer a nuestro país. Y en tercer lugar porque queremos que ahora ese voto sea decisivo no puntualmente sino de forma permanente, ya no solo para arrancar compromisos para Galicia sino para tener la capacidad de obligar a cumplirlos. En un escenarios sin mayorías absolutas, con tres, cuatro o cinco diputados del BNG pueden ser determinantes para establecer las mayorías y Galicia tendría más capacidad de hacer avanzar esa agenda gallega. 

"Queremos que ahora ese voto sea decisivo no puntualmente sino de forma permanente, ya no solo para arrancar compromisos para Galicia sino para tener la capacidad de obligar a cumplirlos

 

"GALICIA NO ES UNA PRIORIDAD NI PARA SÁNCHEZ NI PARA FEIJÓO"

Santiago, Pontevedra, Ribeira, Cangas, Carballo… Muchas alcaldías nacionalistas en localidades por encima de los 25.000 habitantes. ¿Lo del 28 de mayo  fue un adelanto del que vendrá el 23 de julio? ¿Está más cerca poder constituir un grupo propio?

Estamos convencidos. Afrontamos las generales después de un resultado positivo y exitoso. Fuimos la fuerza política que más creció en votos, que más avanzó en incremento de concelleiros y concelleiras…puede ser una buena base. Si extrapolamos los resultados de las locales a las generales, sabiendo que esto siempre es complicado, el BNG tendría cuatro diputados, uno por provincia, y muy cerca del quinto con otro por A Coruña. No son automáticas estas extrapolaciones, pero tenemos la expectativa de que quien confió en el BNG en mayo no tiene motivos para no hacerlo el 23 de julio. Partimos de una base de apoyo electoral muy importante. 

 

Nuestro trabajo en las elecciones va a ser combatir esa dialéctica de polarización que nos quieren hacer creer en una campaña muy estatalizada, donde el discurso es escoger entre un bloque encabezado por Feijóo u otro encabezado por Sánchez. Galicia y sus prioridades no están en ninguno de esos dos bloques, por tanto lo que se trata es de convencer que el bloque de Galicia es el del BNG. 

 

 

No obstante, el avance de la derecha, y más concretamente de la ultraderecha, puede llevar a muchos a pensar que el llamado “voto útil” se circunscribe solo a fuerzas de ámbito estatal. ¿Cómo desmontar ese argumento?

Con la idea de lo que no podemos permitir en unas elecciones se queden secundarizados los intereses de Galicia. Ni la agenda de Sánchez ni la de Feijóo los reflejan. El voto al BNG es doblemente útil: sirve para defender los intereses de Galicia y también para cortar el paso a la derecha. Que el BNG sacase diputado por A Coruña fue determinante para impedir que lo tuviese Vox. En estas elecciones puede ocurrir algo parecido con el PP. Algunas encuestas dejan en el aire escaños en Lugo y Ourense, en disputa entre el BNG y el PP. Si el BNG entra en esas provincias, y estamos convencidos de ello, le sacará representantes al PP. Los votos del BNG en el Congreso, sea cual sea su representación, serán siempre para impedir que Feijóo y el Partido Popular con la ultraderecha lleguen al Gobierno. 

 


Hoy las matemáticas dibujan justo eso: o una gran coalición progresista o un gobierno entre PP y Vox. Los de Santiago Abascal proponen acabar con las autonomías e ilegalizar partidos políticos. En la moción de censura de Tamames dijo que el BNG iba a ser “muralla contra lo fasciscmo”. No hay negociación posible.

No, no la hay con quienes están más especializados en recortar derechos sociales que en ampliarlos. La experiencia en los debates del Congreso lo deja muy claro. Hubo fuerzas que hicimos causa en el avance y recuperación de derechos, por ejemplo en el ámbito de las pensiones públicas, derechos feministas o del colectivo LGTBIQ, o para el conjunto de la sociedad, como la Ley de eutanasia, o nuestras enmiendas para avanzar todavía más en la Ley de Memoria Democrática; y hubo quienes se especializaron en no avanzar y retroceder en derechos sociales. Con esas fuerzas de la derecha ultra y de la ultraderecha, que cada vez se parecen más y sintonizan más, no solo no cabe negociar sino que claramente nos tendrán enfrente. 


REFORMA LABORAL Y LEY DE VIVIENDA

Como dice el voto del BNG fue decisivo para la investidura de Sánchez sin comprometer su voto en otros aspectos, como los presupuestos o la reforma laboral, a la que el BNG votó en contra. Los datos dicen que, desde que entró en vigor, bajó el desempleo y los contratos son de mayor calidad. ¿Sigue considerando que no era una medida idónea?

Nuestro voto fue una posición coherente de la defensa y recuperación de los derechos de los trabajadores. PSOE y UP se comprometieron a derogar íntegramente la reforma laboral…¡Y no lo hicieron! Esto hay que decirlo. Si colocamos en una tabla los elementos regresivos más importantes de la reforma laboral del PP constatamos que solo derogaron uno, y el menos relevante, como era la ultraactividad de los convenios, algo que ya ni se aplicaba. 
 

Modificó otro, como es priorizar los convenios del sector sobre los de empresa, aunque solo en los salarios, y cambió el tipo de contratación. Pero no modificó aspectos lesivos como la facilidad para despedir, el abaratamiento del despido, la autorización administrativa previa de los ERES, etc. El cambio del tipo de contratos tampoco supuso ningún avance claro. Lo que se hizo fue cambiar los contratos temporales, aunque luego tuvieron que hacer cambios para recuperar los contratos temporales en algunos ámbitos, por contratos fijos-discontinuos, que computan como indefinidos a efectos estadísticos, pero no significa que estos trabajadores trabajen más que antes. Podemos hablar de una trampa estadística, con fallos desde el punto de vista práctico. 
 

Reitero el compromiso de derogar la anterior reforma laboral y eso no se hizo. Basta recordar con que fue una reforma aprobada con los votos de un partido ultraliberal como Ciudadanos, con el apoyo de la FAES de Azanar, con el apoyo de la patronal, con el apoyo de Patricia Botín y el apoyo de Fátima Bañez. Algo querrá decir todo esto. Posteriormente, BNG, Esquerra y Bildu presentamos una proposición de ley conjunta para derogar íntegramente la reforma laboral del PP. El resultado fue que PSOE, PP, Vox y UP votaron en contra. 

"PSOE y UP se comprometieron a derogar íntegramente la reforma laboral…¡Y no lo hicieron! Esto hay que decirlo

 

Tampoco contó la Ley de Vivienda con el voto favorable del BNG. ¿Piensa que es poco ambiciosa? 

Es evidente que lo fue. Es una ley que no está pensada en la realidad de nuestro país, sino para grandes ciudades, por encima del millón de habitantes. Fue poco ambiciosa tanto en compromisos al impulso a la vivienda pública, a los porcentajes que de esa vivienda pública tuviesen que ser de alquiler social, nosotros queríamos más que ese 30% fijado, y la regulación de los precios del alquiler. Quedó por debajo de los compromisos que tenía UP, que achantó con lo que impuso el lobby inmobiliario a través del PSOE, y en esa medida nos parece una ley que quedó por detrás de lo que se pretendía. 
 

El criterio del BNG para apoyar o no las iniciativas legislativas dependían de que fuesen a favor de los intereses del pueblo gallego o de la mayoría social. Ahí están los datos: de 56 leyes votamos en contra de 12, a favor de 24 y nos abstuvimos en las demás. Hubo 24 textos que nos parecieron que suponían un avance, otras que incorporaban avances pero no los suficientes, y otras que fueron decepcionantes y estamos convencidos que eso está en la base de la desmovilización del electorado de la izquierda. Cuando el Gobierno se compromete a actuaciones claras para después renunciar a ellas lo que hace es decepcionar a propios y extraños. Eso abre paso a la derecha. Por suerte no es el caso del electorado del BNG, que sigue muy activo, muy movilizado y convencido de que las posiciones del BNG fueron las correctas en el Congreso. 

 

Dice que la Ley no se ajusta a la realidad del país, pero sí hay un problema con la vivienda, lo vemos mismo en Santiago. ¿Será uno de los grandes caballos de batalla en la campaña?

Por supuesto. Digo que no se ajusta en algunas medida, pero hubo otras que son clave y que quedaron por detrás. El impulso a la vivienda pública. Reclamamos en los últimos 3 años y medio, y así lo dicen las enmiendas a los presupuestos, que se cediesen todos los inmuebles de la Sareb a la administración gallega, que es la que tiene las competencias, para destinarlos a la política de vivienda pública. Se nos dijo que no era posible. Después de aprobar la ley, Sánchez anuncia que van a activar estos inmuebles, que no significa lo que defendíamos, sino que pretenden venderlos. En todo caso, ese impulso a la vivienda pública es una clave, y que ese 50% se destinase a alquiler social. 
 

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Néstor Rego durante su entrevista con Galiciapress | Foto: Begoña Ares

 

Confiamos más en esas medidas que en otras que fueron más timoratas u otras en las que se pudieron hacer “trampas” como en lo relativo al precio de la vivienda. Cuando se habla de grandes tenedores se establece que pueden ser cinco o más, dependiendo de la Comunidad, pero hablando siempre de una única ciudad. ¿Qué pasa con los que tienen domicilios en Santiago, pero también en A Coruña, Lugo y otras ciudades? Resulta chocante no considerarlos grandes tenedores. Es un ejemplo de como la ley se quedó corta. 

 

"ESTAMOS A FAVOR DE LA ENERGÍA EÓLICA, PERO CON RACIONALIDAD"

En las pasadas generales me comentaba que existían ciertas “deudas históricas con Galicia”. Algunas siguen todavía hoy pendientes, como el traspaso de la AP-9, pendiente de las muchas enmiendas realizadas. ¿Cuánto más habrá que esperar? 

Esto hay que atribuirselo particularmente a PP y PSOE. Desde que esta ley, que partía del Parlamento de Galicia, fue admitida a trámite, pasaron meses hasta que se inició la tramitación y hasta que nosotros denunciamos públicamente y reclamamos a la Mesa del Congreso que se cerrase el plazo de enmiendas, y una vez cerrado se constituyó la ponencia, pasaron meses hasta que estos partidos tuvieron interés en activar esta ponencia. 

 

Nosotros, por respeto al Parlamento gallego y porque vimos que era una ley suficientemente clara, no presentamos enmiendas, pero PP y PSOE sí, unos siguiendo una política dilatoria y otros que directamente deformaban el sentido de la ley, porque no se trataría de transferir la estructura sino la gestión. Pedimos a PSOE y PP que retirasen las enmiendas para permitir una aprobación rápida de la ley, pero no hicieron caso, aunque el PP en el último momento es verdad que en abril las retiró, aunque el PSOE se negó, contando con el apoyo por incomparecencia de Podemos, cuyo voto podía ser determinante para decidir si se continuaba con la tramitación o no, pero no asistió. El comportamiento de estas fuerzas estatales es bipolar, que defienden una cosa en el Pazo do Hórreo pero en Madrid hacen lo contrario. La sociedad gallega tiene que confiar en el BNG, que es coherente y hace siempre lo que dice que hará, aquí o en Madrid. 


También en esta legislatura cristalizó la llegada del Alta Velocidad a Galicia. Más bien a Ourense. También esta sigue siendo una deuda historica, como la falta de Cercanías…
Hay que subrayar que en todo caso las infraestructuras no están completas, aunque ya están presupuestadas pese a que las enmiendas del BNG no fueron tenidas en cuenta. Siempre dijimos que siendo esto positivo no podría servir de pretexto para olvidar la deuda histórica en infrestructuras y servicios ferroviarios en Galicia. Estamos muy por detrás de otras comunidades. Es una discriminación sin explicación, tanto en la red ferroviaria, como la línea A Coruña-Lugo, sin modificaciones sustanciales desde hace más de un siglo, o que no se completase el Eje Atlántico, o que no haya conexión entre Santiago y Lugo cuando falta un tramo de apenas 30 kilómetros que no sería muy costoso. 
 

 

Pero es que no tenemos un servicio de Cercanías. No hay razón para que esto sea así y pregunté a la ministra de Transporte por qué era así y qué iban a hacer. Admitió que no lo hay, pero dijo que ya teníamos el Media Distancia. Esto es llamar parvos a los gallegos y gallegas. Todo el mundo sabe que los Cercanías implican trayectos específicos más cortos, horarios más frecuentes y precios más bajos. La Media Distancia concentra la mayor parte de las quejas y no cumple con lo que significan los Cercanías. 
 

Y tampoco es una cuestión de masa crítica. Hay ciudades de 240.000 habitantes con este servicio. El área metropolitana de Vigo o la región urbana A Coruña-Ferrol, ambas por encima del medio millón de habitantes, no tienen este servicio. Hay una deuda histórica que queremos que sea compensada lo antes posible. Este viernes, cuando presentamos el decálogo del BNG, establecíamos un compromiso claro que es luchar para que haya un incremento de inversiones territorializado en el país para alcanzar los 2.000 millones de euros. Para 2023 es de 1.072 millones, lejos de los más de 2.200 millones de 2008 o 2009, cuando nuestro voto fue decisivo para aprobar los presupuestos. 
 

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Néstor Rego durante su entrevista con Galiciapress | Foto: Begoña Ares

 

En materia económica, muchos de los grandes proyectos en Galicia de los próximos años pasan por las energías renovables, como las plantas de hidrógeno verde o la eólica marina. Usted fue especialmente crítico con este último punto por los efectos que tiene sobre la pesca. “Si Madrid quiere energía, que coloque los molinos en la Castellana”. ¿Cuál es la propuesta del BNG en este campo?

Estamos a favor de la energía eólica. Hay que avanzar en la transición ecológica, en la transición energética, pero hay que hacerlo con justicia social y justicia territorial. No puede ser que exista lo que los expertos llaman “zonas de sacrificio” y que nosotros, que sabemos que tienen causas políticas, llamamos “colonialismo”. El Estado especializa Galicia en la producción de energía eléctrica para el conjunto de España. Hoy ya enviamos a otros territorios más de una tercera parte de la energía que producimos. En Galicia ya producimos más energía renovable de la que consumimos internamente.

 

Hay que avanzar pero con racionalidad. Cuando dije aquello quería poner de manifiesto como se opta por favorecer un expolio eólico sin ningún tipo de control, facilitando que las empresas se puedan instalar donde quieran, sin tener en cuenta ya no solo el impacto ambiental, sino también socioeconómicos, patrimoniales, en el medio de vida de muchas personas, sin planes eólicos que minimicen su impacto… Y sin que Galicia se beneficie. No hablamos de empresas gallegas que dejen aquí sus beneficios y paguen aquí sus impuestos. Por eso hablaba de la Castellana, de esas grandes empresas que pagan el impuesto de sociedad en Madrid y se llevan los beneficios fuera. Galicia paga las consecuencias negativas pero no asume las positivas. 

 

Este es un modelo que rechazamos, pero hay otros que aceptamos: el de la generación distribuida, que consiste en producir a menor escala, más cerca de los centros de consumo, para evitar las grandes líneas de evacuación en las que se pierde energía y que son insostenibles, una producción con control público, que revierta en el territorio, poner la producción al servicio de la sociedad gallega. El desarrollo industrial de este país no depende de la eólica marina, depende de una política industrial que desarrolle las potencialidades del país y que para apoyar esa política se aproveche la producción de energía eléctrica haciendo que las empresas gallegas sean más competitivas con una tarifa eléctrica gallega, como tantas veces hemos reclamado. Si producimos la energía, y somos excedentarios, tenemos que tener energía más barata que las empresas que consumen energía a 600 km de distancia. No tenemos que pagar ese transporte, porque ya pagamos los costes ambientales. Imaginemos la revolución que supondría esa tarifa, un 30% más barata para las familias y empresas. Es elemental. 
 

Es la clave de una reclamación histórica que ahora hacen otros territorios como Aragón, de la que Sánchez dijo que era razonable. Si le parece razonable la de Lambán, qué tenemos que decir desde Galicia que llevamos muchas décadas con esa política de especialización de energía eléctrica con grandes costes sociales y ambientales. 

 

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